jueves, septiembre 25, 2008

T.L.D.



T. L. D. ingresó en la habitación 234. Padecía una enfermedad extraña y desconocida no infecciosa que poco a poco había ido mermando sus facultades retentivas; es decir, su memoria.
Cuando ingresó la policía lo había hallado vagando por el Parque del Oeste, sin rumbo fijo. Al registrarlo no se le encontró documentación que lo identificara y él tampoco supo indicarles su nombre, dirección o nacionalidad. Ni tan siquiera qué hacía deambulando por allí enfundado en un ridículo traje espacial como el de aquellos primeros astronautas de los años sesenta.

Le pusieron T.L.D: “Todos Los Días.” Porque se pasaba días componiendo los puzzles, cada vez más complejos, que le entregaban. Y en caso de no armar puzzles, lo único que lo entretenía era observar por las noches con expresión atónita por el ventanal de su habitación, a la luna.
Su caso salió en toda la prensa nacional donde, mofándose de él, lo llamaron “El Lunático.”
Pasados más de seis meses ningún familiar o amigo lo reclamó o reconoció y cayó en el olvido. Pero T.L.D. seguía allí, en la 234. Con el transcurso de los días había ido progresando, y ahora, se dedicaba a componer una media de cinco rompecabezas diarios hasta que olvidó las últimas palabras que su abotargada mente reconocía. Curiosamente, y con la precisión milimétrica de un autómata, continuaba haciéndose la cama y aseándose sin ayuda.

Pasado un año T.L.D. era capaz de componer cincuenta puzzles de quinientas piezas diarios; y enfermos, familiares de enfermeras, médicos y auxiliares, y demás personal, comenzaron a enviarle más, con la diferencia de  que empezaron a ser puzzles esotéricos, en los que, con asombrosa precisión, vaticinaba el futuro de los individuos según fuera su horóscopo o carta astral.

Transcurridos tres años T.L.D. era capaz de descifrar los misterios del nacimiento, vida y muerte, de un determinado individuo, interpretando el número de piezas mediante un especifico tipo de acertijo, y según en qué orden las fuera ordenando sobre el tablero. Transcribía todo mediante signos en código Morse, pues había olvidado emplear cualquier otra forma de expresión.

Transcurridos diez años T.L.D. era el enfermo más decano del hospital y como condecoración, recibió un enorme puzzle de seiscientas mil piezas. Lo finalizó en apenas tres días.

Al cabo de cinco años su fama como adivino y artista de pasatiempos trascendía las fronteras del país y una exitosa multinacional de informática lo retó a que compusiera un gigantesco puzzle antes que su multifuncional ordenador “Deep Master Giant III.” El reto consistía, además, en lograrlo sin conocer de antemano cual era la figura que se debía de componer. El puzzle estaría formado por más de dos millones de piezas.

Por primera vez el rictus de T.L.D. pareció variar su expresión inmutable.
Dio orden por Morse de que lo dejaran solo en la habitación con una provisión de agua y alimentos para no más de – y ahí logró asombrar y agitar hasta el punto de que los informadores del mundo lo tildaron de “farsante” y “pretencioso.” – cinco días. Pero al final sus exigencias fueron acatadas y T.L.D. quedó retirado a su antojo.

Transcurridos apenas dos días la multinacional propietaria del potentísimo ordenador “Deep Master Giant III” anunció que la máquina había finalizado con éxito su trabajo. A continuación, más de un millar de reporteros y fotógrafos de todos los rincones del mundo se agolparon tras la puerta de la habitación 234. Aguardaban ser testigos de primera fila de la derrota de TLD. Pero cuando llamaron a la puerta para su sorpresa nadie contestó, estaba cerrada por dentro.
Sólo tras llamar con reiterada insistencia se hizo necesario que un empleado se presentara con una llave maestra y la abriera.
Los primeros en abrirse paso y entrar fueron el director del hospital acompañado del director de la multinacional oponente y de altos cargos de la ciudad; y cual fue su sorpresa al encontrarse con el enorme puzzle compuesto. Abarcaba todos los extremos de la habitación. Pero mayor fue su pasmo al no hallar por ningún lugar a TLD. De forma misteriosa había logrado evadirse. ¿Cómo lo había hecho permaneciendo con la puerta cerrada y vigilada las veinticuatro horas del día, y además, en las alturas de un octavo piso? Entonce se fijaron con detalle en el dibujo que conformaba el rompecabezas; y descubrieron que no se trataba de un dibujo, sino de una foto milimétrica y precisa del satélite de la tierra: La Luna. Aunque aún se sorprendieron más cuando junto a un enorme y rugoso cráter descubrieron un fragmento de papel escrito en código Morse.
Con ansiedad ordenaron se presentara el descifrador de claves. El cual una vez hubo leído, tradujo lo siguiente:

¡Hola a todos! Aquí estoy. Ah, y por cierto, me parece que gané el reto. Si ha sido así remítanme el premio a esta dirección:

Cráter 234.
Habitación: Lunasol.
Astro: La Luna S.A.

José Fernández del Vallado. Josef. 2008.



26 libros abiertos :

mas de mi que de... lirio dijo...

Eres bueno... si si, lo eres.
Besos

Anónimo dijo...

ouch, Josef veo que has estado muy prolífico y me puse a leer con calma, ¿sabes? alegras mi vuelta de vacaciones con estos textos originales, me sumergo con placer en cada una de tus historias, textos y escritos, peeero te juro que conmovió profundamente Infamia, vaya texto eh!
Y este último me ha parecido entretenido y mágico, que mas quisieramos muchas veces poder desaparecer y aparecer en la luna, jajajaja!!
un beso

© José A. Socorro-Noray dijo...

Querido Josef

Te superas en cada texto. El de hoy es excelente.

Un abrazo

PS: Es tan claro que es casi un guión para un cortometraje.

Soñadora dijo...

Admirable tu creatividad. Felicitaciones!

Esther dijo...

Cómo alguien que habia quedado para el olvido de la sociedad se consiguió hacer ese hueco tan grande en ella ..tanto que llegó a la luna,el final ha sido sorprendente.

Besos

TORO SALVAJE dijo...

Que bueno!!!

Que requetebueno. Me dejó con una sonrisa, y eso tiene mérito, te lo aseguro.

Gracias.

Un saludo.

mia dijo...

Excelente escritura

derroche de imaginación

riqueza de lenguaje!

Cuanto me agradas!


♥♥♥besos♥♥♥

Juan Duque Oliva dijo...

Me encantó.

Eres un maestro

Besos

Lara dijo...

¡Qué bueno! ¡Buenísimo! al final me hiciste sonreir ;)
Muuuuacks!

lichazul dijo...

GENIAL!!!

sácame de una duda era selenita??

muakismuakis primaverales

María dijo...

Estupendo texto Josep, como todos los que escribes, gracias por compartirlos, eres muy creativo, mucho Josep.

Un beso.

Insisto... dijo...

Este estuvo lúdico..me encantó!..yo te regalo la luna por el escrito...remitasé a retirarla a :
Santiago de Chile.
jajajaaj

cariñussssssssssssss...gracias por estar en mi antro....siempre!

Merce dijo...

Bueno, surrealista...me ha encantado lo del traje de astronauta...

Verónica Medina dijo...

una vez estaba sentada con una amiga en la costanera de mi ciudad.
Así como hay gente que gusta de escribir, hay gente que gusta de narrar historias. Y fue así que se nos acercó un hombre de aspecto muy raro, con rastas en el pelo y de piel negra, y comenzó a contar historias.
Una tras otra sin pausa, una de ellas me hizo acordar a tu historia.
Es una leyenda local, que cuenta que en la vieja carcel, un relcuso disfrutaba de pasar las horas pintando cuadros de la bahía, del río y de los barcos que llegaban al puerto. ç
Un día por encargo del director de la carcel le pidieron que pintara un cuadro de una regata.
Le dieron las pinturas y él comenzó su obra.
Pasaron los días, y al ver que el preso no salía un guardia decidió entrar,
al hacerlo se encontró con un hermoso retrato del Río de la Plata, las islas y un barco en medio de ambas.
Busco al preso en la habitación, pero no pudo encontrarlo.
Fue entonces cuando miro con más detenimiento el cuadro y pudo ver que en el barco estaba pintado el preso y desde allí con su mano extendida se despedía de el, de la prisión, y pintaba su libertad.

como veras me gustó la historia que me contó ese hombre raro, un beso Josef nos leemos, no había pasado antes proque estoy a dos meses de terminar la carrera y ando sin nada de tiempo, ahora mismo estoy acostada con la notebook en la cama jeje.

patri dijo...

Veo que nos has arrancado una sonrisa a todos...vaya imaginación,amigo.Me ha encantado ese final.
Me voy a poner a hacer puzzles...;D
Besitos

Gaviota dijo...

Un post maravilloso, como lo relatas, y ese final aun mas magristal....

Jobove - Reus dijo...

muy buena historia, felicidades

saludos

Jeanne dijo...

Un saludo para tu TLD....

...me han dicho que ha vuelto de nuevo, que está en otra "casa de reposo" pero ahora mira sólo hacia el Este.

;-)

SILVIA dijo...

quede maravillada ,que historia atrapante, me encanto , eres estupendo
besos

Miss Morpheus dijo...

A esta otra lunática le encantó tu relato.
Me engancha pensar en ese hombre inexpresivo, sumido en el mutismo, pero tan activo en su interior.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Una historia que engancha. El tener tiempo libre y venir a leerte, es todo uno. Confío en que vaya todo bien al otro lado. Un beso muy grande. Cuídate.

Luar dijo...

Fantabuloso!!!
Hablando de luna aun mejor...

Abrazo lunar

Mos dijo...

Me ha encantado esta historia con un final tan inesperado. Demuestras mucha soltura al escribir y te mueves en campos o registros muy variados.
Enhorabuena josef por hacer de historias cotidianas, un mundo fantástico y que nos hace pensar. Se disfruta al leerlas.
Un abrazo de Mos desde la ESFERA.

Unknown dijo...

excelente historia, me ha dejado una gran sonrisa y el placer y la adrenalina de seguir descubriéndote, lamento no haber sabido antes de tí.
te invito a mi laberinto y te enlazo ya para no perderte.
un abrazo

WILHEMINA QUEEN dijo...

Hoy es un día muy especial para mí y te invito a buscar un regalo que tenog para tí en mi blog. Pincha en este enlace:
PREMIO BRILLANTE WEBLOG

Princesa Hinamori dijo...

Tal vez le pareceré infantil, pero, ha leído "Alicia en el país de las Maravillas" o "Alicia através del Espejo"?; estos libros me encantan puesto que me voy a otros mundos (aunque eso pasa con todos),el punto es que así me siento con cada uno de sus textos, me deslumbran, me asombran.

"Pero no quiero andar entre gente loca," dijo Alicia. "Oh, no puedes evitarlo, "dijo el gato. "Estamos todos locos aquí."
Lewis Carroll

Un abrazo!!

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