miércoles, octubre 15, 2008

¿Desertor o valiente?

Abajo, en el valle, cada vez más lejanos, suenan los cañonazos, los silbidos de las balas y de la metralla. No me detengo, sigo corriendo y jadeo. Es una masacre. Asesinan a mis compañeros y yo... deserto. Nunca sospeché como iba a reaccionar en una situación de acción y ahora ya lo sé: Yo, Tomek, soy el polaco cobarde, el desertor de las nieves. Pero no. No me afecta la nieve; nací en ella, jugué en ella, lloré con ella, bailé sobre ella...
El hombre que hay dentro de mi daña mis articulaciones, oídos y pensamientos. No quiere dejarme avanzar, desea volver allí, abajo; a la carnicería. Casi domina mis instintos, mis acciones, pretende ser más fuerte que yo. En cambio yo sigo ascendiendo encuentro la cueva y entro.
Lo primero que veo son los ojos, sus ojos intensos clavados en mí. Y lo reconozco. ¡Es Laskar! Un compañero del pueblo. Ya no me detengo, me arrojo sobre él, nos abrazamos, le digo quien soy y lloramos juntos nuestra miserable derrota. Después descansamos un rato hasta que él me mira y avergonzado, bajando la cabeza, confiesa.
“Oh Tomek, Tomek, soy cobarde, odio la guerra y me asusta. No tengo valor para combatir. Debo decírtelo a ti sólo a ti: Soy... homosexual.”
Permanezco mirándolo a los ojos. No acierto a articular palabra. Estoy asombrado, peor aún: ¡Escandalizado! Grito:
“¡Maricón! ¡Has abandonado a tus compañeros, tus parientes, tus familiares ahí abajo y permites que los asesinen!”
E irritado le pregunto.
“¿Acaso no eres capaz de batirte como un hombre?”
Eleva la mirada, sus ojos claros, azules, penetran dentro de mi alma y la desgarran de dolor, está llorando. Sus manos callosas acarician mis muslos aún doloridos por la ascensión. Niega con la cabeza repetidas veces.
Tomo el fusil y fuera de mí disparo. El balazo le alcanza una pierna. Aúlla, Gime, cierra los puños. Permanezco lívido unos instantes. Él murmura.
“A qué esperas. Me lo merezco. Vamos. Acaba...”
De pronto algo se derrumba en mi interior. Me echo a temblar, tiro el fusil lloro, comprendo y me doy cuenta emocionada: ¡Lo he amado toda mi vida! La mujer que hay dentro de mí asume el mando, domina mis acciones, empieza a mostrarme cuales son mis necesidades: Su boca, sus brazos, su tacto, su olor, su sexo de hombre. Yo, soy una mujer con cuerpo de hombre y él... un hombre invertido. Estamos hechos el uno para el otro. Esa noche nos amamos intensamente.

A la mañana siguiente los oímos. Están a la entrada. Nos conminan a rendirnos. ¿Rendirnos? Jamás. Ahora lo sabemos; por separado estamos incompletos, indefensos, en cambio juntos, somos uno solo. Somos inmortales.
Luchamos durante días con tal valor que nos ofrecen rendirnos sin matarnos. Pero eso no es posible. De día somos asesinos, de noche amantes perfectos. Ambos lo sabemos, apenas durará dos, seis, veinticuatro horas más. Mientras tanto, somos el matrimonio perfecto: Hombre y mujer, mujer y hombre, amándose intensamente hasta el instante final sin un solo resquicio de duda, inseguridad, y mucho menos, miedo.

José Fenández del Vallado. Josef. Oct 2008.



28 libros abiertos :

Anónimo dijo...

La guerra puede trastornar la vida de cualquier persona y te hace cuestionarte tu vida en segundos...
un abrazo Josef

Lara dijo...

No he vivido ninguna guerra ni espero vivirla nunca, yo soy muy pacífica, jajaja...
Muuuuacks!

Juan Duque Oliva dijo...

Lástima que se diera cuenta en lo alto de la montaña y cuando faltan tan pocas horas.

Tendría que ser más valiente en la guerra del día a día.

Un abrazo, me encantó.

TORO SALVAJE dijo...

Excelente otra vez.

Tienes que editar todos estos relatos. Ojalá que si.

Saludos.

Yurena Guillén dijo...

Fantástico relato. Tienes un estilo particular y unas características que voy descubriendo poco a poco en cada nueva lectura. Estupendo. saludos.

Tesa dijo...

Qué historia tan extraña.
El desertor se encuentra casualmente, en el refugio, con su querido amigo y lo primero que le confiesa es que es gay (que yo no creo que influya el valor, sino en la elección sexual de cada uno)

:)

Angelica Jensen dijo...

Odio la guerra y si fuera militar seguro que sería un desertor!
Tambien me escondería porque me niego a morir tan indignamente....

Un beso!

Anónimo dijo...

Estuve unos días de vacaciones, compañero. De ahí mi ausencia.
Pero vuelvo a deleitarme con tus historias. ¡Qué habilidad tienes para narrar! Es asombroso.
No tuve mucho éxito con mi propuesta por cierto, así que habrá que seguir solo. Ya me contarás si te animas tú a hacer lo mismo.
Difícil esto del amor. Llevas razón.
Un abrazo muy fuerte.

Amnesia dijo...

Increible relato, me ha encantado, normal que te dediques a esto, de pequeña queria ser escritora, pero ni siquiera acabe el graduado,asi que no me voy hacer escritora jeje, Tambien quise ser, mecanica, y profesora eso cuando era muy de peque jajajajaja,soy una persona idecisa, solo hay una cosa que hago con seguridad, cuando amo, lo hago de verdad y no dudo , amo las letras por eso escribo. Bueno un besazo y gracias por pasarte siempre por el lado del olvido, un besazo.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Una rosa entre espinas.

Un delicado sentimiento en medio del mar de asco, incomprension, miedo y brutalidad que es la guerra.

Precioso relato. Que lindo post.

Un cordial saludo!

© José A. Socorro-Noray dijo...

¡Otra maravilla!
No sé si tendrás publicado algo, pero esto debiera estar en todas los Colegios en Institutos. Es un bellísimo alegato contra la guerra, incluso la que vivimos cada día en nuestra vida cotidiana.

Un abrazo

MANDALAS POEMAS dijo...

Hola cordial saludo. De nuevo por este gran espacio. Te invito al mio: www.mandalaspoemas.blogspot.com

Un abrazo,


Víctor

Virgen María dijo...

La guerra envuelve de tal manera que se miran realidades comprensibles.

Un excelente relato , te felicito Moderato_dos_ Josef.

Un abrazo

María

Mi vida en 20 kg. dijo...

Wow!!! que relato!!!! me encanto, aunque odio la guerra.

un beso

Julia Hernández dijo...

Incómodo y terrible lugar rodeado de guerra y muerte para encontrar el amor, como siempre una delicia leerte. Un abrazo.

MaríaCv dijo...

Esta historia tiene tantas lecturas y análisis... abre esa posibilidad. En un ambiente de dolor y de muerte el amor... te felicito por este texto y saludos! María

Mónica dijo...

Hola me encantó lo que escribiste y la imagen de esos pinos nevados.

Muy bueno. Bss. Por suerte acá nunca hubo guerra.

Nos vemos. ¿si?

Silvia_D dijo...

Dicen... que importa el sexo cuando el amor es puro?

Preciosa tu historia, dura, como todas las que escribes, pero tienes tanta sensibilidad que llegas siempre al corazón, querido niño.

Es un verdadero placer leerte :)) gracias

Besos y PAZ y AMOR

Juan Duque Oliva dijo...

Por cierto ayer te vote, te lo mereces.

Si alguien se anima a votarme en Blog Personales:

Vota a Luz de gas Blog de Juan Duque en categoría Blogs Personales

Esto es un poquito de publicidad pero bueno, confía en que sabrás perdonarme.

Un abrazo

Dolores Garibay dijo...

Hola mi querido JoseF,

Por alguna extraña razón recordé una canción que George Michael cantó hace varios años. Es un cover, el tema original ignoro quien lo interpretaba. La canción es cuestión se llama "The Grave" y la letra es muy similar al inicio de tu relato.

Extraño el final, pero me gustó :)

Besos chilangos

dijo...

La guerra, la muerte, me causa tanto terror...
mil besos

Mr. TAS dijo...

joer.... no había visitado todavía este santo lugar. bueno, todo lo santo que pueda pecibir un ateo como yo.... XD

©Claudia Isabel dijo...

José, me encantó la historia, genial, como todas las que escribís!!!
si, creo que deberías recopilar y editar un libro.
Abrazos

Jobove - Reus dijo...

desertor sin lugar a dudas que peleen ellos los ricos

saludos

maria varu dijo...

Amigo Josef, aquí no hay respuesta a tu pregunta, el ser humano es un misterio que nunca conoceremos plenamente, sencillamente se es, sin posibilidad de abarcar su totalidad.
De nuevo un relato sorprendente.

Un abrazo amigo.

zoraida999 dijo...

El cobarde es el que hace la guerra para salir corriendo de la dialectica donde sabe que no puede ganar....

Jo..Tengo problemas cada vez que intento entrar en la pagina de comentarios...

Clarice Baricco dijo...

La realidad, el dolor, el vivir lo llevas a letras y desgarras con la historia.
Sigue.

Abrazos.

Esther dijo...

Hola! aqui estoy para ponerme al día que con el cambio de plantilla he andado algo liada.. y yo perdiéndome esto tan bonito, ¡no puede ser!.Me ha encantado eso de que juntos son invencibles y por separados son débiles.. sigue asi.

Un beso

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