viernes, noviembre 27, 2009

Enamorado...




¡¡Rummm Rummm Rummm. Trakla, trakla, trakla!!

Martín Prieto abrió los ojos a un nuevo día y se levantó de la cama.
Hacía un sol espléndido, un rayo de luz que atravesaba su habitación dividiéndola en dos trazos desiguales corroboraba su impresión. Se asomó al ventanal que daba a la vega donde se extendían las cosechas de maíz y cebada. Había polvo por todas partes. Las grúas habían empezado a hacer su trabajo y destrozaban sin miramientos las frondas de la naturaleza; la civilización llegaba veloz. Sólo dos semanas habían tardado los regidores de la comunidad en planificar el nuevo trazado de la M-90.
Volvió la vista hacia la izquierda y allí estaba la vieja vereda que durante más de treinta años había utilizado para ir a visitar la casa de Susana. Aún no la habían tocado, no tardarían en hacerlo, y entonces Susana y con ella el pasado de su vida, se desmoronarían en un abrir y cerrar de ojos.
De no haber existido Susana ¿qué habría sido su vida? se preguntó de repente. Resultaba inquietante pensar como a veces una persona puede marcar el destino en la vida de otra. Y a él le había sucedido. Susana sin duda le había dado la fe y la energía, pero sobre todo las alas necesarias para sobrevivir en este mundo. Y sin embargo, ahora, apenas faltaban minutos para que la brusca sacudida de un brazo metálico segara su unión y sin ella ¿qué le quedaba a Martín Prieto?
Los ochenta y cuatro años que soportaban sus huesos eran un récord inimaginable para él. Jamás soñó con la posibilidad de alcanzar semejante longevidad, pero sabía que si aún estaba ahí sin duda era gracias a ella.
Volvió a mirar la vereda y ahí estaban: Sesenta años antes, él y ella subiendo el repecho que conducía a la iglesia de Don Juan, cargados con los fardos de arroz, las pesadas bíblias y los libros de estudio; jóvenes, fuertes y alegres. Volvió a contemplar la vereda treinta años después, marchando hacia el norte se perdía en el horizonte camino de otras ciudades. Y él, al igual que muchos jóvenes del pueblo, anheló recorrerla.
Jamás llegó más allá del hogar de Susana. No fue capaz de despedirse de ella, ni de escupir falsas promesas de retorno. Sobre todo, viéndola allí cada día, tan pura y lozana, recostada sobre el marco de su ventana.
Después de un tiempo Susana se fue. Volvió al cabo de unos años. Se desposó con otro hombre, un afable granjero del norte. Pero nada había cambiado y él siguió esperándola. Por alguna razón sabía algo desde siempre: Su vida estaba ligada a la de ella y no podría amar a nadie más. Domiciano, el marido de Susana, murió en un triste accidente de tráfico. Ella tardó en superarlo, pero transcurridos unos años volvieron a ser los de antes; es decir, a estar juntos. Cada cual en su casa, pero juntos...
Así fue como Martín Prieto vivió enamorado toda su vida y ahora la civilización llegaba veloz, con el antifaz de la muerte estampado en los brazos metálicos de sus magníficas máquinas. Y también con un recado letal escrito en aquella hermosa mañana de mayo...


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José Fernández del Vallado. Josef 2009




31 libros abiertos :

Lara dijo...

Toda su vida enamorado, ainssss.... el amor. Un gran texto Josef ;)
Muuuuuuuuuuuacks!

Anónimo dijo...

Un texto muy bueno, me lo he leído con mucho placer.
Besos
anamorgana

RR dijo...

AY EL AMOR QUERIDO MODE....paso a saludarte sigue con tu actividad...que adquiriras recompensas y muchas....un besazo

lanochedemedianoche dijo...

Toda una vida enamorado sin otra esperanza que verla sentada en su ventana, y ahora que el ocaso de su vida lo tiene casi vencido, sueña o deja que su sueño vuele solo llegando al final.

Besos

lanochedemedianoche dijo...

Toda una vida enamorado sin otra esperanza que verla sentada en su ventana y ahora que el ocaso de su vida lo tiene casi vencido sueña o deja que su sueño vuele solo llegando al final.

Besos

Paquita Pedros dijo...

Triste estar enamorado sin ninguna esperanza precioso relato siempre un placer leerte
un beso y feliz fin de semana

Dama dijo...

Cautivadora historia Josef, yo creo que casi todos hemos sufrido en silencio el amor, pero hay veces que la vida se empeña en ponernos trabas o de cambiarnos el paso al caminar.

Besitos.

Anónimo dijo...

Precioso, me recordó un poco a "El amor en los tiempos del cólera" toda la vida esperando al que verdaderamente es su otra mitad, porque lo demás no tiene sentido, aunque la espera sea larga, aunque sea toda la vida, aunque sea para estar juntos en la lejanía.

Me encantó, un abrazo enorme a la espera de tus noticias. Muakaa

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hay que tener paciencia.

Amig@mi@ dijo...

Qué bueno leerte de nuevo amigo aunque sea en un canto a la paciencia.
¿Cuantos casos así habrá en la vida real?
Besos

Carver dijo...

Que decir que no diga tu hermoso texto..., el amor es ante todo eso, amor y si es verdadero será para siempre.

un abrazo

Verónica Calvo dijo...

Muy hermoso. He seguido el relato con interés y una sonrisa reflexiva. Buen finde.

Naveganterojo dijo...

Triste historia de amor para un dia triste de otoño.
Demasiada tristeza aunque creo que en tu historia, las maquinas no podran borrar los recuerdos de Martin.
Un abrazo amigo.
Salud y felicidad

Spica dijo...

...eso es fidelidad, madre mía...pero que amor mas triste no?...un abrazo...

Noelplebeyo dijo...

Un amor eterno...

Saludos

LUX AETERNA dijo...

Muy bueno Moderatto que bien que describis a los personajes y las actitudes, muy bueno me hiciste recordar a esos amores como los de Los tiempos del Cólera, esos largos sin tiempo.

Abrazo es un gusto leerte

Anónimo dijo...

Hay que decir las cosas a tiempo antes de que sea demasiado tarde.
Muchas veces nos podríamos arrepentir de lo contrario.

Buena y ágil manera de contarnos la historia, Josef, te felicito. Tal y como recordaba todo lo escrito por ti.

Un beso.

© José A. Socorro-Noray dijo...

Hay tantas formas de amar, creo, como personas en el mundo. Es tan complejo el amor, aunque aparentemente sea tan simple, que a veces nos pasamos media vida, o quizás la vida entera, a que le tren pase por delante de nuestra puerta. Y lo peor de todo es que, en demasiadas ocasiones, cuando está pasando lo dejamos alejarse en medio del silencio y por miedo no nos subimos a él.


Un fuerte abrazo, amigo.

panterablanca dijo...

A mí no me ha parecido un texto triste. Tenía ochenta y cuatro años llenos de amor, toda una vida iluminada por el amor, no todo el mundo puede decir lo mismo.
Besos selváticos.

MOMENTOS DE LA VIDA dijo...

Un bellísimo relato!! de un gran amor!! el amor mas hallá de los recuerdos!!
te dejo un gran beso!!!

Novicia Dalila dijo...

Que bonito Josef.
Siempre es un gustazo leerte.
Me alegra que hayas vuelto a escribir aquí de vez en cuando.

Un beso

Luar dijo...

el amor el todo y el nada...

Julia Hernández dijo...

Divino relato de un verdadero y eterno amor que traspasa tiempo y lugar.Me conmueve el solo hecho de imaginarlo. Creo que si se mantuvo este amor, sorteando ausencias y dificultades, ahora que la vida le regala una oportunidad a sus ochenta y cuatro años tal vez Martín Prieto luche y no deje escapar sus sueños y haga de ese amor algo tangible. No creo que el brazo metálico de la civilización y su antifaz de la muerte sean mas fuertes que el amor verdadero de siempre. Hay muros mentales mas poderosos que hay que derribar. Bellísimas descripciones.Me ha encantado! Es un placer leerte siempre. Un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

Lástima, podrían haber esperado a que él falleciera.

Saludos.

Yuria dijo...

El realismo del texto, por un lado. La debastación de la naturaleza. Y, el amor que liga a dos seres para siempre. En conjunto, un gran relato.

Un abrazo.

María dijo...

Hola Moderato, me alegro mucho volver a leerte.

Siempre es un placer leer un nuevo relato, escribes con pluma de oro.

El amor es lo más grande de la vida, SIEMPRE.

Un beso.

Seo dijo...

hola

te deje un premio en mi blog

pasate

besos

Verbo... dijo...

Cada día, hay que agradecer.

Un beso.

AdR dijo...

Un placer leerte de nuevo, aunque dispongo de poco tiempo, pero siempre es bueno comprobar que sigues dándole una dimensión especial a los protagonistas de tus relatos.

Abrazos.

Soñadora dijo...

No hay caso! Soy una soñadora y me encantan esos amores que son pacientes y capaces de aguardar toda una vida!
Besitos

RR dijo...

Hermosa mañana de mayo....te ves reflejado en tu relato??? te identificas con él???

Vaya amor tan eterno y dificil e inconseguible...pero asi sucedio esa mañana de mayo...besitos de diciembre mode...

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