sábado, abril 16, 2011

Breves anotaciones acerca de mis impresiones sobre cuatro canciones.



Imagen tomada de Internet.

Podéis seguirlas y avanzar con ellas o con mis letras, en orden de aparición en el reproductor del blog.
En ningún momento he tratado de traducirlas, simplemente me dejo llevar por los sentimientos…
Incluso cuando no tengo apenas ganas de escribir si me enchufo a Brett Anderson y escucho su magnífico Love is Dead, mi sangre bulle renovándose de deseos y ansiedad por seguir en la estela de la vida. Doy gracias a quienes me rodean por soportarme y ayudarme a llevar una vida – casi – exenta de stress. El stress me mataba. Hacía de mi un hombre nervioso e irritable; no llevaba nada bien lo de trabajar con personas que estuvieran por encima de mí, no podía liberarme de la responsabilidad que la situación generaba. Si cometía un fallo me derrumbaba, por otra parte, nunca estaba en el lugar exacto, ese espacio en el cual pudiera sentirme a gusto conmigo mismo. Brett martillea en mi cabeza: “El amor ha muerto,” y eso me obliga a asirme aún con más apego a los pocos recuerdos razonables que me quedan: Los recuerdos de tantos amores: bellos, apasionados, llevados a extremos de locura etc.. El amor se diluye en un coro final que se precipita en un torbellino musical hasta diluirse en un final tranquilo y lleno de matices. La voz de Brett, siempre potente y bonita…

Después de Brett Anderson, comienza a sonar el Country Disappeared de Wilco, y me siento flotando. Recorro parajes desérticos californianos de una belleza extrema y donde uno no debe detenerse jamás porque la vida que allí mora es de una sensibilidad aplastante. La vida es un avance continuo y yo estoy dispuesto a seguir unas notas que discurren como un caudal de aguas ora serenas, ora revueltas, y que una vez despertaron tempestades de pasión… Soñando siempre con promesas, las promesas de vida de un país que desaparece; están ahí. Solo hace falta un poco de ánimo para prenderse, de nuevo, a la vida... y dejarse llevar por melodías del Oeste americano más boyante y actual…

No alcanzo el nirvana hasta escuchar los primeros compases del When You Leave, de los Maps. Se trata de una canción que siempre me consigue transportar al amanecer de un nuevo día, cuando todo está por venderse. La canción arranca, y como si estuvieras conectando tu autogiro, lo haces con ella. De forma pausada y progresiva te elevas por encima de la ciudad y recorres el amanecer de los escenarios que forman y formaron parte de tu vida. De pronto te detienes, levitas entre estrellas fugaces y pasajes de una vida siempre en movimiento. Lentamente, dejándome llevar, voy alcanzando el punto vital de la canción. Encuentro y me abrazo a mis amigos de siempre, o a quienes estuvieron una vez. Camino con ellos por las avenidas de una ciudad sin nombre, y según lo hago, soy consciente de lo lejos y a solas que estamos en el Universo. Desde la oscuridad mis pensamientos tratan de abrirse camino, pero el viaje es demasiado largo como para detenerse. Siempre estaremos en movimiento, siempre habrá vida detrás de nuestra imperceptible presencia en un planeta maravilloso.
Las notas culminan expandiéndose en el silencio, en la placidez absoluta de un radiante atardecer. Nada finaliza, tan solo sigue post puesto... y en marcha...

The Scientist: Hay pianos que no se pueden olvidar, el de la canción Scientist de Coldplay es uno de ellos. Hay voces que te acompañan en el camino de la vida. La voz del Chris Martin logra ese efecto, encaminándote siempre, hacia la luz. Adentrándote en la madurez de unas notas contundentes, sensitivas, detrás de las cuales se esconde la gran nostalgia de lo que pudo ser y no es; de lo que es esa fuerza que nos encauza ciertas veces: El amor. Ese amor que de repente, de forma imprevista, se abre a nuestro ser. Lo bueno de esta canción es que no termina nunca; se expande, recorre avenidas, explora en nuestras vidas la cuestión es la ciencia, la ciencia es el progreso, dice, mientras avanza. Las guitarras y el bajo, contundentes, acompañan a los teclados, hasta vaciarse en un final maravilloso que siempre será un nuevo principio. Todavía, hoy, estamos naciendo ala vida...

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16 libros abiertos :

David Lucas dijo...

Josef!!
Tus historias son incomparables.
Eres un genio.
Es tan completo tu blog como cada palabra que escribes.
Te dejo en el mio una encuesta que si te apetece, puedes continuar pues, entre tantos, te he elegido para que participes.
Un abrazo y pasa por mi rincón del sentimiento.

Mixha Zizek dijo...

Leí con gusto tus reflexiones acerca de la música que escuchas y escucharé tus recomendaciones. Yo también escucho música sobre rtodo cuando escribo poesía. besos

Lara dijo...

Bueno, en cuanto a música somos algo diferentes pero me han encantado tus reflexiones.
Muuuuackssss!!!

Jose dijo...

Gran paseo por las composiciones musicales, y aún mejor por como lo narras cuentas con todo detalle,es cosa que nos tienes acostumbrados y debemos de agradecerte una vez má.

Saludos

Andri Alba dijo...

Me gustó mucho este post donde a través de la música podemos conocerte y conocer uno poco sobre tus gustos.

Un beso.

Luisa dijo...

Hola, Josef.
Siempre hay una melodía para cada momento.
Me han encantado tus reflexiones, dicen mucho de ti.
Yo tengo algunas que me hacen sentir, pero debo reconocer que escucho muy poca música. Me descentra totalmente a la hora de escribir, tal vez, porque tiene esa facultad mágica de trasladarme demasiado.

Un beso.

Julia Hernández dijo...

Muy hermoso, fresco y relajante lo que compartes. Y es que no imagino la vida sin música, en cualquier manifestación que envuelva nuestro estado de ánimo en ritmos y armonías, y nos eleve a profundas emociones y mejor aún si es para llevarnos a la satifacción de un principio... Un beso y un abrazo!

Carlobito dijo...

Me gusta mucho también la música que te inspira, y la describes con mucho sentimiento. No dejes de escucharla para que podamos seguir leyendo tus letras.

Saludos.

matrioska_verde dijo...

La música también me provoca muchas sensaciones y hace tiempo escribí algo parecido a lo que haces tú en este post con un CD de Ennio Morricone y Dulce Pontes “Focus”. No sé cuántos cientos de veces escuché esas canciones… Biquiños,

soy beatriz dijo...

Querido Josef, excelente creación. Me pasa algo así con la música. En realidad es para mí una inspiración constante y lo que has hecho me parece maravilloso.

Perdón si estuve ausente en algún post, nada serio pero estoy con algunos problemitas de salud.

Te mando un beso grande!!!

Arwen dijo...

Precioso viaje, descrito con una presición asombrosa.

Un gran beso.

Arwen

AdR dijo...

Ha resultado un agradable paseo por los paisajes de estos temas.

Saludos

gaia56 dijo...

Pues me has inspirado la mañana... las música y tus palabras.
Un beso y muchas gracias.

campoazul dijo...

Muy agradable leer tus gustos entre tu música, es curios a mi me encanta escuchar música sin embargo para escribir he de hacerlo en completo silencio escuchado solo los sonidos de mi cabeza...

Besitos.

Belkis dijo...

La música no tiene límites, fronteras ni banderas, proporciona armonía, compone los ánimos descompuestos, es eco del sentimiento, da forma al silencio...Y si va acompañada de tus letras mejor que mejor. Es un deleite leerte Josef.
Un fortísimo abrazo

sex shop dijo...

la musica es todo

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