sábado, octubre 22, 2011

Aflicción Incorregible

Un nuevo otoño consumía con precipitación redundante la vida de Marc. Se cumplían seis meses del terrible accidente de Sonia, y continuaba echándola de menos. Trabajaba a destajo, pero eso tampoco era suficiente para llenar sus áridos momentos de soledad...
Eran las seis de la tarde, pronto anochecería, se esforzaba en asimilar el último libro que le había regalado un compañero, de título: “La guerra contra el cliché”, de un escritor inglés de renombre. La cuestión, no lograba meterse en la trama. Llamaron al timbre, desperezado por el timbrazo, sin ni siquiera calzarse, corrió a abrir la puerta. Antes de hacerlo, echó un vistazo a la cámara de seguridad, y vio a una belleza. Volvió a calzarse, se peinó, se puso desodorante y nada más abrir, por primera vez en meses, algo en su interior le hizo olvidarse de sus circunstancias. Desde luego, era una muchacha de ensueño. Aunque lo primero que dijo y cómo lo dijo, no le encajó. Fue lo siguiente:
   Hola, soy María. He venido a hacerte compañía.
Permaneció rígido, observándola con suspicacia, dudoso preguntó.
   ¿Te conozco de algo?
Ella, abriéndose paso, dijo.
   ¿No lo sabías? Lucio, tu hermano, me propuso que viniera, y yo acepté gustosa.
La miró de arriba abajo. Como toda mujer acostumbrada a ser observada, se desenvolvía con desparpajo. Y pensó: “Debería de haberlo supuesto. Mi hermano.”
Preocupado añadió.
   Así que no te conozco. ¿Nunca nos hemos visto?
   Oh, desde luego. Estoy casi cansada de verte. Te veo vía satélite, en documentales, en el visor... ¡Eres toda una excelencia!
   Bueno, por lo que veo mi hermano también lo es y... Oye... No habrá qué...
La chica refunfuñó, inventó una mueca lasciva, y respondió.
    Te refieres a pagar. Crees que soy una cualquiera, ¿no?
   No, disculpa. Pero... no todos los días llama a mi puerta Afrodita.
    ¡Vamos! Déjalo ya. Has sido bastante grosero. ¿No te parece? ¡Presta atención! Repito: Soy una amiga de Lucio que sigue de cerca tus pasos. ¿Pasa algo?
   Ya... Lo suponía. ¿Caza fortunas?
Caminando con sosiego rodeó la mesa de mármol del salón y añadió.
   Así que no das el brazo a torcer. Claro que... ¿debo de parecerlo, verdad? Y siguió.
   Sí, estoy al corriente, eres un tío forrado...
Se mantuvo en silencio unos instantes, y tomando aire, adujo.
   Aunque para nada. No soy una inútil de ésas. Sé hacer de todo.
Confundido, Marc se dejó caer sobre el sofá y de su voz, en cierto modo pasmada, apenas brotó un susurró.
   Ya. ¿Y qué es lo que sabes...?
Ella lo miró solazada. Dejó escapar un ronroneo similar a una risita, y comenzó.
   Sé coser, soy buena fregando y planchando pero sobre todo, y esto es algo importante, sé bastante cocina.
Y con orgullo añadió.
   Tengo un Máster.
Llegó a su altura y sin demostrar un destello de rubor, se acomodó junto a él.
Marc, incómodo, cruzo los dedos de ambas manos y titubeando, sin atreverse a mirarla, la desafió.
    Bien, genial... Buena forma de presentar tu candidatura para enrollarte conmigo. ¿Alguna cosita más?
Ella, sin darse por enterada, contempló con fascinación la enorme pecera que estaba a su izquierda, en la que había incluso ejemplares de cría de escualo. Sin forzar la voz, dejó escapar.
   Sí, amo a los hombres que me agradan y también... bailo.
   ¿Bailas?
Se levantó y balanceándose con exquisitez caminó hasta el equipo de música, ojeó la lista de reproducción, pulsó un botón y el One Wing de Wilco comenzó a sonar. Dándose la vuelta estiró los brazos y dijo.
    Pasado, pero genial.
Hizo un aspaviento con ambas manos y excitada, agregó.
   ¿¡Vienes!?
Marc trazó una pantomima en el aire y las cortinas metálicas de la habitación comenzaron a cerrarse, hasta que el entorno, excepto tenues y anaranjados rayos del sol que se filtraban, quedó envuelto en penumbra. Se reunió con ella, la tomó de la cintura y apreció su templanza y elasticidad. A pasitos, con indecisión palpable, comenzaron a evolucionar.
Dos canciones más ella estaba contra la pared, apoyada de espaldas alzó una pierna y la acomodó sobre los gemelos de Marc, quien a su vez aspiró con sofoco y la besó. Sus lenguas se entremezclaron enlazándose de forma febril, palpó su paladar, mientras acariciaba su nuca ella se detuvo y cuando volvió a besarla no obtuvo otra respuesta que unos labios rígidos; unos brazos que lo acorralaban como tensas lianas, y un cuerpo de pronto tan frío como el de una merluza congelada...
Aulló de estupor, se detuvo, y la miró con detenimiento, meditó unos segundos, tanteó de nuevo la nuca de María, y ahí estaba: El resorte. A continuación, jadeando con desesperación, se liberó de sus brazos y la pierna entrelazada, la agarró, y alzándola como si fuera un maniquí, la apoyó contra la pared.
En ese momento sonó el timbre, la puerta se abrió y las luces se encendieron. Detenido detrás del marco, como un gigante feliz, estaban los dos metros tres de Lucio, sonrojado y risueño, que berreaban feliz cumpleaños. Se giró y echó un vistazo al calendario tridimensional alojado en el centro del la sala. Era sábado, veintidós de octubre, estaba tan descentrado que incluso había olvidado su aniversario. Miró con ojos sanguinolentos a Lucio, quien traspuso la puerta y encajó un puñetazo en la barriga y otro en el mentón. Apenas afectado extendió sus tentáculos, atrapó los brazos de Marc y haciéndole un pressing, le dijo.
   Calma hermanito. Podrás hacer lo que quieras con María. Es genial. Pero nunca toquitees esa nuquita tan hermosa... y si te gustan las nucas ya inventaremos algo para que no se te desconecte. Y ahora ¿puedo soltarte?
   Si... ¡Déjame en paz sucio inventor de pacotilla!
   ¿Yo?
   Sí tú. Así es como piensas llenar el vacío de Sonia. ¿Regalándome a una vulgar androide?
   Oye. No es para nada mediocre. Es la mejor de su clase.
   Claro, la novia de Blade Runner ¿no?
   No, mucho mejor que eso...
   ¡Ja! Pues no la quiero, te enteras. No deseo joder con una muñeca de cables y silicona... Para eso la adquiero en un establecimiento porno...
   Oh, es mucho más. ¡Vale millones!
   Y no podías haber tenido una idea más ocurrente, ¿verdad?
   Creó que sí.
   ¿Cómo?
   Aquí tienes las llaves del coche que falta en tu colección, un Pontiac G5 Top Speed. Está ahí abajo.
   ¡Caramba, hermano, te pasaste! Y además...
   Qué...
   Jodido. ¡Me diste el pego!
   ¿En serio? ¿Lo hice? ¿Engañé al maestro de la robótica?
   Sí, lo hiciste. Ahora me doy cuenta. He desperdiciado mucho tiempo en lloriquear y me has sobrepasado. Ahora eres tú el número uno.
   Entonces, sin rencores. ¿Amigos de nuevo?
Dijo Lucio, avergonzado y feliz, y tendió su manaza. Era, una vez más, el de siempre.
Marc se la oprimió con entusiasmo, de forma casual pulsó el resorte en su dedo pulgar y la fisonomía de Lucio se puso tan fría como una merluza congelada...
A Marc no le hizo gracia la ocurrencia. Reconocía en su hermano a un genio, pero nunca había sospechado en qué punto dejó de ser hombre para convertirse en androide.

José Fernández del Vallado. Josef. Octubre 2011.
Creative Commons License


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.  

34 libros abiertos :

Julia Hernández dijo...

Un relato ingenioso y entretenido de ficción, con una forma relajante de llegar al lector. Lo he disfrutado a mil!!! Besos!

Amig@mi@ dijo...

Ciencia ficción pura y dura. Buen giro que nos deja descolocados. A mí al menos me pillaste.
Un abrazo

dijo...

Buena sorpresa para un cumple
(me hizo gracia lo de la merluza congelada, jaja).
Buen finde, José.

TORO SALVAJE dijo...

La novia de Blade Runner todavía me fascina...

Un antes y un después de esa peli.

El relato es genial.

Saludos.

soy beatriz dijo...

Tu relato es maravilloso, como todos, pero este tiene un desarrollo en la trama que me encantó.
Lo primero que hice luego de leerlo, fue tocarme la nuca, no fuera cosa que...
¿No seremos todos androides, desprogramados?

Un hermoso domingo para vos!!! Felicitaciones!!

A.K.E. dijo...

Un buen relato mezcla de realidad y ficción. Me encanto el aspecto de tu blog que facilita su lectura.
Un abrazo.

virgi dijo...

Me imagino a Angelina Jolie.
Besitos

Unknown dijo...

UN PLACER CONOCERTE.
UN SALUDO
MARIAN

Belkis dijo...

Sabes que siempre es un placer para mi leerte. Tus relatos siempre toman ese giro impedecible que tanto enganchan. Estás siempre a la expectativa. Vaya sorpresita de cumple. La ficción y la realidad se entremezclan y nos deleitan.
Un abrazo querido amigo.

Arwen dijo...

Ufff... un final que no esperaba!! ;)

Saludos.

Luisa dijo...

Hola, Josef.

Buen Relato.

Lo he pasado bien leyéndolo. Lo de la merluza congelada me ha hecho gracia, je, je. Y, quién sabe, quizá no esté tan lejos ese futuro en el que nos tengan que regalar a todos un androide para nuestro cumple, je, je… Poca guerra van a dar los ligues.

Un beso.

Carolina dijo...

Hola, querido Josef. Tienes razón, estoy perdidilla de este genial blog. Y mira, que divino ha sido leerte. Me he reído con Marc, Lucio y María. Me quedé alucinada con lo de la androide, y el giro del final aún más.

El diseño de tu blog, es precioso. Me gusta la forma en que se observan las entradas, y la cantidad que me he perdido de leer.
La música hermosa.

Un placer retornar a uno de los primeros blogs que sigo. Un placer leerte mi querido y estimado Josef. Prometo no perderme por tanto tiempo.

Besitos lluviosos (está cayendo una aquí, fuertisimo)

Janeth dijo...

Exelente relato, me llamo mucho la atencion la trama, el futuro que a veces creemos ficción ya es una realidad, en poco tiempo los robots en casa serán como tener una lavadora, o una nevera.

Ojosnegros dijo...

Fantástico...
Empezó a ser androide desde que decidió que podría cambiar a uno de ellos por un ser humano.
¡Qué lastimita!, con todo lo que sabía hacer.
Besos.

Liliana G. dijo...

Excelente, Josef, un cuento con emoción, con sorpresa y con trasfondo. La ciencia ficción te sienta de maravillas, el suspenso también...

Un beso grande.

fgiucich dijo...

Un cuento lleno de color. Me gustó. Abrazos.

campoazul dijo...

Original sí que es el regalo..., pero no sé si compensan las sorpresas que se lleva uno con tanto androide. Yo casi prefiero una cajita de bombones.¡ Pero el relato genial como siempre!.

Besitos.

ODRY dijo...

Hola, vine a devolverte la visita y tú relato me atrapo, me ha sorprendido gratamente, así que vendré de vez en cuando a leerte.

Un saludo.

lichazul dijo...

que puedo agregar si todos ya lo han dicho, simplemente disfrutar tu creación Josef

Felicitaciones una vez más por tu hacer lleno de talento

besitos

Tatiana Aguilera dijo...

Muy ingenioso Josef, lo disfruté porque me encanta la ciencia ficción...La plantilla de tu blog fantástica, se visualiza todo en forma ordenada y armónica.
Un abrazo para ti.

**jM** dijo...

me ha encantado tu blog! lo seguire! gracias por el comentario!

Towanda dijo...

Muy grato para mi cuando al devolverte la visita veo tantos androides... ¡Me encantó tu relato!.
Un gran sorpresa, también para mí.

Un abrazo.

Trini Reina dijo...

En realidad creo que él también lo es. Todos, a esas alturas, lo son.

Tú sufres síndrome de abstinencia y yo agobio cuando no escribo. Vaya par:):)

Abrazos

Verdial dijo...

Que bueno Josef, me has sorprendido. Desde luego eres buenísimo escribiendo. ¿No serás tu también androide?.

Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

¿Y si todos fuésemos, ya, androides?

LaCuarent dijo...

Muy pero que muy bueno, me encanta como los finales de tus historias tienen esos giros inesperados que lo cambian y lo mejoran todo
Besos

David Cotos dijo...

Excelente. Eres un maestro con esta historia. Como para contarla ya ya dentro de un rato. Gracias por tu visita al blog.

hoy dijo...

un gran final... sorprendente y intrigante ...
saludos :)

Dejame que te cuente dijo...

madre mia que sorpresa al final...¡¡¡
relato futurista donde los haya...
siempre me sorprendes...

un abrazo joseffff

matrioska_verde dijo...

Muy bueno, Mod, muy conseguida la mezcla entre ficción y realidad.

Leyendo este relato no he dejado de pensar en la película EVA, te recomiendo que vayas a verla, en serio, no te adelanto nada para no desvelarte las sorpresas que te puedes encontrar en ella. La película tiene algunas similitudes con tu relato, es increíble. Me pareció una película mágica.

biquiños,

KaLyA dijo...

Este cuento es buenisimo, me encanta el final sorpresivo y abierto. Es siempre un placer pasear por tus letras, Josef. Un beso y felicitaciones!

ArteDeAmar dijo...

Hola Jose, agradezco pasaras por mi espacio y me siguieras, espero acudas a leer alguno de mis escritos algún día.
Me ha gustado tu blog, te seguiré para continuar leyendote.
Besitos de Arte.

Arisenag dijo...

Sorprendente y espectacular relato .. sólo me ha quedado una duda.. Marc es humano o andróide tambien?? .. Sea como sea.. me ha encantado..

Un abrazo.

Eleonora Beatrice dijo...

Un rlato excelente. Detrás de la ficción lo más denuino de la especie humana.
Un cariño.
Eleonora.

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