viernes, abril 25, 2014

Los Gemelos. -III-

  Foto tomada de Internet.
 -IV- 
Perdí la cuenta. No sé si navegamos tres o más días. 
   Desembarcamos y pese a no ser demasiado larga, la primera caminata en la selva acabó por resultar agotadora. 
   Cuando como por ensalmo el poblado se reveló ante nosotros, sudábamos por todos los poros. 
   Me sentí entre admirado y desilusionado. Esperaba encontrar una horda de paleolíticos agasajándonos e incluso, venerándonos. En cambio el puñado de indígenas que se acercó hasta nosotros, parecían muy conscientes de lo que esperábamos ver reflejado en ellos: sus atuendos, y una cultura que se detuvo en el tiempo. 

  
   Pese al aparente silencio, me di cuenta de su laboriosa actividad. Me hallaba en una aldea en la que todos sus miembros trabajaban; unos elaborando delicados utensilios, otros cazando y pescando. Nada era como había imaginado. Si bien, sobreponiéndose a todo, algo logró impresionarme: su mirada intuitiva. Eran ellos quienes nos estudiaban, y quienes en realidad iban a decidir si habrían de aceptarnos o expulsarnos. 
   Tras disfrutar del entretenimiento y vínculo de unión de unos tiros con cerbatana, todos estábamos sonrientes, aunque en el fondo me sintiera algo triste. Pues entendí su delicado contexto. Estaban atrapados entre la espada y la pared. La espada era nuestra civilización; en cuanto a la pared, una selva que debido a los intereses comerciales acabaría por resultar esquilmada. 

   Esa misma noche o quizá después, todo cambió para mí. Empecé a encontrarme débil ¿eran las fiebres o secuelas de mi enfermedad? Lo cierto es que los anti psicóticos parecían haberme estabilizado. De una forma u otra todo tiende a tener un principio y un fin, y dentro de mí se fraguaba un cambio que no era capaz de prever. 
   Me desperté en una oscuridad silenciosa. Lejos o tal vez cerca, unos perros aullaban. Amortiguados por la fragosidad de la selva, los baladros disminuyeron hasta desvanecerse y de nuevo se impuso el silencio. 
   Salí de la choza y en el claro que se abría en la espesura contemplé las estrellas, a la vez que mis oídos se iniciaban a nuevos y extraños susurros y resonancias, como el dulce o escalofriante ulular de especies que nunca había oído. Un impulso irrefrenable me animó a caminar. El croar de las ranas dominaba un escenario encuadrado entre negros telones de tul, que ofrecían la turbadora sensación de mantener velados unos gigantescos bastidores. Enraizado a mi tronco con el vigor de una madreselva, el incesante canto de los batracios me fue guiando hasta un cauce cuya superficie ondulada proyectaba reflejos bruñidos en plata al albor de una luna purpúrea. En un estado de inconsciencia alcancé su margen. Caminaba sin experimentar ese miedo que de forma instintiva aviva nuestros temores más ancestrales. Pese a encontrarme descalzo, me conducía con una resolución involuntaria o quizá accidental. Estaba en un entorno frágil y a la vez movedizo, y dejarme llevar por los sentidos era todo cuanto podía hacer: oler los aromas, respirar y sentirme vivo era un placer cercano al hedonismo. Sin embargo, cualquier paso en falso, podía significar la diferencia entre continuar o dejar de ser...
   
   Asociado al concierto de la jungla capté una nota discordante, era un lánguido resuello silbante. Aislándola de los infinitos matices que la cercaban me moví en una dirección. Me condujo a un afluente que solo podía desembocar en el turbio caudal del Marañón. Chapoteando caminé por la orilla, hasta que unos ojos fosforescentes y fríos, como pulidos diamantes amarillos, me interrumpieron. Me dispuse a hacer lo más razonable: regresar. Entonces lo vi. Se encontraba a apenas medio metro del reptil, derrumbado boca arriba, con un astil atravesando su costado y sumergido casi por completo en un agua estancada. 
   Avancé con lentitud perezosa y haciendo gala de un coraje descabellado, desafié la codicia del carnívoro y pasé ante sus fauces. 
   Con un sentido inherente mis manos se convirtieron en las del cirujano. Con cautela tantearon el cuerpo aún con vida y extrajeron el dardo. Tras desenredar la débil figura de las lianas, soportando las picaduras de unos mosquitos rapaces, la sostuve en mis brazos. 
   El caimán dio un coletazo y se perdió en la oscuridad. 

   Carlos y yo nos esforzábamos en su cuidado. Era una joven mestiza que al poseer un admirable cabello pelirrojo y unos rasgos de un lustre blanquecino, lo más probable es que fuera el resultado del encuentro entre un garimpeiro de origen anglosajón y una indígena. Obviamente el sujeto no se había detenido a meditar las consecuencias de su inseminación. Y ahora Tuntui, considerada maldita y rechazada por la tribu, pagando con su vida, había estado a un soplo de recoger los frutos de su herencia envenenada. 
   Como dije la atendíamos ambos e incluso, fascinados por su atractivo, alcanzamos un acuerdo en el que ninguno debía tocarla. 
   Conseguir que la admitieran de nuevo significó días de deliberaciones por parte de la asamblea de ancianos de la tribu. Por supuesto, el refuerzo de Jorge Luis que dominaba el dialecto, y retribuciones exclusivas de nuestro inmoral proceder occidental, como el vergonzoso soborno de unos dólares que algunos nativos empezaban a adorar con un fervor superior al de unos dioses, que tarde o temprano olvidarían, terminaron por resultar decisivos. 
   Lo que a partir de entonces ocurrió entre nosotros, nunca había tenido lugar. Sobre todo de una forma tan violenta e irreflexiva. 
   Cuando regresé, tras limpiar y coser la herida de Tuntui, administrarle antibióticos y dejarla en vías de recuperación, el recrudecimiento de mi enfermedad perjudicó mi movilidad obligándome a permanecer en reposo. 
   Ahora y por decisión de la asamblea, los tres compartíamos cabaña. La medida no pudo ser menos acertada. 
   No sé cuantas semanas se sucedieron entre delirios, hasta que una de aquellas noches, la imprecisa claridad que proporcionaban las estrellas al filtrar su resplandor en el tejido de tela del tragaluz, me condujo a presenciar una escena que entristeció y corrompió mi alma. 
   Me despertaron unos suspiros profundos. Su origen estaba a mi derecha; en el jergón de Carlos. Volví la cabeza y en la penumbra de una vigilia tranquila, vislumbré sus siluetas y percibí sus deseos. Sus manos se buscaban y palpaban, sus sofocos contenidos eran puñaladas que desgarraban mi corazón. No sé cuánto permanecí en aquel estado de humillante postración, incapaz de moverme, sometido a la traición, hasta ceder a un desfallecimiento que convirtió mi percepción en un laberinto de extravagancias desmembradas. 
   
   Peor fue abrir los ojos al día siguiente. Completamente desnuda, la desvergonzada salvaje yacía fuertemente abrazada a mí. No pude sino enternecerme primero y a continuación echarla de mi lado a manotazos. 
   El resto del día fue un tormento. 
  Mi corazón me dolía y la cabeza incluso más. Lo cual no fue impedimento para que vomitara palabras fatuas, cargadas de odio contra mi hermano. En cambio él continuaba ignorándome ¿o se hacía el olvidadizo? Me daba cuenta. Mi enfermedad progresaba tan rápido como mi desorden mental. Necesitaba la ayahuasca. Pero teniendo en cuenta que el chamán de la asamblea aguaruna no estaba por la labor de proporcionarnos el brebaje —pues pensaba que estábamos igualmente malditos—, ¿quién y cómo me lo iba a suministrar? 

   Una noche volví a sorprenderlos. Esta vez no me pillaron desprevenido. Salí de la cama y con un machete me abalancé. Aterrada, Tuntui esquivó por milímetros los machetazos y salió de la choza como una exhalación. 
   Me desperté lleno de heridas y atado al camastro. Aquello era obra de Jorge Luis, que ayudado por jóvenes guerreros, acudió a separarnos. 
   En vano supliqué que me liberaran. 
  Tuntui regresó a mi lado y llorando me dio de beber y comer. Después llamó a Jorge Luis y le hizo traducir lo siguiente. 
—Mi madre era un chamán condenado. Su condena era ser mujer y chamán. Solo si tú lo deseas y así lo decides, seré tu guía espiritual en la ceremonia de la ayahuasca. 
   Me quedé mirándola perplejo y me di cuenta de que además de amor, sentía una profunda admiración hacia ella. 

Sigue dentro de tres, cuatro días... 
Muchas gracias a todos. 

José Fernández del Vallado.Josef. Abril 2014.

 

Creative Commons License 

 Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

77 libros abiertos :

josef dijo...

El próximo capítulo será el último.

Espero que, por lo menos, os haya entretenido un rato.

Gracias a todos!

Anónimo dijo...

Me tenías en ascuas con la continuación... jejeje... Pero ya está aquí y solo puedo decir que me has dejado con un deseo enorme de saber el final. Me hace pensar que Carlos ya no está entre ellos, después de esa noche de machetazos no se le nombra y eso me hace intuir su final... Pero seguro que me equivoco... o no... :)
Ahora toca esperar para saber si el ritual hace efecto y consigue curarse...

Genial tu forma de relatar, ya lo sabes... Me he sentido en esa selva esta tarde!!! Chapó!!

Muchos besinos!! :)

Unknown dijo...

Es lo mejor de los buenos relatos, que cada lector se implica tanto que ven sus propios finales, yo como el anterior comentarista, también intuyo lo que puede estar pasando. Pero, estoy deseando leer el último capítul, sé que de cualquier forma, me sorprenderás.

Si cuando se sepa el final, es algo parecido a lo que yo imagino, prometo que te lo diré, tanto si es una cosa u otra. jajaja.

Besos apretaos

Jorge Donato dijo...

La historia sigue de manera trepidante y repleta de intriga...¿será la ayahuasca la puerta que le enseñe su propia realidad?, espero con muchas ganas el desenlace.
Posees un gran talento, abrazos.

Al Tagrí dijo...

Un saludo José, tan solo quería comentarte que sigo atentamente la sucesión de capítulos y que espero con curiosidad encendida el desenlace de tu relato. También yo hago mis cábalas sobre la continuación y supongo que me sorprenderá.
Esperare al final para darte mi impresión, por el momento tu historia consigue atrapar y eso no es fácil.
Un abrazo.

Ester dijo...

La ventaja de haber leído dos capítulos seguidos es que me he ahorrado la incertidumbre, no he tenido que hacer cabalas, Bueno esto ya está mas claro pero no me atrevo a suponer ninguna muerte. Esperaré unos días. Un abrazo

Marinel dijo...

Lo que no puede negarse de esta saga tuya es que es entretenida, así que por ahí, no debes preocuparte, y, sabes?
Me recuerdas un algo, con esta aventura, por supuesto cada cual con sus particularidades y magnífica manera de escribir, a Vázquez Figueroa.
Un beso.

silvo dijo...

Me encanta que vivían entre la presión de la civilización y la disminución de la selva, buena descriptiva, saludos

Nurocas dijo...

Me muero por leer el desenlace y a la vez desearía que durase unos capítulos mas. Me ha gustado mucho este concepto, el tenernos expectantes, estoy disfrutando como una enana, creo que muchas de tus entradas podrían haber tenido perfectamente varios capítulos de vida.
Qué fantástica manera de narrar.
Un abrazo

Mirella S. dijo...

Tengo mis presentimientos, pero me los guardo a la espera del final.
Es llamativa la exuberancia de tu prosa y la facilidad para las descripciones.
Abrazo, José.

Nieves Martín dijo...

Como Mirella creo tener mis propias conclusiones pero temo a equivocarme, destripar el final o también andar perdida en este relato tan inquietante.
Me ha gustado mucho este capítulo donde nos acercas a ese ser humano salvaje o semi salvaje, que nos recuerda lo que una vez fuimos y los instintos primarios siguen dormidos dentro de nosotros por mucho que creamos evolucionar.

Besos Jose !!!

:)

lunaroja dijo...

Un relato muy bien desarrollado,que no pierde consistencia!

josef dijo...

Hola Haydeé.

Se agradecen mucho tus lecturas.
Espero que el final, por lo menos te mantenga en vilo.

Besos!

josef dijo...

Es bueno intuirlo yeste. No siempre es tan complicado como parece.

Deseo que te guste.
Un fuerte abrazo.

josef dijo...

Gracias Jorge Donato.

Veremos, veremos jajaja.

Un abrazo.

josef dijo...

O tal vez no... nunca se sabe.

Mi deseo es que por lo menos pases un rato agradable y disfrutes leyendo.

UN abrazo.

josef dijo...

Se va perfilando, ¿verdad?

Gracias por las lecturas.

Un abrazo Ester.

josef dijo...

Bueno lo de Vázquez Figueroa lo dirás por las selvas y eso jajaja. Sí, es un relato, en cierto modo, aventurero...


Abrazos!

josef dijo...

Un abrazo, silvo!

josef dijo...

Me alegro Nurocas de que te guste así. Sin embargo y siendo realista, debo decirte que la mayoría de la gente en Internet prefiere leer relatos super breves. Y no llevan bien lo de afrontar mil mil quinientas palabras. Uno de los motivos, quizá sea porque es difícil mantener la atención del lector.
El hecho es que yo preferíría haber subido todo de golpe pero -aparte de ti, por supuesto- ¿me habría leído alguien más?

Un fuerte abrazo.

josef dijo...

Aunque pensándolo bien quien te lea o no, a estas alturas, me resulta indiferente.
Si logro entretener pues bien. Y si no, ya me entretengo yo escribiendo jajajaa!

Besos!

josef dijo...

Quizá un poco sobrecargada a veces ¿no MIrella?
Pero bueno, de momento, a mí me gusta así. Sigo puliendo jajaja. En cuanto a las descripciones, siempre me han gustado,pues las considero importantes para dar forma y vida al relato.

Gracias por tu inestimble visita.

Un abrazo.

josef dijo...

Gracias Nieves.
A mi me parece que por desgracia, ese lado salvaje del ser humano es demasiado fuerte y será su perdición.

Un abrazo.

josef dijo...

Muchas gracias querida lunaroja!

Un fuerte abrazo.

Tramos dijo...

Me confieso atrapada del todo y teniendo que volver a poner el marcador, te aseguro que va a ser un final inesperado, pues no quiero plantearme absolutamente, te dejo a ti de total responsable y esto se debe primero por supuesto que no es fácil leer en tu mente ("lo cual es tan atrayente") y después porque es tan grato que un escritor te haga paladear ese final-principio....

Sobre como escribes ya te he dicho mucho, el que este aquí una y otra vez habla por si mismo.

Espero y sin prisas, me gusta el saborear,

Besos y fuertes ♥♥
tRamos

Marinela dijo...

Es un don crear ese ambiente de intriga que provoca y despierta nuestra imaginación en busca de un desenlace, de una explicación. Una lectura que te captura, es buena.....voy a leer los otros capítulos, aunque sea al revés..y aunque mi imaginación está maquinando un final, espero el tuyo, que sin duda será infinitamente mejor.

Saludos

Marinela

Dyhego dijo...

Se va poniendo cada vez más intereante, Moderato.
Salu2.

lichazul dijo...

dónde nos metes Josef, andamos todos espabilando y juntando cabos
tu virtud es atrapar como araña en su tela a nosotros los lectores
el ritmo sigue , la intriga va tocando y tensando más cada entrega
y nos dejas allí , colgando de una hebra para que la próxima entrega
sigamos elucubrando y como los detectives intentando entender y resolver
este lego que el narrador construye

besitos y buen domingo

Alicia Abatilli dijo...

Moderato (buen nombre el tuyo), es bueno seguir leyendo, saber que continúa, aunque se acerque el final. Lo bueno de este final es saber que vendrán nuevos comienzos.
Abrazos.

Anónimo dijo...

Algo que sí tengo que comentar, es como me gusta la riqueza de tus descripciones de los lugares donde el – los protagonistas se mueven, leyendote puedo hacerme una idea clara y sentir incluso a través de la oscuridad de la noche, todos esos sonidos que seguramente para muchos tan urbanitas como yo, serían prácticamente imposibles.

De una a tres los malditos entre la tribu, pero una mujer entre dos hombres siempre será causa de disputa, vaya si lo es.

Y ahora, llegando al final de esta entrega, me siento esperando ya la próxima y pensando que tres o cuatro días pueden ser muchos. Pero aquí el autor es quien manda y no me queda más remedio que esperar.

Besos!

Susana Jiménez Palmera dijo...

Estaba en mora de pasar por aquí y leerte, lo he hecho con tiempo y entusiasmo. Tu cuento tiene esa característica que engancha, sucesos rápidos, imágenes vivas mezcladas de forma excelente con la expresión escrita. Hay intensidad y por supuesto tensión. ¿Qué más se le puede pedir? Nada, esperar el desenlace que también tengo mis hipótesis. Esperemos esa ceremonia de la Ayahuasca.
Un abrazo fuerte


fany sinrimas dijo...

Josef, eres un genial narrador; tienes una poderosa imaginación para ir encadenando hechos cada vez más intrigantes. Este capítulo nos deja en un momento de suspense increíble.Lo de tomar ayahuasca nos mete en otro oscuro episodio; conozco a una persona que la ha tomado y es escalofriante lo que cuenta sobre sus efectos. Así que me dejas intrigada de la continuación.

Un abrazo.

josef dijo...

Hola tRamos.
Bueno... pues llegaremos a ese final, a ver el efecto que causa. Si es que causa algún efecto, jaja...
Repito lo dicho. Mi deseo es que paséis un buen rato de lectura. Es mi primer objetivo. Dado que yo, he disfrutado escribiendo.

Un abrazo!

josef dijo...

Gracias Marinela.

Pues veremos ese remate qué tal me queda. A mi modo de ver hay dos cosas difíciles en la escritura, el principio y el final....

Abrazos!

josef dijo...

Gracias Dyhego.

Un abrazo!

josef dijo...

Eso digo yo Elisa, ¿dónde me meto? jajaja.
Solo espero que disfruteis y si el final queda bien (es lo que intento) ¡tanto mejor!

Un abrazo.

El collar de Hampstead dijo...

Qué vendrá con la ayahuasca?
Y la mestiza tan exótica...
Intriga!

Besos.

josef dijo...

Muchas gracias Alicia.

Me ha gustado tu filosofía. Porque es cierto. Nuevos comienzos vendrán!

Un fuerte abrazo.

josef dijo...

Querida FG.
Personalmente agradezco tu entrega. Por otra parte, creo que leer los tres primeros capítulos de un tirón es la mejor manera de leer una obra que, de ehcho, concebí para presentar toda unida, como un gran relato.
Luego me di cuenta de que era demasiado larga para -robar- el siempre escaso tiempo que tenemos a los blogs y decidí dividirla.
Aprovecho para darte las gracias por tus lecturas, y espero que hayas disfrutado y sigas haciéndolo hasta el final.

Un gran abrazo.

josef dijo...

Muchas gracias Susana por acercarte también.

como digo anteriormente, espero que hayas pasado un rato agradable y bueno, a ver qué tal el final...

Un abrazo!

josef dijo...

Muchas gracias Fanny por tus palabras que me incitan a seguir adelante en este complicado -pero sin duda maravilloso- mundo de la literatura.
Espero que hayas disfrutado. Y a ver que tal se me da ses siempre difícil remate.

Besos y abrazos! .

josef dijo...

Siiii ayahuasca, mestizas exóticas; locos en la selva jajaja. Desde luego la trama se pone espesita.
Pues veremos que tal ese final.
Gracias de nuevo por la visita.
Un abrazo!

Mari-Pi-R dijo...

Vivir en medio de la selva es vivir en plenas emociones, bonitos relatos, un abrazo.

Amapola Azzul dijo...

Te traigo un saludo y un beso.
Feliz semana.

Princesa poliédrica dijo...

Es muy, muy interesante. Lo que escribes, sabe sujetar la atención. :)

Beso.

Maria dijo...

He leido el anterior capítulo y este con sumo interés. Creo que reflejas muy bien el ambiente de la selva tropical. Desde luego que para mí es un mundo muy atractivo por ser tan diferente al que estamos acostumbrados.
Y esa pugna que libran los gemelos hasta para respirar es el alma de la obra.
Muy buena historia!
Bicos.

Tramos dijo...

Un buen rato de lectura no es tan difícil, ahora buscar a ese autor que te hace entrar en la historia, que las palabras cobran tal sentido que vives la realidad de su imaginación, que son 1500 y dices ¿ya?....
No Josef, no le doy yo ese enfoque, respeto el tuyo, pero difiero contigo A TI , TE ELIJO YO con toda la intención de sumergirme en tus palabras y la historia se haga en mi mente, mi fantasía ponga los ingredientes con tu ayuda y yo me evada y sin pensar y sentir más allá que el momento me hace sentir....
Igual no me explique, pero lo necesitaba y quede a gusto.

Besos ♥

Ame dijo...

Me reservo José, sólo te digo que es excelente.
Besos

Mariluz Barrera González dijo...

Que hermoso espacio!!! paso por primera vez a conocer tu blog y me ha encantado!! y para invitarte e invitar a todos los que quieran acompañarme en mi nueva aventura que he titulado 365 DIAS EN VOZ ALTA, durante 1 años, dia a dia compartiré mis experiencias como madre, psicologa y sobreviviente de lupus... este es el link http://mbgenvozalta.blogspot.com

Te dejo un fuerto abrazo!!!

josef dijo...

Muchas gracias Mari-Pi-R.

Un abrazo igualmente!

josef dijo...

Gracias Amapola.

Feliz semana igualmente!

josef dijo...

jajaja Pamela. No sé... me gustaría tener el poder de sujetarla, pero me conformo con atraerla, o más que nada que resulte interesante.

Besos!

josef dijo...

Muchas gracia ohma.
Agradezco y valoro mucho tus palabras.
Veremos que tal el final...

Un abrazo!

josef dijo...

Yo más bien creo Ame, que la excelente eres tú.
Gracias por estar...

Un fuerte abrazo.
Y un beso!

virgi dijo...

¡Madre mia, qué imagianción portentosa que tienes! espero que ella te ayude a llevar esta historia a buen término, vulevo y vuelvo.
Besos

ATENEA dijo...

Impaciente por conocer el desenlace. Con este capítulo ya se vislumbra alguna luz pero no sé bien a dónde nos llevará, nos tienes en ascuas. Disfruto leyendo tus palabras, tu forma de narrar tan dinámica y tus descripciones que van colmadas de fuertes sensaciones. Felicidades por ello, Moderato !!!
Un abrazo !!!

Jo dijo...

debería uno a veces apearse mas a la imaginación... creo que en parte uno sueña irse a un lugar asi
...

josef dijo...

Querida tRamos.
Agradezco mucho tus palabras, son un aliciente para mí.
Desde luego, yo nunca digo ya. Sigo progresando, avanzando, aprendiendo, y lo hago siempre desde la humildad que el arte de la escritura me exige.
He visto muchos, demasiados, neo escritores que llegados a un punto y solo porque uno de sus libros resulta relativamente leído, consideran que han llegado a la cima.
No hay cima en el arte del aprendizaje. Por eso yo hoy todavía sigo progresando, mientras que algunos se estancan en el lodo de las palabras...
No digo ya, desde luego, sino adelante, un paso más... y así seguiré eternamente.

Besos!

josef dijo...

Gracias Mariluz.

Un placer recibierte en mi casa.
Visitaré la tuya.
Un fuerte abrazo igualmente.

josef dijo...

No todo es imaginación, querida virgi.
Aquí se aúna un trabajo de campo: estuve en la Amazonia, y un trabajo de investigación: he estudiado a fondo el perfil de los gemelos idénticos y luego de una enfermedad: la esquizofrenia, etc.
A todo esto, por supuesto, le añado toques de mi imaginación y voy componiendo el relato.

Besos y abrazos!

josef dijo...

Muchas gracias Atenea por tus palabras. Son aliciente para seguir adelante.
Respecto ¿a dónde nos llevará?
Espero que a un desenlace que trataré de bordar. Aunque para bordar un final se necesita mucha tela. Y eso es lo realmente difícil jajaja.
Un abrazo!

josef dijo...

Escuché una vez decir lo siguiente Jo.
Los lugares perfectos no existen. La perfección del lugar en el que nos encontremos dependerá de la gente que nos rodea, y del lazo de unión afectiva que mantengamos con ellos. Si esta unión es satisfactoria y estamos acompañados por personas que nos quieren y viceversa, entonces el lugar en el que vivimos será para nosotros el más bonito del mundo; el lugar perfecto.

Un abrazo.

Auroratris dijo...

Totalmente metida en materia, expectante sigo. Muy bien!!
Besos.

Mere dijo...

Me ha fascinado esa capacidad de la persona de reponerse del agotamiento cuando la situación lo requiere y le sube la adrenalina. La escena del caimán, magnífica.
Y el delirio febril, qué bien descrito. Aguardaré la última entrega, hiciste que me sintiera cómoda en medio de la tribu :) Bss

Mª Rosa dijo...

Ufff, qué historia, cada vez me voy enredando más y más en ella, me quedo intrigada ¿qué ha pasado con Carlos? Me temo lo peor. Espero impaciente el último capitulo, por fa, no prolongues demasiado esta espera.

Un fuerte abrazo

josef dijo...

Bueno, ahora que estás en ello tal vez mañana o pasado cierre el relato.

UN abrazo.

josef dijo...

Gracias Mere.

Pues a ver que tal el desenlace.

Besos!

josef dijo...

Hola Mª Rosa, qué tal te va?
Te echaba de menos jaaja.
Creo que me he acostumbrado a tus agradables visitas.
Te tranquilizaré. Mañana o pasado esto se acaba.
A ver qué tal el desenlace...
Un abrazo!

ÍndigoHorizonte dijo...

Sentimientos a flor de piel: admiración, emoción, odio, amor, compasión ¿Una mezcla explosiva de principio a fin?

Sneyder C. dijo...

Hola Josef. Tu relato atrapa por la viveza de imágenes, el misterio que nos va adentrando junto al personaje a vivir una historia emocionante de amor- odio. Espero la próxima entrega, esta saga engancha...

Un cálido saludo

censurasigloXXI dijo...

No solamente me ha entrenido, me ha gustado muchísimo. Bravo por esa imaginación tuya!

Por cierto, un lugar en el que todos trabajan debe ser algo así como el paraíso, no? Ahí quiero yo vivir...

Un beso y tu cafelito, José.

pseudosocióloga dijo...

No me gustan las historias por capítulos, así que lo dejé para leerla de un tirón, pero mi curiosidad ha podido más y después de leerme los tres primeros del tirón...voy a tener que esperar.......aggggg

alfonso dijo...


Leo...
y sigo leyendo...

·

· CR · & · LMA ·

Rafa Hernández dijo...

Esto es lo que se llama vivir algo con intensidad, ya que lo clavas.

Un abrazo

Princesa poliédrica dijo...

Bueno, la atraes y la sujetas, porque fíjate: yo podría venir atraída por tus letras, empezar y dejarlos a medias; pero no, sujetas mi atención :) (aunque suene raro :))

Tienes un premio en mi blog

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Parece haber encontrado la felicidad en una mujer, además que podría ayudarlo.Pero la rivalidad con su hermano...

volvo dijo...

"Esto" se pone interesante. Voy a por el siguiente…

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