martes, mayo 13, 2014

Brisa.

Imagen tomada de Internet.  
   
   A mediados de julio la isla destacaba sobre el azul del mar como un tocón forrado de un tapiz verde. Desembarqué y me sentí fatigado. Mi disposición no era la mejor, pero quería hacerlo, alejarme y escribir. Necesitaba sentir la sal sobre mi piel; sentir para cicatrizar sensaciones de las que no lograba desprenderme... 
   Los acantilados blancos, con sus espolones y crestas salpicadas de guano de la colonia de aves marinas, me recibieron silbando melodías oceánicas. Apresados a sus pies, los restos de un carguero eran vapuleados sin tregua por un oleaje grumoso. Caminé sobre el herbazal y los rayos de un sol implacable cauterizaron mi piel. Tendría que acostumbrarme. Ella no volvería, tuvo que partir. Y aunque en esencia yo me quedé, desde ese día también me fui para siempre... 
   
   
    En la isla no había nadie. Excepto aves, hierba de un color verde pajizo, el desarbolado barracón del antiguo farero y un viento perenne. Y cercándola un mar inclemente, que pulverizaba aquello cuanto tocaba. El único y anodino sustituto iba a ser yo. Con un faro automatizado y alimentado por energía solar, apenas tendría que hacer. 

    Una noche, mientras acorralado por el calor estival me revolvía entre las sábanas, volví a soñarla y respiré. 
    A la mañana siguiente trepé a la cima de la isla, saqué mi móvil y marqué un número que no había vuelto a ojear. La voz lúgubre de un hombre vencido por la vida me repitió con insistencia algo que nunca estuve dispuesto a creer: Cristina había fallecido hacía más de veinte años... 
    Colgué, regresé a la cabaña, me dejé caer sobre la hamaca y permanecí varias horas sin moverme, hasta que sopló una Brisa, percibí el silbido acariciando mis sienes y me alegré. Había entrado y acomodándose sobre mis rodillas gorjeaba una algazara que reconocí como una dulce sonrisa. 
     La noche siguiente volvió y me invitó a pasear. Caminando a la luz de la luna llegamos a la laguna interior de la isla. Me senté junto a su orilla y allí permanecí, sintiéndola vibrar a mi lado...
   De madrugada me confiné en la casa y cerré las contraventanas, el sol le desagradaba. Era tan placentero sentirse acompañado de nuevo por aquella a quien amas... 

     A veces me creía solo y ella entraba riendo, revolviéndolo todo, se instalaba junto al viejo piano y lo hacía sonar. Y yo me sentía audaz y fuerte de nuevo. Luego, al anochecer, me enseñaba a bailar al aroma de la dama de noche, corríamos juntos persiguiendo luciérnagas, aullábamos como lobos esteparios, saltábamos a la comba, comíamos moras... 
    El amanecer nos sorprendía estirados sobre la hierba, al borde del acantilado, divisando nuestro mundo y el océano que se extendía ante nosotros como una enorme y brillante pecera sin límites. 
     Cuando el sol comenzaba a calentar nos levantábamos, extendía los brazos y caminando sobre la cresta del precipicio, desafiaba al viento y con la colaboración de Brisa vencía su afán por sacudirse de mí. 
      Los días no existían. Presenciábamos amaneceres púrpuras, atardeceres violetas y naranjas y en ocasiones veíamos al sol incendiarse... 
     Creía conocer toda la isla. Sin embargo, una noche, tras caminar abrazados, Brisa me dijo: “Te  voy a llevar a una cala...”  
      Y era misteriosa, con guijarros que brotaban del suelo como copos de maíz y reverberaban a la luz de la luna. 
      Nos bañamos en sus aguas oscuras, y al agitarme, chispas luminosas brotaron de mi cuerpo y extremidades. Vivíamos tan rápido que daba la sensación de que el tiempo no transcurriera...

     Cierto día, al despedirnos, nos detuvimos uno enfrente del otro. Brisa, la retraída y correcta Brisa, comenzó a perder la batalla por su dominio. En cuanto a mí, no me hallé en mejor situación. No hubo forma. Un insólito poder nos condujo a abrazarnos y revolcarnos como lagartos sobre las dunas. 
     Nos amamos hasta quedar del todo vacíos... o llenos... 

    A partir de entonces los días se hicieron cortos, el verano se fue disipando, dejó de soplar viento cálido y el tiempo se volvió fresco y olvidadizo. 
     Brisa se esfumó como un sueño, si alguna vez lo fue... 
    Lo dije y lo sigo pensando. Tenerla a mi lado fue sentirme acompañado por una hálito tibio y puro de vida. Ella fue la mejor bocanada, con ella nunca me faltó el aliento... 

     José Fernández del vallado. Josef. Mayo. 2014.

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85 libros abiertos :

Marinel dijo...

Vivió del aire cálido, de su suave ternura, de la dulzura y pasión arremolinados entre los dos.
Quizá sueño, pero magnífico y vivificador.
Me ha encantado.
Besos.

MaRía [Capri ] dijo...

uf José
si tu notaste la nieve, yo noto la Brisa
Hermoso relato y a la vez triste. El amor o tal vez una locura de amor tan deseada que es real y que al hacerse realidad se disuelve como la sal en el mar, escurriéndose esa ilusión como arena en nuestras manos.
Muchas veces la ilusión y el deseo de alcanzar o de tener algo es el motor, el impulso, la ilusión de una vida monótona y al alcanzarlo .............. luego , que? Ya no hay sueño, ya no hay ilusión.. o si!!!!!!!!!!! muchas nuevas puede nacer
Un beso grande si? y un abrazo de esos enormes
Te guste o no mi comentario
te pido solo una cosa
Una sonrisa , vale?

lunaroja dijo...

ahh preciosa entrada! Tus textos siempre envuelven y nos dejan sin poder despegarnos de las letras..como si fuera un imán!

Mari-Pi-R dijo...

Pues bien poco que decir tan solo que es muy bonito y romántico del que te dejas ir.
Un abrazo.

Alfredo Cernuda dijo...

Maravillosa y deseada Brisa, José. Podría decirse que es un poema por las bellas imágenes que sugieres. Como siempre es un placer sumergirse en tus brisas. Un abrazo.

josef dijo...

A veces el verdadero amor es como un sueño, cuando se va nos deja más que asombrados, pasmados....
Gracias Marinel!
Un abrazo!

josef dijo...

Por supuesto que me ha encantado tu comentario querida MaRía.
Estos días necesito reír, caminar, salir al campo, pasear y abrirme. Tenía una ilusión y se esfumó pero ahí no se acaba el mundo. Nuevas ilusiones han empezado a nacer dentro de mí....
Gracias MaRía. Agradezco tu visita inmensamente.
Un abrazo!

josef dijo...

HOla mi estimada lunaroja.
Tus palabras son para mí como un bálsamo. Porque me encanta que te haya gustado, aunque uno no siempre consiga extraer la belleza de las letras y darles vida, se intenta...

Un abrazo.

josef dijo...

Gracias Mari-Pi-R.
Ciertamente es como un sueño, o un sueño en sí...

UN abrazo.

josef dijo...

Estimado Alfredo.
Pues por ahí anda la cosa. Porque leyéndolo me encuentro con una prosa poética; o al menos lo parece...
Gracias por la visita.
Un fuerte abrazo.

Ester dijo...

Una manera se vivir cuando ya no hay nada es quedarse en el viento, soñando recuerdos nuevos. Soñar nunca me parece triste. Un abrazo querido escritor

Esmeralda dijo...

Una bella historia, un bonito relato.
Es bonito e imprescindible soñar y si alguna vez sabes que eres soñado ... eso ya es una maravilla.
Gracias por tus historias

Abrazos

Ilesin dijo...

Cuando uno ama de verdad, y pierde su parte esencial, logra refugiarse en cada bocanada que le trae un recuerdo, un olor, un instante de aquella felicidad y en ella evoca cada momento como si el tiempo jamas hubiera pasado.
Bello relato querido Jose.
Besos

Peregrino dijo...

Muy bello José, un relato que desborda amor, muy bien construido y con el sabio toque de permitir que el lector construya su propia versión... Me encantó. Con tu permiso lo llevo para compartir en "Paracuentos" Gracias y un abrazo

Nieves Martín dijo...

El viento sopló a su favor, parece que ahora se calmó y hace pensar en su ausencia pero la brisa siempre vuelve, siempre llega lo importante es que sople siempre a tu favor...

Precioso relato Jose, me encantó, está ubicado en un paisaje que personalmente me encanta.

Besos!!!
:)

Jorge Donato dijo...

El alma inmortal del amor refugiada en una brisa costeña , esperando ser paseada por siempre, bajo el influjo del mar.
Un texto muy especial. Me encantó.
Abrazos.

Anónimo dijo...

Un relato bello a la par que melancólico, o al menos así lo sentí yo... Tiene ese punto de tristeza que hace que todo se sienta más fuerte... Ser capaz de atraer a ese amor hasta ti, sentirlo, vivirlo y que luego se disuelva...La brisa le trajo grandes momentos y con esos es con los que hay que quedarse... :)

Muchos besinos y un abrazo!!

Darío dijo...

Una soledad multiplicada. La descripción de una isla me parece de una belleza casi perfecta. Un abrazo.

Óscar Sejas dijo...

El amor que se esfumó y los recuerdos en cada paso del camino, en cada hoja de cada árbol, en la espuma de las olas, en la arena de la playa...en la brisa...

Melancólico pero hermoso querido amigo.

Abrazos.

Rafa Hernández dijo...

Los amores que se esfuman por el motivo que sea, siempre duelen; pero hay que tener presente que la suave brisa es la que nos hace respirar para revivir de nuevo. Hay que rehacerse para no hundirse y seguro que el amor surge de nuevo.

Un abrazo amigo.

josef dijo...

O creando ilusiones nuevas. Porque soñar también es crear y al soñar creamos mundos muchas veces maravillosos...

Gracias Ester.
Un abrazo!

josef dijo...

"La vida es sueño" dijo Pedro Calderón de la Barca y creo que no se equivocó...

Un abrazo!

josef dijo...

Sí, creo que así es. Es bueno refugiarse en los recuerdos pero no eternizarse en ellos. Porque siempre es mejor crear nuevos y bellos recuerdos....

Besos!

josef dijo...

Así es... Lo dejo al libre albedrío de cada lector...

Un abrazo!

josef dijo...

Así es Nieves, la Brisa siempre vuelve en nuestras vidas y nos acompaña....


UN abrazo!

josef dijo...

Gracias Jorge Donato.
A mí también me ha encantado hoy tu post sobre los Awás. Esperemos que la cordura se imponga de una vez sobre la codicia salvaje e insensible de muchos seres humanos a quienes no les importa nada más que devastar las regiones de un mundo castigado y que nisiquiera les pertenecen, con tal de enriquecerse de forma egoísta a costa de la vida de otros congéneres...

Un gran abrazo.

josef dijo...

Gracias querida Haydeé por aportarnos siempre tu enorme sensibilidad...

Besos!

Julia Hernández dijo...

Bello relato y bellos comentarios. Uuuf, hay tanto de leer por aquí, es usted un gran escritor moderato !!! Un abrazo!

fany sinrimas dijo...

Bonito y enigmático hasta el final, Josef. Tener por amante la Brisa, convierte tu relato en poema.Es verdad que cuando se está en un lugar silencioso y solitario, y la brisa nos roza el cuerpo se llena de sensaciones.
Me gustaron tus descripciones detalladas y el misterio que mantienes hasta el final.

Un abrazo.

genessis dijo...

Hermosas letras, es un gusto leerte.
Abrazos càlidos caro Josef.

Jose dijo...

El amor es así nos despierta los sentidos del corazón y las sanaciones del alma.

Gran relato tocayo

Al Tagrí dijo...

Estimado José. Lo consigues siempre, estoy en tu isla y disfruto de la melancolía y del amor fugaz. Quiero sentir esa soledad y esa brisa cálida y envolvente.
Una pequeña píldora de gozosa lectura desde luego.
Un abrazo.

Xiomara dijo...

Excelente relato como siempre Josef, me hiciste recordar mi amada isla en México que fue mi hogar por mucho tiempo , y de allí la brisa me trajo a nuevas tierras a la que también me he hecho su amante. Mi cariño siempre para ti Josef .

Mª Rosa dijo...

¿Realidad o sueño? Nada importa, me has hecho sentir esos amaneceres (que describes tan maravillosamente) como si hubiese estado allí admirando esa gama de tonalidades con que nos obsequia la naturaleza y que a mi tanto me sorprende y cautiva. Espero que el protagonista de tu historia vuelva a encontrar una nueva brisa fresca que le devuelva la ilusión. José siempre es un verdadero placer leerte.

Un fuerte abrazo

Felicidad Batista dijo...

José, una isla, como cada ser humano, la naturaleza que envuelve, el pasaje que enreda, el mar que sitia y trae y lleva en su oleaje, el oleaje de la vida, del encuentro.
Gracias por este viaje a una isla, desde una isla. Gracias también por tu lectura atenta, amigo.
Un abrazo

josef dijo...

Hay soledades para laas que nuestra mente busca y encuentra las soluciones más asombrosas...

Un abrazo.

josef dijo...

Así es oski. cuando el amor nos deja, nunca se va del todo...

Abrazos!

josef dijo...

Yo soy de los que piensan que los verdaderos amores nunca se esfuman del todo. siempre permanece algo de ellos. Aunque sea una leve Brisa que nos acaricie...

UN abrazo.

josef dijo...

Un placer tenerla por aquí. Me conformo con ser escritor, nada más.

Un fuerte abrazo.

josef dijo...

La Brisa, en este caso, era mucho más que una Brisa, era un pliego de sensaciones y recuerdos...

Besos!

josef dijo...

Muchas gracías Caro.
Encantado de que te haya gustado.


Un abrazo.

josef dijo...

Como tún dices tocayo. así es...


Un placer siempre recibirte!

Un gran abrazo.

josef dijo...

Gracias Al Tagrí.
Lo importante es que hayas sentido la esencia vivificante de Brisa en tus sienes en un día luminoso o una noche cálida de verano....

Abrazos!

josef dijo...

Gracias querida Xiomara B.

Pasaré por tu casa en cuentao pueda.
Me satisface e ilusiona saber que has acabado congeniando con las nuevas tierras en las que ahora vives. Es una gran noticia!

Besos y abrazos!

josef dijo...

Por supuesto que sí. La ilusión nunca debe perderse. Es la que nos mantiene vivos y despiertos siempre...

Encantado Mª Rosa.

Un abrazo y cuídate.

josef dijo...

Gracias a ti Felicidad.
Lo cierto es que las islas siempre me han parecido y así será siempre, lugares muy personales y con diversos encantos (en todas las que he visitado me ha ocurrido) y peculiaridades únicas, que dificilmente encuentras en cualquier lugar de un continente.

Un fuerte abrazo!

censurasigloXXI dijo...

Cuando una historia finaliza hay que dar las gracias, seguro que no merecía la pena, ni recordarla... la mente es muy astuta y rapidito se busca una ilusión nueva en la que trabajar.

Un abrazo y tu cafelito, te mando mail.

Amapola Azzul dijo...

Qué bellos tus escritos, Un beso.

Creo que te sienta bien escribir, abrazos.



Las Gemelas del Sur dijo...

He respirado en tu historia el romanticismo de aquel claro de luna que tu personificas en esa brisa, cálida y azul, llena de luz y de un paisaje esplendido vivo y maravillosamente descrito.

Besos y besos.

Dyhego dijo...

¡Qué lastima que todo tiene un final!
Mientras queden los recuerdos...
Salu2, Moderato.

josef dijo...

Gracias Censura.
El cafelito ha llegado delicioso...

Un abrazo.

josef dijo...

Gracias Amapola.
jajaja, sí, creo qe me siente bien...

Un abrazo.

josef dijo...

Gracias Gemelas del Sur
Era una historia para eso... para respirar y vivir...


Un abrazo.

josef dijo...

Los recuerdos son muy importantes, tanto que algunas veces nos ayudan a recuperar nuestra esencia perdida...

Un abrazo.

Mere dijo...

Una isla calma, una noche mágica y la presencia de Brisa. Hay sensaciones únicas, tan intensas que perduran para siempre ¿no es cierto?
Una prosa brillante, sencilla y melodiosa. Maravillosamente escrito. Bss

josef dijo...

Gracias Mere.
Sí, hay sensaciones únicas, como por ejemplo, vivir...

Besos!

virgi dijo...

Tuvo que ir a la soledad y al silencio para recuperarla.
Besos besos

Tramos dijo...

Josef esta "realidad" me gusta mucho más que la que creo es mi realidad, debo estar en sueño ajeno.
¡excelente¡ , si puse : excelente ,pero miro y no me convence, no es suficiente pero ¿que te digo?, casi mejor explicarte que te he leído tres veces y he degustado el plato en distintas ocasiones, en cada una el sentir me ha colmado, las imagenes han cobrado vida en mi pantalla interior y llegado a la palabra FIN...yo he seguido y sigo, si te tuviera cerca te abrazaría en silencio demostrandote mis sentimientos y luego mirándote a los ojos ellos hablarían por mi.

Besos ,

tRamos

DRACO dijo...

los niños solitarios crean amigos imaginarios para sentirse acompañados. los adultos a veces hacen lo mismo en situaciones extremas. otra vez los extremos vuelven a confluir.

saludos.

volvo dijo...

Qué coincidencia, tengo una isla como esa entre cuatro paredes, bajo un techo, con una puerta, y dos ventanas...

tD1b, José.


Anónimo dijo...

El abrazo del aire le devolvió a la vida que había partido hacía ya tanto tiempo, y es que hay sensaciones que casi son inexplicables y sin embargo tú, las has plasmado de una forma mágica, diría que etérea, sutil, dulce pero sobre todo con mucho amor, al menos así es como lo he sentido yo. Una brisa donde el amor se cobijaba.

Besos!

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

¿Fue una realidad o una ilusión que se materializó?
¿Brisa es la mujer que murió o es otra?
Preguntas sin respuestas, lo que tal vez no importe.

Amando García Nuño dijo...

Afortunadamente no tuvo tiempo de convertirse en Huracán. Eso desilusiona mucho.
Abrazos, siempre

Charlie El Balsero dijo...

He sentido la brisa. Muy bueno José-
gracias por ponerme en tu lista y gracias por comentar en mi blog
ya te he puesto en la mía y por acá andaremos con frecuencia.
gracias

carlos a.

josef dijo...

O la soledad y el silencio volviero a él...

Gracias virgi!
UN abrazo.

josef dijo...

Así es tRamos. Muchas veces no hace falta hablar para comprenderse con absoluta sincronía y claridad...

Besos y abrazos!

josef dijo...

Muchos adultos seguimos llevando dentro al niño que una vez fuimos. Considero una gran pérdida desligarse de la sinceridad, armionía y felicidad de nuestra infancia...

Gracias Draco!
Un abrazo.

josef dijo...

Puesme parece genial. Todos debemos tener nuestra isla, donde refugiarse no signifique un suplicio sino un descanso en el duro e interminable batallar de nuestras vidas...

GRacias a volvo.
Un beso también.

josef dijo...

El amor también es etéreo. Muchas veces no podemos tocarlo, pero sabemos que está ahí, a nuestro lado, haciéndonos compañía...

Un abrazo!

josef dijo...

Fue la ilusión del amor. En realidad lo demás no importa mucho si uno logra sentir el amor de forma palapable o impalapable. Lo que importa es que ese amor alcance tu interior y lo llene...

GRacias Demiurgo...

UN abrazo.

josef dijo...

Recoozco que los huracanes son lo opuesto de la brisa, pues traen violencia y desasosiego y muerte...

UN abrazo.

josef dijo...

Muchas gracias Carlos Alberto.
Si has sentido esa brisa, entonces tod ha ido bien...

UN abrazo.

Maria dijo...

La brisa le traia recuerdos de ella y se dejo llevar por la imaginación y el placer. Y mientras duró volvió a ser feliz como lo había sido con ella.
Hay amores que no nos dejan.
Tiene mucha poesía y romanticismo este relato. Me encantó!
Bicos.

josef dijo...

Hay amores eternos ohma...

Gracias por la visita.
Un abrazo!

El collar de Hampstead dijo...

Con qué belleza describiste la isla!
Precioso y melancólico relato.
Conmovedor final.

Besos!

Anónimo dijo...

La belleza de la naturaleza se apoderó de este precioso y tierno relato.....envuelve al lector en ese sueño y lo hace protagonista ..... es sueño, es mar turbulento, es duna, es cielo, ......es Brisa ......es amor pleno.
Como siempre me encantó !!!!!
Fuerte abrazo Josef y Felicitaciones
Cristina

ÍndigoHorizonte dijo...

Se llamaba Brisa. Su nombre empezaba con B de belleza.

aamanecerdeluniverso dijo...

Preciosa analogía de un amor. Y que bello es tener la capacidad de ilusionarse porque ese es el secreto de la eterna juventud. Te felicito por tu original relato. Gracias por compartir.
Un abrazo.
mara

josef dijo...

A todos nos gustaría encontrar nuestra isla, ¿verdad?

Un abrazo!

josef dijo...

Así es el amor muchas veces como una Brisa tierna que nos acaricia y reconforta...

Un abrazo.

josef dijo...

Gracias Indigo.
En realidad era tan bella como a veces lo es sentirnos enamorados o simplemente radiantes y vivos...

Un abrazo.

josef dijo...

De la eterna juventud o quizá de saber vivir plenamente. Nunca hay que perder la ilusión querida Mara, porque este mundo es capaz de ofrecernos sorpresas todos los días y quien no lo crea así, es porque no aprecia la belleza de un mundo duro, pero precioso...

Un abrazo.

alfonso dijo...


Tendré que repetirme. Relatas de tal modo que obligas a continuar... hasta apurar el final. Y yo soy muy perezoso...

· un abrazo

· CR · & · LMA ·


LA ZARZAMORA dijo...

Perderse en la brisa de un halo se sensaciones recobradas para sentirse latir de nuevo entre nuestra propia soledad y el recogimiento tan necesario tras el desamor es una delicia que sólo se le concede a algunos dioses...
;-)
Luego tras la travesía vuelven regenerados, y quien sabe, tal vez al verano siguiente alguna brisa disfrazada de penélope le devuelva de nuevo el canto y el abrazo de los recuerdos, que no del olvido.

Un beso enorme, lindo.

Ame dijo...

Un amor profundo que se vuelve tangible, sucede que una bocanada de aliento nos convierte en sueño dentro de nuestro propio sueño.
Triste y muy hermoso José, un beso

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