miércoles, abril 06, 2011

Háblame en francés.


Imagen tomada de Internet

Es sábado, un fin de semana cualquiera, una época en la que trabajaba muchas horas en un negocio de... no importa qué.
Ahora solo recuerdo o me interesa comprender una cosa. A la vez que aquella colocación me convertía en prisionero, me concedía la libertad necesaria para ser yo mismo.
La noche era oscura, conducía por una carretera angosta y tal vez arriesgada y sin embargo, maravillosa. El verdadero sentido de la vida estaba en el aire, podía ver las estrellas titilar y al cruzar el puente del embalse de Valmayor con la ventanilla abierta, un aire fresco de una pureza inusual me refrescó las sienes y la nuca desembotando mi cabeza del stress. Escapaba del centro de un Madrid turbulento y me acercaba a la sierra, y con ello, quizá sin saberlo, a la realidad de mi vida.
Ahora, una vez que el tiempo ha pasado, los recuerdos me parecen cada vez más lejanos, irreales, y no sé por qué, inconsolables.
La llegada a aquel pueblo. Mi aparición en el pub donde sabía que encontraría a algunos de mis amigos y de repente, allí estaba ella, abrazándose a mí sonriente y ¿borracha? Sí, pero sin desvariar; prodigiosamente lúcida. Es curioso, antes siempre pensé que hablamos durante horas y solo se trató de un par de horas; siempre pensé que ella me quiso cuando en realidad solo me usó de sostén en un momento en que dos hombres más importantes que yo, se repartían el pastel. En cuanto a mí:“Ni siquiera sabes lo que quieres.” ¿Aquello fue todo lo que dijo acerca de mí mientras la amaba? Y antes ¿qué hubo? ¿Qué sucedió para llegar a donde lo hicimos?

Mi mente todavía es capaz de evocar en la claridad de las tinieblas. En cuanto a ella era... sencillamente preciosa. “Podría haber llegado a modelo de no haber sido por mi estatura” me confesó. Yo estuve de acuerdo, quizá opiné más que eso. Una modelo a su lado no era más que una garza patas largas. Me fascinaba indagar dentro de aquellos ojos azulados, transparentes, capaces de sonreír y cambiar el mundo, me alarmaba y cohibía encontrarme a solas con ella las primeras veces que lo hice. Su voz penetrante y alegre, su cuerpo pequeño, sencillo y a la vez impostergable... y siempre, su belleza descomunal y la dictadura que impuso sobre mí, acostumbrado a menudencias.
En realidad, sin saberlo, traté de amarla muchas veces en mis sueños y todavía hoy sigo soñando con ella...
No quería que aquella madrugada se transformara en un nuevo día, nunca lo deseé. No quería perderla para siempre. “Háblame en francés. Me encanta el francés.” Chapurreamos durante horas en ese idioma romántico y ¿absurdo? Ella estaba arriba, sobre la litera y yo de pronto pronunciaba frases que nunca he sido capaz de repetir en ese idioma. Una fina sábana cubría uno de sus pezones, hizo un movimiento, cedió, y se puso al descubierto. Me miró con picardía, sonrió, y me besó. Yo no supe hacer otra cosa que permanecer allí, mirando a ese centro oscuro, con la mente torcida por una estúpida mueca. Es extraño, había imaginado sus pezones más claros; en cambio, eran de un marrón oscuro, determinante. Alargué una mano y los palpé con dedos temblorosos. Se abrazó a mi cuello, la tomé entre mis brazos y la deposité en mi cama de abajo. Nos besamos pronunciando palabras impronunciables; cuando quise darme cuenta eran las cinco y media de la madrugada, el tiempo se agotaba. Hicimos el amor y lo tuve más claro aún. No permitiría que ella fuera de otro.

En la nevera encontré una botella de champagne. A decir verdad, no tengo idea sobre quién la puso allí. ¿Tal vez mi hermana...? La descorché, llené dos copas, vertí los somníferos que suelo utilizar para dormir. Removí, las puse sobre el mostrador de la cocina y apremiado por la urgencia, salí disparado.
Cuando volví me detuve ante las copas. ¿Era posible no recordar en cual había...? ¡La izquierda! Los posos todavía eran visibles en el fondo. Volví a remover y tarareando el “Japi crismas tu yu” entré en la habitación. Brindamos, las apuramos de un trago. Luego apagué la luz y caímos rendidos.
A la mañana siguiente, sobre las once y media, me desperté. Salté, y acometido por los remordimientos me puse de pie al lado de la cama. Continuaba dulcemente dormida ¡para siempre! Horrorizado, empecé a balbucear mientras le daba cachetes en la cara; resultó inútil. Comencé a gimotear. De pronto abrió los ojos me miró y sonrió. Yo estaba de nuevo tendido junto a ella. Dijo: “¡Vamos! Despierta Luis, es muy tarde.” Y yo contesté. “No bromees.” Ella, sonriente, tomó mi rostro con sus manos, las retiró aterrorizada y profirió un grito desgarrador. Me levanté. Mi cuerpo siguió inerte en su lugar...


José Fernández del Vallado. Josef. Abril 2011
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33 libros abiertos :

Soñadora dijo...

Casi había olvidado lo mágico que es leerte!
besitos,

Las Gemelas del Sur dijo...

Me estaba balanceando con el especial ritmo y encantamiento de tu narrativa cuando de pronto me ha desestabilizado tu sorprendente final.
Estupendo relato.

Besos a pares.

Jose dijo...

Si,sorprendente relato y más sorpresivo que no te dieras cuentas donde pusistes las píldoras,para otra ocasión ya lo sabes un poco de más atencion.

Saludos desde el Planetario

Mixha Zizek dijo...

Interesante y sorpresiva tu historia, una equivocación lo llevo a invertir su vida, besos

Una dijo...

Moderato qué rabia me está entrando, como siempre me ha encantado tu manera de narrar el relato pero... ¿por qué ha de acabar esta historia de manera tan trágica?! me niego, me niego...voy a cambiar ese final aunque sea sólo mentalmente.

jess dijo...

Wórales!!!

Qué impresión!!!

Aunque, mil veces prefiero el portugués a cualquier otro idioma..... o mejor aún, el español hablado por un carioca.....

Dulce música para mis oídos.....


Un abrazote, mi querido Josef!!!

¡Salta Valiente!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Además, ya no podrá beber más champagne...

Amig@mi@ dijo...

Muy bueno, Josef, es un relato que te engancha de principio a fin.
De veras me ha encantado.
Besos

Lara dijo...

Uffff.... como me has dejado.
Muuuuackssssss!!!!

Novicia Dalila dijo...

Un gran relato, como siempre, Josef.
Enhorabuena y un beso

Luisa dijo...

Hola, Josef.
Un relato apasionante.
Tus historias atrapan de principio a fin y nunca falta la emoción, el exotismo, el amor y un final que explosiona.
Para estos casos yo aconsejaría dos copas distintas. Así es más difícil confundirse, je, je, je…

Un beso muy fuerte.

Belkis dijo...

Cuidadín con nuestros pensamientos e intenciones, que a veces nos juegan malas pasadas. Tu historia, como siempre, cargada de magia e intensidad. Al menos desde la incorporeidad nadie te separará de su lado...
Te dejo un abrazo enorme Josef

matrioska_verde dijo...

¡Como enganchan tus relatos! Es tremendo. Biquiños,

Anónimo dijo...

TOmaaaaa... vaya con el brindis!

Me encantan las sorpresas así ;)Genial el relato

Besos abisales

Andri Alba dijo...

Te dejo un beso enorme por el comentario tan bonito que dejaste en mi blog. Gracias de corazón. Dios mediente, pasaré por aquí mañana, me estoy cayendo del sueño.

Un abrazo,

Andri

Monik dijo...

Encontrar un amor así y después...palmarla!!??? vaya putada!!

Andri Alba dijo...

Bello y sorpresivo final para mí. Fluido, me captó y encantó la dulce voz con que lo narraste. De una ternura que no sentirse entre los brazos de aquel hombre fue inimaginable. Me gustó mucho.

Un beso,

Andri

lichazul dijo...

Qué buen trabajo Josef, atrapas y nos das el toque de final así de sorpresa

Felicitaciones amigo bello
pasa un fin de semana genial!!

Arantza G. dijo...

Vaya, menuda sorpresa...
Besos grandotes

virgi dijo...

De verdad me hipnotizaste.
Pues eso, que me encantó, los haces tan reales!!!
Besitos

Primavera dijo...

Ala y yo que habia pensado que la habia matado de tanto amor y mira el final que le das que me ha dejado impactada...pobre..
Primavera

campoazul dijo...

Jolín, que final..., pastillas, champan y pasión, un coctel explosivo, ¡para morirse sin duda alguna!

Besitos.

Lynette dijo...

A veces se tuercen las tornas.
Ese final...
Siempre es un placer leerte.
Un beso, bermejo.

Margarita Garcia Alonso dijo...

j'aime beaucoup, merci Joseph.

Arwen dijo...

Con esta maravilla, te hablamos en francés, en inglés, en castellano y en el idioma que haga falta.

Besos y feliz lunes.

Arwen

Magia da Inês dijo...

ઇઉ ✿ܓܓ♫♫
Olá, amigo!

Já faz um tempão que não passo aqui...
Suas histórias continuam ótimas, surpreendentes, intoxicantes...
Uma linda semana!
Beijinhos.

♫♫.•*¨*•♫♫¸
°•♥° Brasil
°°•✿♫°.•

Carlobito dijo...

Un relato genial amigo, cuando el amor se torna tan posesivo puede ser fatal.

Un abrazo

Julia Hernández dijo...

Son mágicas tus descripciones, con ese aire que flota lleno de emociones
en un sin fin de ideas.
Impactante final....hay tantas formas de morir.
Te he leído muchas veces y siempre vivo las mismas sensaciones. Besos!!!

Miguel Baquero dijo...

¡¡El final es sencillamente espectacular11 Te has salido, enhorabuena

Anónimo dijo...

La tragedia es parte del viaje que el ser humano se lleva.

Saludos!

Liliana G. dijo...

Amor, pasión, cinismo, algo de misterio y un desenlace impactante...
¡Genial, José!

Muy buen relato, como siempre.

Un beso grande.

Camy dijo...

Es mejor hablar en el idioma de ambos. ¡Fíjate lo que pasa por chapurrear el francés!

Buen fin de semana

Xiomara dijo...

Ame el final jajaja no porque el muere :)) sino por lo sorprendente del final ...Ufff que ganas de poseer al otro y hacerlo prisionero,es como matarle...besos amigo querido!

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