El
traqueteo del tren al hollar las campiñas de Ucrania...
Circulaba
hacia un frente que pese a progresar cuarenta quilómetros diarios, jamás
encontraba fin en un territorio infinito, de tierras yermas y asoladas.
Ronquidos
y las entrecortadas y graves inspiraciones de mis compañeros de la División
Azul, rendidos por el cansancio de semanas de marcha.