
Margarita, la que luego sería tu mujer, me dijo risueña, que cuando no teníais dinero comíais en cualquier casa de comidas, pero cuando deseabais celebrar algún evento ibais a un lugar especial como el mío, lo cual me enorgulleció.
Tú estabas sentado frente a ella, la mirabas con los ojos muy abiertos, sin pestañear y apenas hablar, ofreciéndole amor y ternura.
Te recuerdo con claridad. Eras un chico serio, parco en palabras, pero honesto, que se transformaba en los conciertos. Nunca olvidaré cuando me viste y me invitaste a entrar contigo y el grupo en el campo de fútbol de Isla Cristina, finales de los años 80. Al terminar el concierto me citaste y me presentaste a Loquillo.
Aquel día asistí impresionado a tu transformación en Estrella; es lo que eras. Después murió Elena, y luego se fue Margarita, tu mujer. Te quedaste solo, pero continuaste cinco años más durante los que por fuera y por dentro, te fuiste consumiendo...
Lo adiviné en tus ojos. Supe que ibas a ser una Estrella. Y hoy por fin ya lo eres, eres una estrella que brilla con fuerza inusitada en la constelación y estoy contento por ti porque sé que tu sufrimiento se ha terminado, y no estás solo, al fin os habéis reunido los tres...
Volveremos a vernos, nadie sabe cuando ni como, pero lo que es seguro es que de alguna forma, nos veremos...
Un gran abrazo.
En memoria de mis amigos Elena, Margarita, y Antonio Vega, músico y compositor fallecido ayer, 12 de mayo de 2009.
José Fernández del Vallado. Josef 13 de Mayo del 2009.