La melodía que modula el himno de mi patria en el móvil me despierta. Me encuentro cansado y tenso. Contesto y recibo la noticia con una mueca de alivio que termina de aplacar mi ansiedad.
Y aquí estoy, tendido: cual culo de vieja,* sobre una cama revuelta. El cuero que me ha hecho la labor reposa arrimada a mi lado como si nada, y menuda guila* ¡qué onda con la playera que le compré en Alemania!, no se la quita ni para chingar*. En cambio de ahí para abajo, y sobresaliendo sobre el embozo de la sábana, exhibe su papaya* pelirroja y rizada cual tierna y bella flor a la brava*. Me ha dejado la verga hecha un pingajo. Pero güey*, ¡merecía la pena!
Me asomo por el ventanuco. Otra mañana nomás. Haré cualquier babosada*. Ahora nada me pilla por sorpresa ¿Por qué cambiar de apariencia si todo me está saliendo al pelo?
Apago el radiorama* de un manotazo y salgo del catre, me incorporo, me estiro con furia, camino hasta la bañera y dejo que el agua tibia reconstruya mi organismo amodorrado y molido por el ajetreo de la noche anterior, y lo devuelva a la realidad chida* que es mi vida actual.
Otra mañana, una más de un calendario interminable y que a veces puede resultar de la chingada,* pero ésta en el fondo es especial. Soy un chachalaca*feliz. Tengo un trabajo, amigos, y me muevo en los círculos adecuados. No sé por qué hay momentos en que llegué a dudar, fueron un borrón en mi existencia y no deberían de existir y en realidad pronto se irán. Por lo demás soy normal. Apenas me diferencio en nada de los millones de güeys que se reúnen y achuchan en la ciudad. Excepto en un detalle. Yo siempre aspiro a más...
Una cosa es cierta. Últimamente mi vida se había torcido hasta el punto en que obedeciendo órdenes cada vez más locas, perdí mi autoestima y casi dejé de creer. Estuve a punto de hacerlo, pero nunca me aparté del camino. Hoy sigo teniendo presente, que mientras Dios bendiga mis actos, todo irá como es debido. Y ahora disfruto chingándome los mejores cueros.*
Salgo de la ducha, me detengo unos instantes delante del espejo y ¡por Dios, güey! ¡Estoy pa mearlo!* Mi cuerpo ya no es el de antes, sino el de un arruinado pendejo*. Los brazos una vez musculosos, son pura mierda*; mis pectorales no existen, mi vientre está hinchado. ¡Ni pedo!* ¿Demasiadas francachelas y comilonas? En cuanto a mis piernas hinchadas y cubiertas de tatoo*. No vayan a creerlo. No son simples dibujitos, sino símbolos que me protegen y forman parte de mi ser. Hubo una época en que las imágenes me hablaban. Yo les preguntaba y ellas me mostraban el camino. Hoy ya no me hace falta. Sé con certeza hacia dónde pinche dirijo mis pasos.
Mi jefe mantuvo su área de influencia en más de diecisiete estados. Lo cual me llegó a parecer un apañón* sin precedentes. Aunque hoy, al lado de lo que estoy a punto de hacer, se vaya a quedar en nada.
Abro el armario secreter y saco mi colt modelo «Gold Cup National» calibre 45, bañado en oro, con brillantes incrustados y las cachas en oro blanco. Un tesoro que no tiene precio. Lleva ya doce muescas grabadas, y algunas le van a nacer.
Me calzo los votos camperos, me pongo mi traje de franela, sí, el que le compré a mi amigo Versace. Me ajusto el corbatín americano y mirándome fijamente al espejo, cuidadosamente, ladeo sobre mi cabeza mi sombrero vaquero dos montañas.
Mientras desayuno por primera vez pienso en mi patrono Jesús Malverde* que tantas gracias me otorga y, luego, no sé por qué, en «El Señor de los Cielos*» y la vez en que me invitó a su rancho y me propuso que controlara su flota de aviones Boieng, donde transporta su “polvo de ángel*” a gringolandia. Le dije que me lo pensaría. Lo que no sabía ese güey es que yo no soy ningún culero*, y mi deseo era trabajar para mi patrono Jesús Malverde*, y no para un pinche mamón.*
Fue una buena idea recomendarle mi médico para lo de la cirugía plástica. Salió mal por desgracia, repaso mientras bajo las escaleras de mármol de Carrara y me dirijo a mi sedán blindado de cristales ahumados. Ahorita mismo, pienso con regocijo, ahí arriba o en un término medio y neutral, Dios y el Diablo, se estarán peleando por no acogerlo en su seno. Mientras aquí abajo, yo mismito, me voy a encargar de que la paz se extienda por mi preciosa nación mexicana. Pues ya casi puedo considerarla así: mi nación.
Yo que nunca he sido guapo, pero soy buen pedo.*
Cuando llego al precioso rancho de mi jefe, su imponente fachada principal, taladrada por las perforaciones de las balas, parece un queso gruyere. Diseminadas aquí y allá todavía se escuchan las detonaciones y el traqueteo metálico de los cuernos de chivo.*
Los minutos se suceden; finalmente mi lugarteniente Beltrán Cuarón, sale del interior del edificio. Con él lleva, bien atado, a mi ya antiguo jefe. Ni siquiera lo miro a los ojos cuando le descerrajo el tiro en la nuca; ya estaba muerto. A continuación desenvaino mi katana tipo Oda Nobunaga, —que según dicen, perteneció al maestro legendario Hanzo Hattori— decapito de un mandoble la cabeza y, acompañada de una suculenta suma en metálico, se la envío al General Juanjo Bustos, máximo líder de la lucha contra el narcotráfico en México. Se encargará de difundir la noticia como una victoria más del gobierno.
Mientras tanto yo, tras unir los mayores cárteles, paso a ser dueño de cuarenta estados; en total, las tres cuartas partes de México. No tardaré en recibir al “Presidente” el cual, ansioso sin duda, deseará conocer mis inquietudes sobre una nación que siendo un hombre joven y ambicioso y encontrándose solo, sin el poder de mis panchólares* y mi apoyo directo, nunca podrá gobernar.
José Fernández del vallado. Josef. Octubre 2013.
Relación sobre el argot mexicano:
Culo de vieja:* Doncella agraciada.
Güey: Suele ser usado en la jerga Mexicana como cliché. Es algo así como el ché en argentino.
Guila:* Prostituta, furcia.
Chingar:* Joder, follar.
Papaya:*Vagina.
A la brava:* Descuidadamente, desconsideradamente.
Babosada:*Imbecilidad, tontería, disparate.
Radiorama:* La cadena que une a México.
Chida:*Estupenda, maravillosa.
De la chingada:* De lo peor, malísimo.
Chachalaca:* Persona locuaz.
Cuero:* Hombre/mujer guapo/a.
Pa mearlo:* De aspecto desagradable.
Pendejo:* Idiota.
Pura mierda:* Basura.
¡Ni pedo!:* Ni modo.
Tatoo:* Del inglés, tatuajes.
Apañón: Acto en el que una cierta autoridad descubre in fraganti a algún manoseador de leyes (o de muchachitas de menos de quince años) y, también fuera de la ley, se aprovecha de la situación para incrementar su riqueza personal.
Jesús Malverde:* Es conocido como "El Santo de los Narcos".
El Señor de los cielos:* Amado Carrillo Fuentes, apodado “El Señor de los Cielos” por su innovador sistema para transportar cocaína en una flota completa de aviones Boeing 727. Murió en 1997 durante una cirugía plástica que se realizaba con el fin de no ser identificado por las autoridades.
Polvo de ángel:* Cocaína.
Culero:* Miedoso, cobarde, traidor.
Pinche mamón:* Persona rastrera y con aires de grandeza.
Buen pedo:* Buen rollo.
Cuernos de chivo:* AK-47.
Panchólares:* Peso mexicano.