viernes, septiembre 18, 2009

Martes.




Es martes. La calle está oscura, no hace fresco y hay poca gente. En una esquina del cine una chica joven, rubia, ni guapa ni fea, aguarda ¿tal vez a su novio? ¿Quizá a un nuevo amigo?
De nuevo vuelvo a ir al cine: sólo, y un tanto apático. Me revuelco en una soledad indeseada y prematura. Saco una entrada para Millenium 1, acabo de terminar de leer el libro, y no estuvo mal.
Después (tengo tiempo) me dirijo a cenar al restaurante que hay en la planta de debajo. La camarera – tampoco está mal – tras charlar animadamente al final de la cena, me pasa su teléfono en un papelillo (nunca me había sucedido). ¿Puede ser el inicio de una aventura? ¿Le resulto tan encantador como para confiar?

La película me gusta menos que el libro, pero no resulta mala sino diferente. La personalidad de Lisbeth Salander está conseguida; es una chica extraña, con sus defectos y virtudes. Sinceramente yo no la podría aguantar ¿o a lo mejor sí? Reflexionando descubro que un amigo mío se comportaba de forma parecida. Resultaba misterioso y atractivo. Se lo llevó un accidente para siempre. Lo eché de menos. O sea, uno nunca sabe...

A la salida del cine no puedo dar crédito. Es ella: La camarera, está esperándome. Cuando me encuentro a su lado compruebo que es casi tan alta como yo, morena, con un claro acento colombiano y claros y bellos rasgos de sangre india. Antes no me di cuenta. ¿Efectos obvios del alcohol? Lo cierto es que estaba achispado pero tras una película de dos horas y veinte minutos, me siento cambiado.
Apenas intercambiamos un tímido saludo. De camino a mi coche rompe el silencio y me pregunta qué me ha parecido. Le digo que estupenda; refiriéndome a ella – le aclaro. – Reímos ambos, liberando la tensión.
Dentro del coche, justo antes de arrancar, me sorprende al abrazarme y besarme de forma no solo apasionada, sino imperiosa. Tras una refriega que dura unos diez minutos por fin puedo murmurar una pregunta que suena impertinente.
— ¿Lo necesitabas?
Baja la cabeza y sincera, contesta.
— Llevo un año sin sexo.
Sonrío y resalto.
— ¿Ah sí? Pues yo voy camino del segundo.
Se ríe. Luego cambia, me observa de reojo de nuevo y me dice.
— Ya. Un hombre… ¿tan guapo?
Complacido y en el fondo avergonzado, le resto importancia a su opinión.
— ¡Bah! ¿De verdad me encuentras así? Si soy un paquete.
Y añado
— Verás... No siempre es cuestión de belleza.
Vuelve a mirarme de forma inquisitiva y me pregunta.
— ¿Tienes... un lugar que no sea el auto?
— Sí.
Arranco de inmediato. Me siento excitado y revuelto. Lo entiendo, ya tengo edad suficiente. No todo es sexo en la vida, pero... hoy me siento... ¿como decirlo? ¡Me siento a flote y vivo de nuevo...! Mañana, Dios dirá; dirá: ¡Impenitente!

José Fernández del Vallado. Josef. Sept. 2009.


27 libros abiertos :

Alimontero dijo...

Leerte siempre es un placer amigo Joseph...
Te leo permanentemente, y hoy quise dejar huella de ello...
Genial tu música tambien!

Mis saludos,

Ali

p.d. te he extrañado...,-)

Paquita Pedros dijo...

Hola cielo como soempre es un placer leer tus escritos
un beso

Seo dijo...

eso es lo que se llama en mi tierra un aqui te pillo aqui te mato jejejej
por cierto, me alegro de que hayas cambiado al letra porque me costaba horrores leerte antes.

besos

Gaspar dijo...

Genial, y por que no decirlo, quizás el sueño de muchos, ¿o no?, muy buen relato y un gusto leerte, saludos desde Chile

Lara dijo...

Lo importante es el hoy, el momento, saber disfrutar de las oportunidades que nos da la vida.
Muuuuuuuuacks!

ybris dijo...

No todo es sexo, claro.
También hay libros y películas.
Quizás muchas otras cosas.
Aprovecharlo sabiamente con mesura es de sabios.

Abrazos.

TORO SALVAJE dijo...

Y ese cine, dónde está EXACTAMENTE???

:)

Saludos.

Jose Luis dijo...

Creo que para los años que llevaban esperando, el auto estaba más que bien jejejeje.

Un saludo!

Jose Luis

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Qué verdad el final del texto.

Arantza G. dijo...

Es que el cuerpo, es el cuerpo...y hay que darle lo que pide.
Cuando se tiene hambre, se come...
Siempre y cuando haya algo en el frigorífico. ja,ja.
Besos

Tinika dijo...

Según leía he imaginado que toda la historia ocurria en el Zoco de Pozuelo, me ha dado por ahí. Es que ando muy morriñosa de recuerdos y ahora con las fiestas de Majadahonda (reencuentro con amigos) y después las Rozas (más amigos) me sale la vena nostálgica.

Besos Josef

Anónimo dijo...

Parece un día normal, pero el encuentro con la chica abre un mundo de posibilidades.
Encantada de leerte (a pesar de estar un poco despistada últimamente).
Enhorabuena por el formato elegido. Se lee de maravilla.
Besos.

Noelplebeyo dijo...

Y la peli te pareció como?? aun te acuerdas ???...

Verdial dijo...

Ya ese encuentra fuera solo en tu imaginación, o real, lo importante es la huella que ha dejado en tí.

A veces las camareras colombianas se presentan en la vida sin avisar.

Besos

Anónimo dijo...

Me gustan estas historias que siempre nos dejan pensando si serán realidad o fruto de la imaginación.
La soledad límite en el encuentro de dos desconocidos.

Un abrazo, josef.

Pilar dijo...

Bueno, Josef... mejor ... te comento que yo no he leído Milleium ni tampoco he visto la peli(voy al revés del mundo)...por lo demás...Mal de muchos.....jejeje
Me ha gustado amigo Josef.
Un besito.
Pilar

Naveganterojo dijo...

Vivir al dia, sin pensar en el mañana, es una manera muy util de sobrevivir en estos tiempos de desasosiego.
Muy buena entrada ....como siempre.
Un abrazo

Beelzenef dijo...

No todo es sexo, cierto, pero alguna vez se necesita una pequeña y fugaz escapada.
Un placer leerte, solo que este no se acaba nunca, pues puedo visitarte una y mil veces. Siempre lo hago.
Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

el hoy, el momento, este segundo.........disfrutar a full!!!

muy buen entrada, como siempre, bah!!!!!

besossssssssssssssssssss

Carolina dijo...

ufff Josef, un deleite como siempre. Una lectura fresca con un final que deja un sabor exquisito de la vida. Es decir: vivir el momento y disfrutar mientras se pueda.
Un abrazo
Feliz fin de semana.
PD: La voz del hombre de esta canción, casi me hace saltar al techo cuando empezo porque estaba completamente en silencio... jajajajajajaja. No me di cuenta que tenía el volumen a tope jajajajaja

maria rosa-prem prabha dijo...

He aterrizado en tu blog, gracias a Rosa Roja, y la verdad tengo que agradecerselo.
Te he leido con interés, me ha parecido una historia real, natural, ligera, amena y divertida... yo cuando leo además le pongo imagen.
Un placer

Anónimo dijo...

Buena! Qué tal todo? espero que bien, pasaba a saludar, hace tiempo que no paso a dar señales de vida, pero es que ando un pelín ocupada con el trabajo y casi no tengo tiempo libre para pasarme con el tiempo que se merece el poder leer los blogs con tranquilada.

Espero poder ponerme pront al día, y pasar más por aquí.

Un abrazo

Soñadora dijo...

Josef, un momento que valió la pena! Y la música que lo acompaña lo máximo!
Besitos y que tengas un lindo fin de semana

Mai Puvin dijo...

Llegué a tu sitio por RR, Felicitaciones por tu libro!. Me gustó mucho leerte, me gusta el modo de jugar con los límites y aquello que queda entre líneas. Un placer, regresaré.

Un abrazo desde Argentina.

Martine dijo...

¿Mañana?... ¡¡que diga lo que quiera... quien sea!!...
Carpe diem , en este caso, noctis...
Un beso, Josef.

Claudia dijo...

Está claro que solo hoy existe. Ayer ya fue y mañana ¿será?.
Un placer leerte.

Julia Hernández dijo...

Uno nunca sabe cuál persona que nos rodea, nos pueda hacer revivir esos sentimientos que llevan guardados y adormecidos por mucho tiempo. Que sabia la frase acerca de la belleza. Creo yo que hay bellezas que calan los huesos, electrizan sin necesidad de verla. Pienso que mi querido Oscar Wilde, haría un largo debate sobre ésto. Un enorme abrazo. Ah, y no creo que Dios diga nada.

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