Llevaba horas, tardes, semanas meses ¿años, decenios? sin pensar. Quise abrir y el pasador no cedió. Grité pidiendo socorro y no recordé nombre alguno por remoto que fuera y tampoco pude oírme. Miré o quise mirarme a mi mismo sin encontrar ni recordarme; el tiempo me excedía y mi conciencia y mi memoria estaban limpias. Pero y yo… ¿estaba vivo? Más allá, una luz blanca y dolorosa penetraba en mis tejidos. Alguien me sujetó con violencia y tiró de mi cuerpo, me ahogaba, la cuerda rodeaba mi cuello y me estrangulaba. De pronto todo fue gélido, embarullado y brutal. Pensé en volverme a refugiar, pero una garra tremenda me tenía atrapado de una pierna y la cabeza me dolía a estallar. Algo produjo en mí un dolor extremo y mi percepción se estremeció como nunca; abrí la boca y grité, y por primera vez... ¡pensé!: “La vida es hostil.”
Ahora llevo horas, tardes, semanas, meses, años decenios, siglos pensando en una única cosa con obsesión: Quiero salir. Pero esta terrible y mortal oscuridad ciega mis pensamientos ya corruptos. El picaporte no existe. A menudo grito y pido un auxilio inexistente, pues los hombres y sobre todo los amores a quienes conocí ya no están. Miro o quiero mirarme a mi mismo y sin embargo me aterra el simple hecho de hacerlo, porque mis recuerdos exceden los límites del tiempo y se pierden en épocas remotas. Recuerdo a aquellos que me depositaron aquí; sus miradas, sus lloros, sus brazos extendidos hacia mí. Algunos, todavía me... Entonces por qué lo hicieron, ¿por qué me enterraron? Es curioso... me cuesta volver a recordar la palabra y cada vez que lo hago siento un dolor cercano a la liberación. ¡Sí! la clave es... “Amor.” Ahora - de pronto - tras décadas de silencio, soy capaz de evocar la dimensión de su importancia. Su aroma me colma, penetra mi cerebro o sus excrecencias de polvo ahuecadas y las cubre de un sutil aroma a… ¿Vida?
Llevaba horas, tardes, semanas meses ¿años, decenios? enteros, pensando en nada. Quise abrir y el pasador no cedió. Grité pidiendo socorro y no recordé nombre alguno por remoto que fuera y tampoco pude oírme. Miré o quise mirarme a mi mismo sin encontrar ni recordarme; el tiempo me excedía y mi conciencia y mi memoria estaban, limpias…
José Fernández del Vallado. Josef. 2008.
Ahora llevo horas, tardes, semanas, meses, años decenios, siglos pensando en una única cosa con obsesión: Quiero salir. Pero esta terrible y mortal oscuridad ciega mis pensamientos ya corruptos. El picaporte no existe. A menudo grito y pido un auxilio inexistente, pues los hombres y sobre todo los amores a quienes conocí ya no están. Miro o quiero mirarme a mi mismo y sin embargo me aterra el simple hecho de hacerlo, porque mis recuerdos exceden los límites del tiempo y se pierden en épocas remotas. Recuerdo a aquellos que me depositaron aquí; sus miradas, sus lloros, sus brazos extendidos hacia mí. Algunos, todavía me... Entonces por qué lo hicieron, ¿por qué me enterraron? Es curioso... me cuesta volver a recordar la palabra y cada vez que lo hago siento un dolor cercano a la liberación. ¡Sí! la clave es... “Amor.” Ahora - de pronto - tras décadas de silencio, soy capaz de evocar la dimensión de su importancia. Su aroma me colma, penetra mi cerebro o sus excrecencias de polvo ahuecadas y las cubre de un sutil aroma a… ¿Vida?
Llevaba horas, tardes, semanas meses ¿años, decenios? enteros, pensando en nada. Quise abrir y el pasador no cedió. Grité pidiendo socorro y no recordé nombre alguno por remoto que fuera y tampoco pude oírme. Miré o quise mirarme a mi mismo sin encontrar ni recordarme; el tiempo me excedía y mi conciencia y mi memoria estaban, limpias…
José Fernández del Vallado. Josef. 2008.
22 libros abiertos :
Horas..días..meses..años...siglos..Tienes
suerte hay gente que nunca llega a encontrarse..Un café??...hoy...mañana..pasado mañana....siempre
Hay picaportes que nunca abren... otros ceden a la primera...
Tiene un regusto onírico que a mí particularmente siempre me atrae. Los pasadores que no ceden, el tiempo incalculable, el encierro, la imposibilidad de recordar, ese instante desconocido en que quizá no sepamos si estamos vivos o muertos. Un abrazo.
Claro que limpias
conscioencia y memoria,
pero no viste mi notoria
presencia de mariposa?
Besos
Josef, el encierro dentro de nuestra propia celda, las libertades las otorga el corazón.
las sensaciones que describiste son fuertes, densas, profundas. Como siempre, adoro que no te quedes con lo común, tu vas más allá, y allí también puedes encontrarme.
Un beso grandisimo
AHHH DIOSS !!!! ME EXCEDES VOS CON LA FORMA QUE TENES DE DECIR LAS COSAS.
DEBO CONFESARTE ENTONCES QUE LLEVO AÑOS________________♥ AUN NO GRITO, EN AZUL INTENTO SEGUIR RECUPERANDOME.
GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE !!!
UFFF..ESTE ME PEGO HONDO !!!
AH Y LA PRIMERA Y ULTIMA FOTO SI SON MIAS.
BESOS
MILES
KLAU ♥
PD: BUEN FIN DE SEMANA
Por que mis recuedos exceden el tiempo límite... eso fue directo a mi corazón...
Lindo post.
Hay que encontrar siempre la forma de liberarse, no quedarse encerrado y sacar fuerzas de donde sea para abrir la puerta que nos mantiene presos..
besitos y buen finde
El implacable tiempo con su implacable rutina hace que nos vayamos quedando dentro, sin posibilidad aparente de salida y aislándonos de la realidad, sumergidos en las más feroz oscuridad. Gritamos y no nos escuchan porque estamos en el vacío, sin eco, sin sonido, solos en el vértigo de estar a solas con nosotros mismos y nos volvemos ciegos para encontrar la puerta de salida; hasta las palabras se amalgaman con los silencios y ya no sale nada, nada sino desierto, sombra, vacío, soledad, vértigo, muerte.
Un abrazo
Éste me ha parecido espeluznante.
Me he sentido asfixiado, como el protagonista.
Muy bueno.
Saludos.
Agobiante y extrapolable a demasiadas cosas, muy bueno.
Josef, el relato me ha recordado por un momento al estilo de J.Rulfo en Pedro Páramo...donde se confunde la realidad con la magia de los sueños.
Muy bien escrito!
Un abrazo:)
Es espeluznante si, pero a mí me encanta la sensación que me ha dado al leerlo ;)
Muuuuuacks!
Pd. Ahora que me he quedado solterita quizás tenga en cuenta tu ofrecimiento, no sé.... tal vez tú seas el que realmente se merece mi amor virtual ;)
Escondernos de nosotros mismos, es lo que siempre hacemos cuando queremos escapar, nuestra cárcel no nos deja y seguimos esperando que alguien nos rescate.
“En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser.” William Shakespeare
Un abrazo!!!
A lo mejor si sales lo que está fuera está peor, nunca se sabe
Oooh esa sensación de ahogo y de estar perdida me conmueve, me gustan mucho estos textos que nos muestran que tan pequeños somos ante la vida y el tiempo.....
un abrazo Josef
Jose, Excelente descripción de el encierro que puede llegar a experimentar uno mismo. En tu relato desaparece el espacio y el tiempo, sólo queda ahogo. Todo ello envuelto en una atmósfera onírica, casi irreal.
Abrazos.
El vértigo interno y la amnesia que persiste y vuelve.
Abrazos
Amigo, el tiempo y su marcha cruel...
realmente te leo y releo y me empapo de sensaciones intensas y únicas.
un abrazo
de uno depende encontrar la llave
y sobretodo decidirse a usarla:-)
como siempre tu relato deja bis y aplusos:-)
muakismuakis
ACASO ES POSIBLE RECUEPERAR EL SENTIDO DE LA PALABRA AMOR DESPUES DE TANTO TIEMPO?..
acaso hay esperanza e los que ya pasamos de largo por esa etapa de la vida..
acaso el amor es privilegio solo de unos cuantos...de los jovenes...de los que no se equivocaron hace años...?
me dejas esperanza amigo..
y no sé si a estas alturas al esperanza sirve de algo...
un abrazo enorme...es un placer leerte y lo digo de corazon...
UUfff, me ahogo, terriblemente hermoso. Un abrazo.
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