Imagen tomada de Internet. Por replicante.
La llamada de Sonia lo despertó de la siesta una tarde lluviosa de marzo. Desde hacía una semana el tiempo parecía inestable y el pronóstico tampoco era favorable; tal vez nevara, pensó Germán mientras se desperezaba.
Sonia era la inquilina de uno de sus chalés de alquiler y el asunto era el siguiente. Una vez firmado el contrato y tras obtener las llaves no había cesado de darle problemas, y ahora, su voz desentrañaba con claridad que algo le inquietaba, y bastante.
Germán se interesó y ella le dijo que las cañerías de la casa se habían atascado. Cuando quiso saber cual, le respondió que todas. Él le concedió cierto crédito. Entre otras cosas porque Sonia no era una inoportuna y además, quienes le vendieron la propiedad, en lugar de presionarlo le habían dado excesivas facilidades. Así pues, lo que anteriormente le había resultado como una excelsa lotería, de repente, le hacía recelar.
Aparcó delante del porche y entró protegiéndose inútilmente de la lluvia. Su primera impresión dentro fue heladora.
Tras saludar a Sonia le preguntó si tenía problemas con la caldera. Ella, mirándolo con viveza desde su estatura de apenas metro sesenta, negó rotunda. A continuación lo hizo pasar a la cocina, fueron al fregadero. Abrió el grifo, el agua empezó a correr y cuando el fregadero se llenó destaponado, Germán pensó: “Demasiado.”Y sin preocuparse de Sonia se dirigió al primer servicio encontrándose con el lavabo destaponado, casi a rebosar. Comprobó los otros dos con el mismo resultado.
Incapaz de esclarecer – de momento – los secretos del atolladero se dirigió al salón. Sonia le ofreció un café y lo invitó a acomodarse en un sofá estampado con flores psicodélicas de aspecto kitsch que se encontraba de espaldas a un ordenador de sobremesa. Germán habría querido levantarse y fisgonear el software del computador, pero asentada sobre una de las altas banquetas de la barra americana, contemplándolo con ojos redondos y expresivos, Sonia no dejaba de escrutarlo. Gesticulando con agilidad le comentó como había resuelto uno tras otro los problemas de fontanería que la casa le había ido presentando, hasta encontrarse inmersa en aquel desastre. Luego pasaron a hablar sobre el cine, sus películas favoritas, sus carreras fracasadas, sus gustos deportivos…
Sobre las diez de la noche Germán se encontró abrazado a Sonia degustando sus axilas, sus senos, su cuello, su estómago delgado y suave y finalmente, mientras acariciaba sus labios y la besaba en la boca, la penetraba.
Un resoplido o flatulencia lo despertó. Miró su reloj pulsera, habían transcurrido cuatro horas. Sonia permanecía dormida a su lado. Todo era realidad. De súbito lo recordó. ¿Y la arqueta de la casa? Por supuesto, debía de hallarse en el sótano. Sin hacer ruido, se calzó las botas. Debajo de la escalera halló la puerta. Abrió y comenzó a descender una escalera estrecha y húmeda. Abajo encontró el interruptor; una bombilla de cuarenta vatios iluminó un recinto de paredes amarillentas y... arañadas. En un rincón estaba la cubierta de piedra de la arqueta y a su lado la pala. La tomó y utilizándola de contrapeso la alzó. Un tufo insoportable invadió el recinto. Dentro estaba el cadáver de quien fuera. Lo movió con la pala y el agua atrapada en los lavabos y en la pila, empezó a fluir... A sus espaldas oyó la carcajada.
Giró sobresaltado. Era Sonia. Le dijo.
— ¡Bravo chico! Al fin lo has solucionado.
Germán permaneció mirándola atónito. Sonia tenía un hacha en las manos. Pasó la punta de su lengua sobre su precioso labio superior y añadió.
— Ahora, solucionaremos el de nuestro próximo alimento... ¿No te parece?
José Fernández del Vallado. Josef. Marzo 2011.
34 libros abiertos :
Sonia la carnívora.
Si es que la gente es muy confiada...
Brutal.
Saludos.
Caramba me dejas helada!!!
Buen principio con un final espectacular !!! Besos.
Joer! Si es que hay gente muy mal de la cabeza... pero claro, si no se hubiera dejado probar, igual Sonia no se hubiera decidido, jajajajaja!! Y con lo de los labios superiores, te refieres al labio superior de la boca, o a toda la boca?
Besos felinos.
Ni me imaginé que el relato fuese a dar ese giro de 360 grados.Te felicito,Josef,una historia bárbara.
Besos.
¡¡Bravo!!
Yo creo que no quedó muy contenta Sonia... es que las hay muy exigentes ;)
dos abrazos, amigo Jose
Macabro macabrísimo.
Y luego dicen de los repartidores del butano...
Muy bueno.
,)
Escalofriante. Muy buena historia. Me gustó mazo.
Un beso,
Yo
Buenísimo Josef. Totalmente en mi línea ;)
uufff, si es que no te puedes fiar de nadie...
saludos josef.
No dejas de sorprenderme con esa imaginación tuya, capaz de pasar del romanticismo a lo macabro con una facilidad pasmosa. Jo con Sonia...
Que loco todo, pensar que hay realidades parecidas o peores, muy recreativo tu relato amigo josef.
Besitos
Hay que miedo, mientras leia jamas pense en semejante final,...realmente eres un genio amigo Jose, me gusta leerte un placer visitarte...
Me dejas con el vello de punta :s buffff. Abrazos.
me ha entrado de todo en el cuerpo...ufffff...ni pensar en un final así...argggg
Un beso!!
Hombre esto se avisa para los que quieran entrar que se aten el corazón pues unas palpitaciones incontroladas les puede dar,con esta Sonia que parece esta de atar.
Saludos
Vaya con Sonia, y que escalofrio he sentido al final...
Estupendo relato.
Un abrazo.
Olá, amigo!
Um lindo dia!
Bom Carnaval!!!
Beijos.
♫♫.•*¨*•♫♫¸
ღ°ºBrasil♫º
♥º
Sonia siniestra, sinuosa, sangrienta... Por favor, no escribas muchos relatos de terror que soy muy miedica... je je je.
Genial, no me esperaba este final.
biquiños,
P.d.: ya he dejado un Tritón en el blog con el enlace de tu relato. Después cuando ya lo pase al blog de Sirenas, colgaré el relato entero... espero que te guste.
"La curiosidad mató al gato". Un final de infarto. Tremendo!!!
Besos a pares.
Joper que pasada con la tal Sonia, me has dejado alucinando con ella, y encima los saborea dos veces, una cuando estas vivos y la otra muertos, ya le vale...ja ja
Primavera
y no podría ser un vivieron felices y comieron perdices?? lo se soy una romántica quizás para la próxima? :P
Impresionante relato con un final inesperado.
Enhorabuena.
Estupendo relato, pero me queda la duda.... que hago cuando venga el "vecino" a pedirme ayuda...ahora siempre lo tendré presente y me andaré con pie de plomo.....
Espero que tu padre se haya repuesto.
abrazo inmenso,
Hola, Josef.
La verdad es que es un relato espeluznante.
Hay que tener cuidado con los vecinos, con los inquilinos y sobre todo con las arquetas; de ellas nunca sale nada bueno.
Buena historia, me ha llevado al desenlace de un soplido.
Un beso.
Jolines, ¡que carácter la Sonia! Que poco agradecida es, el hombre que le desatasca las cañerías y se preocupa..., y ella con el hacha amenazando...
Besitos.
Con lo miedica que soy yo y, sin embargo, me has dejado enganchado a la historia
Un argumento más que bueno, para una película de terror. Abrazos.
Buffff...menuda forma de devorar.... :)
Muy bueno.
Un beso y te deseo un gran fin de semana.
Arwen
OOooooooHHHH!!! si es que no te puedes fiar de nadie.
Muy pero que muy buena
Siento mis ausencias me pongo lentamente al día, los resfriados tiene esto
Un beso
Eso le pasa a los hombres por sucumbir tan fácilmente ante los encantos de una mujer, circunstancia que por supuesto, está fríamente calculada ;)
¡Buenísimo, José! Al mejor estilo Poe...
Un beso grande.
¡Brutal, Josef! Lo he leído casi sin respirar, ¡qué pasada!
Un beso,
Que miedo Josef!!!! Que final más trágico. Eso le pasó por ser tan impulsivo y quizás confiado de más. A veces viene bien algo de precaución.
Muy buena historia, como siempre, que te voy a decir que no sepas.
Besitos amigo
Un relato aterrador, no me esperaba ese final.
Saludos.
Terrorifico.Al igual que los demás blogueros...no me esperaba ese final!!!!
saludos
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