Abrió los ojos y lo supo, lo había conseguido, era un triunfador. Surgido de la nada, paso a paso, había ido asentándose en las cimas de la vida. Nadie le había regalado nada, era famoso. Cuando saliera habría más de cien paparazzi aguardando y ya no podría ir solo porque sería un personaje codiciado y polémico al cual adularían o temerían.
Todas las semanas visitaba a diferentes líderes del mundo, le solicitaban con respeto, admiración y temor, consejos sobre cual era el siguiente paso que habrían de dar. Desconocían que él tampoco sabía el camino, no imaginaban que sólo era uno más, aunque ahora era célebre ¿antes? no recordaba. De su época anterior nada estaba claro.
Había científicos que especulaban con que su inteligencia era superior a la de Einstein y su libro “Teorías humanas y decadencia” mejor que el de la “Relatividad.” Él seguía pensando que sólo se había dedicado a condensar lo que veía. Algunos opinaban que era catastrofista, él no lo creía. Nunca dijo que la humanidad fuera a extinguirse, sólo pensaba que permutaría hacia un estado evolutivo diferente al actual. Le disgustaba que los hombres se mataran por borracheras o desacuerdos morales y territoriales, y que existieran guerras por puerilidades. Nada tenía importancia cuando el grado más elevado al que un ser racional debía de aspirar era a degustar plenamente el placer.
Le desquiciaba la nula visión de sus congéneres, quienes en vez de evolucionar se estancaban en el culto a la violencia. Por lo demás, era normal. Su estatura rozaba el metro ochenta, era calvo y debido a su miopía usaba gafas culo de vaso, lo cual no era impedimento para triunfar, tampoco su delgadez ni su fealdad. En cambio sus alas eran el éxtasis. Estaba cansado de que lo adoraran por ser un hombre alado. Incluso en algunos círculos lo llamaban el “ángel de la paz.” Aborrecía que por un detalle irrelevante creyesen que era aquello que no era.
La gota que colmó el vaso se desencadenó en su visita a Chile.
Estaba en la casa de una señora bajita y regordeta llamada Bachelet, ella le observaba con una mirada de ojos tristes, cargados de responsabilidad. Le hizo sólo una pregunta.
— Hay alguna forma de solucionar un problema.
Él preguntó cuál y ella, apesadumbrada, contestó:
— Los volcanes.
Se sobresaltó. ¿Volcanes? La verdad es que siempre los había obviado, tal vez ahí radicara el enigma...
Volviéndose, inquirió si alguno tenía la puerta abierta. Ella, confusa, le dijo.
— Te refieres ¿a una erupción?
Salieron a la terraza, señaló hacia el sur y le dijo.
— Allá está el Chaitén, devastándolo todo.
Él batió sus alas y se elevó. En minutos un espectáculo le trajo recuerdos remotos, de cuando la Tierra era igual. Sin preguntarse el porqué o vacilar descendió hacia el cráter atravesó la densa capa de humo, penetró en el lago de lava y continuó descendiendo. Un calor placentero envolvió sus arterias, su cuerpo de hombre se diluyó hasta condensarse en fluido. De pronto oyó voces, exclamaban.
— ¡Lucifer, despierta!
Abrió los ojos y descubrió a su súbdito Judas. Mirándolo alarmado, le preguntó.
— ¿Me he vuelto a dormir?
— Así es.
Preocupado por su descuido volvió a preguntar.
— ¿Y cuánto estuve durmiendo?
— Tres siglos, Alteza.
Fue consecuente con pavor. Había descuidado a los humanos… ¡demasiado! Volviéndose a Judas le preguntó con apremio.
Y los hombres ¿qué ha sido...?
Judas lo miró con ojos de súplica y dijo.
— Nada Señor.
— Nada, ¿qué?
— Sin su ayuda dejaron de progresar y se hundieron en una época oscura.
— Y...
— Hubo una pandemia de peste... roja.
— ¿Y?
— Lo siento Alteza, Dios aprovechó la ocasión y le dio un jaque mate. La tierra ahora está limpia y pura de nuevo.
— ¡Oh! ¡Menuda pesadilla!
Desperté. Miré el reloj despertador. No había funcionado. Tenía que ir a la facultad, había examen de vulcanología, faltaban apenas veinte minutos, me había dormido. Imposible llegar a menos que... Me incorporé, estiré los brazos y mis alas se desplegaron a mis espaldas.
Todas las semanas visitaba a diferentes líderes del mundo, le solicitaban con respeto, admiración y temor, consejos sobre cual era el siguiente paso que habrían de dar. Desconocían que él tampoco sabía el camino, no imaginaban que sólo era uno más, aunque ahora era célebre ¿antes? no recordaba. De su época anterior nada estaba claro.
Había científicos que especulaban con que su inteligencia era superior a la de Einstein y su libro “Teorías humanas y decadencia” mejor que el de la “Relatividad.” Él seguía pensando que sólo se había dedicado a condensar lo que veía. Algunos opinaban que era catastrofista, él no lo creía. Nunca dijo que la humanidad fuera a extinguirse, sólo pensaba que permutaría hacia un estado evolutivo diferente al actual. Le disgustaba que los hombres se mataran por borracheras o desacuerdos morales y territoriales, y que existieran guerras por puerilidades. Nada tenía importancia cuando el grado más elevado al que un ser racional debía de aspirar era a degustar plenamente el placer.
Le desquiciaba la nula visión de sus congéneres, quienes en vez de evolucionar se estancaban en el culto a la violencia. Por lo demás, era normal. Su estatura rozaba el metro ochenta, era calvo y debido a su miopía usaba gafas culo de vaso, lo cual no era impedimento para triunfar, tampoco su delgadez ni su fealdad. En cambio sus alas eran el éxtasis. Estaba cansado de que lo adoraran por ser un hombre alado. Incluso en algunos círculos lo llamaban el “ángel de la paz.” Aborrecía que por un detalle irrelevante creyesen que era aquello que no era.
La gota que colmó el vaso se desencadenó en su visita a Chile.
Estaba en la casa de una señora bajita y regordeta llamada Bachelet, ella le observaba con una mirada de ojos tristes, cargados de responsabilidad. Le hizo sólo una pregunta.
— Hay alguna forma de solucionar un problema.
Él preguntó cuál y ella, apesadumbrada, contestó:
— Los volcanes.
Se sobresaltó. ¿Volcanes? La verdad es que siempre los había obviado, tal vez ahí radicara el enigma...
Volviéndose, inquirió si alguno tenía la puerta abierta. Ella, confusa, le dijo.
— Te refieres ¿a una erupción?
Salieron a la terraza, señaló hacia el sur y le dijo.
— Allá está el Chaitén, devastándolo todo.
Él batió sus alas y se elevó. En minutos un espectáculo le trajo recuerdos remotos, de cuando la Tierra era igual. Sin preguntarse el porqué o vacilar descendió hacia el cráter atravesó la densa capa de humo, penetró en el lago de lava y continuó descendiendo. Un calor placentero envolvió sus arterias, su cuerpo de hombre se diluyó hasta condensarse en fluido. De pronto oyó voces, exclamaban.
— ¡Lucifer, despierta!
Abrió los ojos y descubrió a su súbdito Judas. Mirándolo alarmado, le preguntó.
— ¿Me he vuelto a dormir?
— Así es.
Preocupado por su descuido volvió a preguntar.
— ¿Y cuánto estuve durmiendo?
— Tres siglos, Alteza.
Fue consecuente con pavor. Había descuidado a los humanos… ¡demasiado! Volviéndose a Judas le preguntó con apremio.
Y los hombres ¿qué ha sido...?
Judas lo miró con ojos de súplica y dijo.
— Nada Señor.
— Nada, ¿qué?
— Sin su ayuda dejaron de progresar y se hundieron en una época oscura.
— Y...
— Hubo una pandemia de peste... roja.
— ¿Y?
— Lo siento Alteza, Dios aprovechó la ocasión y le dio un jaque mate. La tierra ahora está limpia y pura de nuevo.
— ¡Oh! ¡Menuda pesadilla!
Desperté. Miré el reloj despertador. No había funcionado. Tenía que ir a la facultad, había examen de vulcanología, faltaban apenas veinte minutos, me había dormido. Imposible llegar a menos que... Me incorporé, estiré los brazos y mis alas se desplegaron a mis espaldas.
José Fernández del Vallado. Josef. Mayo 2008. Arreglos Mayo 2009.
44 libros abiertos :
Vaya viaje que me he dado en cinco minutos, que buen giro al relato y genial desenlace. Te doy las gracias por todo tu apoyo a mi humilde casa de pensamientos...creo que me queda todavía mucho para estar a tu altura. Un abrazo. Almanoor.
Realmente tus relatos son inéditos, bien por ti; mi blog está un poquito mejor creo pero yo que sabré si sólo soy un simple basurero. Suerte.
Como siempre, dándole realce a tus relatos. Tienes la pluma en tus manos para moldearla a tu antojo.
Besos.
Jejeje para nada me esperaba un final semejante. Como siempre, sorprendiéndonos.
Buen relato.
Un besote.
que historia para esta vez!!
muy buen desarrollo, una utopía diría, y un final de sueño..
un abrazo y felicitaciones....
Me encanto tu relato, me gustan esos sueños raros, a veces los tengo, lo que no tengo es tu habilidad para relatar y crear tanto... sinceramente te admiro.
Besos.
Guau Josef!!!
Me llevaste a través de la imaginación, a Wall Street, al Grupo de los 8. Hiciste que imaginara a alguien hermoso hasta que lo borraste de un plumazo con la descripción, luego vi un angel, pero de los buenos, hasta que al bajar a las entrañas de la tierra, se convirtió en el oscuro Diablo.
Para volver, de inmediato a la realidad y ver a un estudiante dormido pero...con alas. Será uno de los buenos o de los malos?
Fantástico!!
Te dejo un beso enorme!!!
siempre consigues sorprenderme con tus finales, cuando pienso que va a ir encaminada la historia de una determinada manera le das un giro..¿un sueño o realidad? nunca se sabe... besitos
Hola Jose, me gusto el superheroe alado, fantasia realidad? quien sabe,jejjejje,... bonita historia, te digo un secreto, a mi de niña me gustaba la idea de ir evolucionando al estilo de los X Men.
Besitos siempre
P.D.Una cosa mas, te cuento que por error cambie la direccion URL de mi blog, te dejo la nueva por si deseas visitarme,....
http://movimientoesoterico.blogspot.com/
Muy buenos dias Jose (amigo mio)... maestro del relato.
Creo que superas a Einstein y a Lucifer en todos los niveles de inteligencia... eres un genio (sin alas o con alas no lo se) pero un genio escribiendo... seguro.
Delicioso escrito... en todas sus formas... por donde lo mires...
Amigo mio... eres un de los pocos seres de este planeta que me sorprende todos los dias.
Te abrazo las alas con las que escribes...
Es curioso que en sus sueños fuera tan bueno el hombre.
Muy srpredente y como siempre genial.
Un abrazo Moderato
alado, onírico, 'diabólico' relato...siempre mantienes la trama de manera genial. Un placer leerte.
ABRAZOS
Hermoso relato, cuesta contar los sueños, como algunas cosas que nos pasan en la vida real...
Te abrazo
MentesSueltas
aunque me cuesta bastante dejarte comentarios ,y no se la razon, pero lo cierto es que disfruto muchisimo con tus relatos, un abrazo amigo
MODE!!! Ante todo pedirte disculpas por mi retraso....ya sabes el curro...
que tienes que envidiar tu a ECO, por ejemplo????
Vaya pesadilla....notablemente narrada....que sudores.....el final no me lo esperaba para nada....y lo peor es que la pesadilla continua....que bien dejas al lector que le ponga un final....arte??? si y magia en tus dedos tb....
Te beso despierta....
Lo de las alas me ha llegado hondo y has vuelto a sorprenderme ;)
Muuuuuuuuuacks!
Que bueno joder,que envidia sana me dan tus historias.Un saludo
MODE!!!!
Te voy a pedir que me permitas hoy perder un poco la compostura.....pero tu comentario en mi blog me ha hecho expresar una palbra algo grande y tengo que expresartela.....pido perdón si hiero a alguien pero necesito decirla....
ERES DE PUTÍSIMA MADRE....eso es lo que he exclamado al leer tu comentario en mi blog......AMIGO, SI....YO YA TE NECESITO CERQUITA Y GRACIAS POR DECÍRMELO TU A MI TB....
Un sueño un pelín raro...
Me ha encantado el final.
Un beso gordote.
Por un momento pensé en Ícaro.. pero fue el sol que le derritió la cera de las alas..
Excelente tu Relato, Josef.. Ilímitados tanto tu imaginación como los temas y en todos tu maestría..
Un beso, Josef
Usted verdaderamente es un CREADOR con una gran CREATIVIDAD.
Eso es lo que a mi me llega de usted, mi percepción es esa.
BUEN RELATO.
QUE BUENO ERES
MUY BUEN DESARROLLO
FANTÁSTICO!
MAESTRO DEL RELATO
QUE BUENO JODER
ERES DE PUTÍSIMA MADRE
ME HA ENCANTADO EL FINAL
EXCELENTE RELATO
Volaste ?
Me gusta el título, y más aún las historias con tintes fantásticos. Buenos tintes los tuyos.
Abrazos
PERO QUÉ RELATO TAN MARAVILLOSO!!
Me ha hecho oscilar entre un mundo y otro :)
GENIAL!
Por leerlo más de una vez creo que llegaré tarde a algún lugar al que debía ir..
A MENOS QUE.............
;)
besos!!
Me hizo mucha gracia :)
Me hiciste recordar dos libros con este texto, ya que de verdad no hace falta ni Dios ni el Diablo para que la gente se destruya: El Viejo y Mr. Smith de Peter Ustinov y La Rebelión de Lucifer de J.J Benitez.
Besos.
sabes sorprender y contener cada respiro para hacernos explotar.
te abrazo amigo.
despues de visitar jardines en los que la politica es reina,otros en los que el dolor esta presente, o el recuerdo es la maxima, otros que nos muestran su corazon tal cual es, con sus ilusiones y sueños al descubierto,.... es un verdadero placer hacer una larga parada en tu jardin, aqui descansa el alma, se relaja el animo, disfruta la mente, y vuela la imaginacion.
Un abrazo amigo
Ohhhh entonces si llegaste al exámen?
besicos
A veces es mejor no llegar a ser un triunfador.
Ja! un Lucifer bueno. Y quien quita que lo sea de verdad, a la final es un ángel, verdad?
Como siempre Josef, un gusto leerte, escribes maravillosamente y tus finales inesperados son ya tu marca registrada.
Fuerte abrazo.
Cada vez me gusta mas entrar a tu blog a leerte...escribes sensacional amigo mio y tu inventiva no tiene final...es como un fluir de relatos a cada uno mas interesante y fascinante...besitossss y me gustan los Angeles que escriben como tu....
Excelente relato para un no sorprendente final. Ya no me sorprendes, sé positivamente que eres un genio y siempre te guardas un as en la manga para la gran traca final.
¡Siempre me fascinó la vulcanología! Quizás sea la parte de la Geografía que más he disfrutado.
Un abrazo
Qué manera de dar giros inesperados una y otra vez con esta maravillosa historia, y que grato es leer que se conocen las cosas que suceden en este rincón del mundo...a modo de dato, gracias a Dios no han habido tragedias que lamentar por lo de Chaitén. Mucha gente perdió cosas materiales, pero ninguna vida que lamentar, y el gobierno reconstruirá la ciudad en un lugar más seguro.
Un abrazo desde el cono sur del mundo,
Joselo
Me pasé por tu blog, xq veo que últimamente blogger tarda en actualizar...pero uy!!! que chasco...entre para leerte y ...me quedo con las ganas...bueno pues te saludo con cariño....escribe pronto campeón
Los humanos estamos perdidos al no ver lo que es correcto e incorrecto, buscando una luz, alguien que destaque del resto para que les sirva de guía.
Hace tiempo que sigo tus relatos, y como siempre, fantásticos. Te sigo leyendo.
Un saludo!
Hola Josef! Días sin pasarme...
Casi siempre me sorprendes con tus finales ;) Un sueño, sólo un sueño... pero, era él...
Buenas noches ^^
Esto de las alas, ¿es nuestro próximo estadio evolutivo? ;-) Me ha gustado mucho esta especie de muñeca rusa de sueños.
Besos voraces.
Josef, me ha encantado este relato. Me he reido con Lucifer y el Judas...
Que imaginación amigo... de las mejores. Te felicito.
Un abrazo
besos
Todo lo relacionado con los volcanes me fascina, y vistos a vuelo de pájaro tienen que ser la pera.
puedes pasar a recogerme cuando quieras, con las alas bien desplegadas eso sí.
Fantástico relato.
Genial, y siempre sorprendente, Josef. Empezar a leerte es empezar a imaginar giros en la historia puesto que ya estamos acostumbrados a tu estilo, pero siempre terminas sorprendiendo.
No estaría mal que de vez en cuando el habitane del averno se quedase dormido.
Un beso grande, amigo.
Pilar
Pero total, quién soñaba con quién!!!!!!???? Excelente relato Josef.
Besitos,
Sorprendente final, ¿o no era un final sino un intermedio?
Absoluto y total ingenio. Te luciste.
Un fuerte abrazo.
Que sueño!!!
Y cuantos detalles exquisitos de haber podido plasmarlo.
Excelente.
Besos Jos.
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