domingo, marzo 14, 2010

El Coto.


Años cuarenta, Navahermosa, pueblo una vez republicano, de amaneceres brillantes y serranos, tardes serenas, abotargadas, a cuarenta grados centígrados, noches de espanto y ejecuciones. Una plaza, cuatro calles mal puestas y una iglesia en lo alto de un cerro, dormitan bajo un concierto estridente de chicharras. Crepúsculos teñidos de nostalgia mortecina en escarlata dilapidan sueños aplazados…

Llega un amanecer y los hijos de Antonio claman una vez más de hambre. Navahermosa es ya un lugar maldito, convertido en coto de caza propiedad de un ostentoso marqués. Antonio lo sabe. Si quiere sobrevivir debe dejar de labrar una tierra agotada y trabajar para el señor “feudal.” Hasta ahora se ha negado, pero ya todos están en la faena. Despejar el coto de depredadores que puedan mermar el censo de perdices, tórtolas y faisanes. El lagarto se cobra a un céntimo, la serpiente a dos reales, por el zorro dan veinticinco. Todo depredador, incluida la diosa en las alturas, águila imperial, está señalado por la mano ciega de la muerte.

Antonio sale de madrugada con su hermano. Ambos recorren el coto al acecho de presas. Hurgan en agujeros e introducen un gancho con el que atrapan lagartos y culebras; y cuando los capturan, los decapitan y llevan la cabeza a los guardias civiles como muestra. Muchas veces, con objeto de evitar a sus rivales, hacen noche al raso y estremecidos por mil supersticiones, piden a Dios y a las estrellas por un día mejor que el anterior.

Pasado un año el exterminio resulta efectivo, la competencia feroz, el hambre y la represión, insoportables. Los fines de semana escuchan las fanfarrias y escopetazos del marqués y sus amigos, exhalan el delicioso aroma proveniente del banquete que el señor festeja tras su deslumbrante cacería, se retuercen los dedos y el estómago grita de dolor.

Una tarde, Antonio vaga por las afueras del pueblo y se cruza con uno de los guardias. En una de sus manos el esbirro sostiene un cubo cubierto por hojas de higuera. Alertado por su actitud, se decide a seguirlo. El hombre llega junto a unas zarzas, escarba en la tierra, vierte el contenido y cubre todo cuidadosamente. A cubierto, Antonio registra la operación con creciente interés. Cuando el hombre abandona el escenario corre a ver que se esconde. Desentierra y descubre los sobrantes de la pitanza que el marqués ni siquiera les ofrece.

La idea le viene por sí sola. Sabe como resolver el problema: “Dios es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, abundancia y hambre.” De forma progresiva estudia los movimientos varias veces hasta que un anochecer lluvioso, quizá el menos indicado para acometer su arriesgada empresa, con el regalo de un garrafón, embriaga a los guardias.
Al día siguiente la cabeza del marqués aparece ensartada sobre una pica en el centro de la plaza. Sin marqués, habrá alimento para todos.


José fernández del Vallado. josef. marzo, 2010.

46 libros abiertos :

Cele dijo...

Ante situaciones desesperadas, medidas desesperadas. La supervivencia es asi, dura y cruenta.
Y a veces la riqueza se olvida de la miseria,o quien sabe si pretende erradicarla?
Luego llega la justicia y .... a veces desemboca en tragedia
Un saludo

Noelplebeyo dijo...

Así debe ser...o ha sido siempre

Saludos

Julia Hernández dijo...

Que difícil realidad que trasciende a travéz del tiempo lamentablemente,las grandes diferencias que aún hoy vivimos. Excelente relato con un aterrador final. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Dicen que muerto el perro... así que en esta ocasión sin Señor regresa el alimento.

Genial Jose, genial una vez más, como todas y cada una de las historias que nos regalas.

Un abrazo enorme, y feliz semana.

marbu dijo...

Estremecedor relato!!
¡Canallas!! aquellos que empujan a una desesperación mental.
Un abrazo

marbu dijo...

¡Por cierto!! ¡Me encantan las fotos antiguas!!
Muackks

Susana Peiró dijo...

Todo burgués en este mundo, ruega no estar en situación semejante. Y es que a veces la vida se presenta así, sin eufemismos y sin metáforas.

Excelente José!

Un fuerte Abrazo mi Amigo!

MORGANA dijo...

Aún sin desearlo,muchas veces se toman este tipo de decisiones ,porque no hay otra vía para solucionarlo...desgarradora pero muy buena,tocayo.
Te felicito.
Mil besos.
Morgana

Alimontero dijo...

Querido José, me encanta leerte, hoy no se me hizo difícil entrar ;-)
Así de rotundo, así de certero!

Como siempre, excelente mi querido amigo!
Que tengas una buena semana ;-)

Gracias por tu presencia y demostración de preocupacion y cariño ante lo acontecido en mi país.

Mi hizo tan bien sentirlos cerca...
Gracias!

Ali

Asun dijo...

¡Caramba que final! La gazuza puede llevar a hacer lo impensable.

Besos

lanochedemedianoche dijo...

No se pero el marqués se la tenía merecida, hay que ser perro para dejar que otros sufran tanto, como siempre excelente relato.

Besos

Lara dijo...

A grandes males grandes remedios.
Muuuuuuuuuuuuuuuuacks!

TORO SALVAJE dijo...

Menos mal que acabó bien la historia.
Es lo mínimo que se merecía el marqués repugnante.

Saludos.

NDEH dijo...

Eres un fenomeno...
¿cual es tu generacion?

Tus relatos dejan huella... y muy profunda...


Abrazos amigo... muchos

Kety dijo...

Por desgracia, ha sido, es, y será.

Enhorabuena por tus publicaciones

Verdial dijo...

La lucha por la supervivencia por un lado, y por otra la prepotencia de los señoritos, sean marqueses o no, que durante tanto tiempo (y alguno que otro actualmente), se creyeron dueños de todo, incluso de la vida humana.
Un espisodio lamentablemente más real de lo que algunos pueden creer, magistralmente contado.

Un abrazo

Dama dijo...

Joer con el marqués... desgraciadamente existen muchos todavía, incluso se siguen creando cada día.
Genial relato Josef intriga hasta el final.

Un besazo

Anónimo dijo...

hola amigo moderato divinisisisisisismo...
como estas?
mira que tus comentarios son exelentes....eres genial...
bueno pasaba a dejarte saludos y a decirte que agradezco tus visitas nio sabes lo bien que me hacen ...
besines y mas besines....

:) SAU

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Duro y exacto.
Hay muchos marqueses por el mundo.

Paquita Pedros dijo...

Siempre es asi sin marquea hay para todod
excelente relato
un beso corazon y feliz semana

Rossy dijo...

Como decimos por acá: "el que a hierro mata, no puede morir a sombrerazos" Su justo merecido!

Besos y Feliz Semana :)

lichazul dijo...

cada acción conlleva una reacción
y cada reacción conlleva nuevas acciones
una espiral eterna que crece y crece hasta hacerse gigante
y cuando logramos dimencionar...ya es demasiado tarde
demasiado tarde para entender y retroceder
para descubrir al otro en nosotros mismos.

besitos de luz
gracias josef por tus huellas

Beelzenef dijo...

Dichosa justicia. Todos la tomaremos algún día. Ya sea por derecho divino o por la fuerza

Abrazos

Amig@mi@ dijo...

Josef,
Buenísimo relato que sabe a poco.
Se presta a alargarse más y más ...
Un abrazo

Anónimo dijo...

creo que cada uno tiene lo que se merece y para este señor...era obvio que era su final de esta manera.

besosss

F. J. Zamora dijo...

Ahora comeran , o quizas seguira el hijo del marques?
Se hace corto amigo mio.
Un abrzo

Arwen dijo...

Dejas con la miel en los labios mi querido amigo...con este relato excelente...a veces hay que acabar con las malas hierbas del camino sin pensárselo dos veces...un abrazo cariñoso...

Yurena Guillén dijo...

Compruebo con alegría que tu pluma sigue siendo tan prolifera y que sigues dibujando escenarios y atmósferas ricos e intensos. Y muchas veces con una lección de vida adherida a la piel.

Buen texto, Jose.

Un abrazo grande.

Janeth dijo...

El que a hierro mata, a hierro muere, dice un dicho popular, duro el final del hombre, mas el que siembra vientos, cosecha tempestades,... dice el refran....

Lindo como siempre un honor leerte
Besitos miles
Janeth

MAYTE dijo...

Recogemos lo que sembramos, se lo tiene muy bien merecido, ¡¡Excelente!!

Besos.

Zayi Hernández dijo...

Un final de premio... El señor feudal se llevó lo que merecía... y eso obviando relatar lo del famoso derecho de pernadas que cobraban los desgraciados...
Excelente!
Un besito.

Juan Luis G. dijo...

La cuestión era hacer desaparecer alimañas y depredadores, ¿no? Pues eso...

Un saludo.

María Gladys Estévez dijo...

Interesante relato. Miseria e injustica,eso da la guerra.
besos

Anónimo dijo...

Ahora que ya no está Delibes entre nosotros, al leer tu relato, recordé "Los santos inocentes".
Pasó aquella época pero, bajo otras apariencias, siguen existiendo parecidas servidumbres.
Gracias por tu visita a mi casa.
Un abrazo.

virgi dijo...

¿Habrá otras partes? Muy bueno, ritmo excelente. Que me visitaras me ha dado lugar a conocerte. Gracias, pues. Ya te leo siempre, besos

jess dijo...

"La vida vive aún a costa de la vida misma." Paul de Kruif.

El tirano llega hasta donde el pueblo lo permite.

Esos lugares, en otrora magníficos... convertidos en muerte y sequía, lastiman cruelmente mi interior.

Tu música Josef querido, es simplemente exquisita.

Me relaja y me hace iniciar bien mi día. :)

Un fuerte abrazo mi guapo amigo!

¡Salta Valiente!

María dijo...

Extraordionario relato, Josep, que con la música tan bella y la fotografía, quedó un post precioso.

Un beso.

LA ZARZAMORA dijo...

Ya di contigo;) Por fin¡¡¡
Marquetazo al canto le daba yo.
Gracias por comentarme y dejarme leerte. Yo ando siguiendo los pasos y la memoria de un marxista traicionado por los socialistas, nada que ver je, je.
Pero el recuerdo a veces es puñetero el jodío y perdona mis malas palabras.

Un abrazo.

fgiucich dijo...

Qué buena solución!!! Un relato que atrapa. Abrazos.

panterablanca dijo...

Las leyes no siempre son justas, y el hambre no entiende de leyes. Muy buen relato, Josef.
Besos selváticos.

Clara dijo...

Cuánta crudeza. Nuestra historia contiene miles de situaciones como la que cuentas... la historia del hombre.
Saludos y que estés muy bien.


Muchas Gracias Total

Jose dijo...

Son historias tan crudas y reales lo que la historia nos deja conocer,
que en verdad te llega ha estremecer que existiesen personas,con
tan malos instintos cerebrales.

Un saludo de José que ese mi verdadero nombre es

Soñadora dijo...

Que final tan drástico! Se solucionaría realmente la hambruna?
La foto me gustó mucho. No sé porque me hizo pensar en mi papá, debe haber tenido alguna foto parecida.
Besitos,

JOSH NOJERROT dijo...

Refrescar la memoria evidencia las ganas de no olvidar, recuperar lapsus del tiempo ayuda a no olvidar por lo que pasaron en tiempos tan crueles como injustos para aquellos que lo sufrieron en propia carne, el desequilibrio a veces es monumental y no es de extrañar quererlo cambiar, otra muy distinta conseguirlo.
Es un placer conocerte, es cierto que te conocía por coincidir en sitios a los que somos asiduos y sin embargo nunca había llegado hasta tus letras, por otro lado nada justificable, lo se, pero nunca es tarde si la dicha es buena...

Abrazzzusss
Josh

lopillas dijo...

Duro, cruel, justo.
Agarras al lector. Me ha encantado pasar por tu rincón de relatos. Enhorabuena.

Saludos

Jose Luis dijo...

Esa amigo mío, es lo que llamo una cacería justa.

Un abrazo!

Jose Luis

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