lunes, mayo 03, 2010

Malabarismos de la vida.




Luchaba por mantenerme en el puesto y no ser destituido. Pero me resultaba imposible pasar desapercibido ante las miradas de cierta directiva: Se llamaba Lidia. Estaba claro, yo le caía mal desde el principio y estaba empeñada en expulsarme. Era de las que proclaman que hay que separar el grano de la paja. Y a ojos de ella, yo era esa paja. Seguro, encajaría de carcelera en Mattahusen o Treblinka, separando judíos de invertidos y gitanos. ¿Ella era aria? No lo sé, pero en cambio era déspota y le agradaba chillarme al oído.
Los días en el trabajo no tenían fin, se hacían interminables.
Al cabo de seis insoportables meses me di cuenta; tenía dos opciones: Despedirme o hacerme invisible. Opté por la segunda, no sé por qué lo hice. Incrédulo, visité a una nigromante. Me dijo que bastaba con que le entregara una ínfima porción de piel o cabello de la persona en cuestión.

Supe que las cosas se me estaban poniendo muy cuesta arriba. Pero decidido, comencé a quedarme por las tardes aguardando una oportunidad.

Un día, Lidia salió muy tarde de la oficina. Aún así antes de mí, que fui el último.
Eran las nueve de la noche y por una vez todo parecía estar a mi favor, la calle estaba mal alumbrada y nos encontrábamos solos. La sorprendí por la espalda, cuando entraba a su coche. Le puse sobre la nariz un pañuelo impregnado de cloroformo y apenas opuso resistencia. Seguidamente la tumbé sobre los asientos delanteros y con unas tijeras en mis manos temblorosas, corté un mechón de su cabello de forma un tanto precipitada, y sin pretenderlo, le dejé un antiestético trasquilón en la cabeza; y para colmo, a continuación, sucedió algo. Me disponía a marcharme cuando comprobé que no reaccionaba, se había puesto pálida y no le encontraba el pulso. Espoleado por un pánico descontrolado entré en el vehículo, sujeté su cabeza y, aguantando las arcadas, le hice el boca a boca. De repente me di cuenta, ¿sus labios carnosos y dulces reaccionaban ante mis besos? Creo que fue la primera vez que me sucedió. Nunca se me habría ocurrido pensar que tuviera atractivo. Pero descubriéndola sosegada concluí que era hermosa. Abrió los ojos, pero estaba tan sedada, que apenas pudo hablar y menos reconocerme. La acomodé sobre los asientos y seguro de que estaba bien, me marché.

Al cabo de unas semanas el sabor de los labios de Lidia seguía impregnando mi ser martirizando mi alma, y yo estaba rendido ante ella. Pero como remate de males, el brebaje que la nigromante preparó surtió efecto. Y ahora ella me ignoraba. No existía para ella o sí existía, pero era como si yo fuera: “Don Perfecto.” Era tan espléndido haciendo mi trabajo, que no necesitaba reclamarme y ni tan siquiera mirarme.

Cuando me personé ante la nigromante, incluso antes de hablar, me escrutó con una sonrisa de malicia. Entendí que sabía algo sobre lo que me estaba sucediendo. Alzó la cabeza con vehemencia, y dijo.
— Te lo advertí. A veces se presentan reacciones imprevisibles.
Y prosiguió.
— Te has enamorado. ¿No es cierto?
Asentí. Ella se rascó la cabeza. Pausadamente dirigió la mirada hacia mí y me preguntó.
— Dime ¿De quién?
Advertir que me sabía enamorado, pero sin adivinar hacia quien dirigía mis atenciones, me empujó a avergonzarme y mentí.
— De una secretaria.
Calibró seriamente mi respuesta y me hizo tomar un brebaje.

A la mañana siguiente Lidia, ni caso. En cambio las secretarias de la empresa me miraban con ojos de arrobamiento.
Al cabo de una semana estaba exhausto de evadirme de sus tretas. Me llamaban a secretaría y se peleaban entre ellas. Aquello era peor que un infierno. Tuve una idea y me lo hice con una para infundir celos a las demás y que me dejaran en paz. El efecto resultante fue desastroso. La despidieron.
La secretaria jefe, una mujerona de cabellos rubios que me doblaba en altura, me ascendió a secretario. De modo que ahora permanecía días junto a ella sin solución a la vista. Finalmente accedí y la satisfice pero no se conformó con un poco y quiso más.

Cuando de nuevo me presenté ante la nigromante, antes de hablar, me fulminó con una mirada sardónica. Entendí que de alguna forma estaba al corriente de mis andanzas. Quizá espiara mis capítulos de desdicha mediante una infame bola de cristal, concluí. Y a lo mejor acerté. Esa vez no exigió dinero como pago, sino carne.
Una vez en el lecho, gimiendo de desesperación, le confesé la verdad. Se levantó, fue hacia la mesa secreter extrajo un anillo me lo puso, y proclamó.
— Cuando vuelvas creerán que estás comprometido y se alejarán de ti para siempre.
Sin dejar de mirarla, asustado, le pregunté.
— Pero entonces... Lidia.
Me miró satisfecha y dijo.
— Será tu mujer.

A la mañana siguiente les bastaba olerme y a mi paso desaparecían.
Lidia me llamó a su despacho. Cuando me tuvo delante ni me habló; se abalanzó sobre mí me abrazó y ¡por Dios! menuda pasión. Como ella hacía y deshacía, lo comenzamos a hacer allí mismo, sobre el escritorio.
De repente la puerta se abrió y entre el evidente desorden del despacho lleno de paños menores arrojados a diestro y siniestro, surgió iracundo y celoso el morro achatado del Director General. Resultado. Acabamos ambos en la calle, sin un duro y sin casa, ya que nuestros pisos nos los agenciaba la empresa.
Pero aquel revés apenas nos alteró, pues en seguida descubrí mi habilidad para hacer malabarismos con media docena de naranjas. En cuanto a Lidia, era una pintora excelente.
Ahora soy feliz trabajando en un semáforo de la calle de Toledo, mientras ella pinta cuadros y retratos para los turistas en la Plaza Mayor.
Al atardecer tomamos unas copitas con nuestros amigos del gremio y por la noche... la noche es nuestra en la buhardilla donde vivimos.

José Fernández del Vallado. Josef, abril 2010.
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Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

46 libros abiertos :

Carolina dijo...

Curiosa historia mi querido y adorable escritor. Con magia y encanto. Me gustó el final...

jajajajajjajajajajja donde puedo visitar una nigromante a ver que me dá para pasar desapercibida ante las narices envidiosas? JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA... es una broma mi querido Josef.

Un excelente relato. Me gustó.

un besito

MORGANA dijo...

Tocayo,me has hecho reír hasta llorar,jajajajajaja...sinceramente el final es espléndido,pero otra vez vente a mi laberinto y te preparo una poción sin tantos efectos secundarios,jejeje.
besos.
Morgana.

Ardaire dijo...

Sabes sorprender con tu imaginación
tan especial...

Buen relato !

Un abrazo.

Carmen dijo...

soportaría los efectos secundarios y los daños colaterales

¡quiero a esa nigromante YA!

...desde que vengo a visitarte Josef, la verdad es que no sé qué me encontraré, el caso es que me sorprendes y para bien

besos

Camy dijo...

¡Menos mal que esta historia de amor ha acabado bien!, Con tanto trajín imaginaba que al final Lidia le odiaría para siempre, peor aún, que una vez despedidos se dirían hasta nunca.
Ha sido entretenido el relato y a la vez divertido.
Un beso

Celia Álvarez Fresno dijo...

Amigo, me ha encantado reírme, en esta tarde tan lluviosa.
Un abrazo

soy beatriz dijo...

Excelente!! jaja me has hecho reír. Pobre hombre!!! pero eso le pasó por no decirle la verdad a la nigromante!! y pago su precio jajaja. Pero finalmente su sacrificio tuvo buenos resultados.
Muy divertido.
Un abrazo!!!!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Malabarismos vitales, sí señor. Divertido. Gracias.

Angeles dijo...

Divertida y mágica historia con buen final.
Pobre protagonista, que arduo para él encontrar el amor.
Un beso

Mevalerym dijo...

Pero qué emocionante historia, tengo qué decir que desde el principio no sabía hacía dónde iba. Después pensé que era un asesinato. Y pues bueno termino mágicamente!

Felicidades, muy hermosa historia.

Un beso.

TORO SALVAJE dijo...

Necesito urgentemente la dirección de la nigromante.

Gracias.

Saludos.

Anónimo dijo...

Me gusta el final, muchas veces las cosas no terminan como esperamos, pero en este caso no esta mal no? ejejejeje

Un abrazo

Lara dijo...

Me hacia falta una sonrisa y tú me has sacado una bien grande, gracias.

Amig@mi@ dijo...

Jajaja, distinto pero el elixir mágico hizo efecto y sonreí.
¡Qué viva la imaginación!
Un abrazo libre de pócimas.

campoazul dijo...

Ya sabes donde encontrarme..., ¿es posible que me pases la dirección del nigromante ese? Que tengo que hacer yo unas cuantas cosillas..., y como a a ti te fué bien! No me importaría nadita tomarme una pócima de esas...
Me encantó.
Besos.

María Gladys Estévez dijo...

Bueno siempre queda el amor compartido que más da si es pintando o haciendo malabarismos..
buen relato como todos los tuyos
besos

César Sempere dijo...

Relato de agradable lectura que transmite la simplicidad de la vida y a su vez la complejidad con la cual la vestimos. Bonito final.

Un saludo,

Beelzenef dijo...

La felicidad solo depende de aquel que quiere sentirla

Eritia dijo...

jajaja, que bueno me ha encantado, lo mejor de todo el final, oye la nigromante esa está disponible?.
Besos. Eritia

Alhena dijo...

Bueno, bueno, hoy venía preparada y no me ha servido porque tu relato es divertidísimo.
A la tercera va la vencida, vendré dispuesta a ser sorprendida :)

Muy bueno, un abrazo.

Jose dijo...

Bellisima historia y es que las cosas del amor son de unos comportamientos tan imprevistos que es lo que en realidad le ilusiona uno

Buen final el vivir con libertad, escaso de lo material,pero millonario de lo sentimental.

Un abrazo

Soñadora dijo...

Jajaja, no me preguntes la razón pero este relato me ha encantado! Tiene suspenso y gracia. Me causó gracias lo del malabarismo con las naranjas en un semáforo, acá en Lima hace algún tiempo los semáforos se han convertido en carpas improvisadas de las mas diversas habilidades!
Besitos,

Yurena Guillén dijo...

Un texto anecdótico y divertido.
Me fascina tu versatilidad.
Me gusta la frase final.
Un abrazo grande.

Alís dijo...

Yo también necesito contactar a esa nigromante (¡¡¡una de verdad!!!).
Muy buena historia, Josef, y encima con final feliz. ¿Qué más se puede pedir?
Me estoy enganchando a tus relatos.

Besos

Anónimo dijo...

Hola José!! Me encantó amigo!! Tus relatos siempre atrapan.
Besossss

khepri dijo...

El relato tiene el encanto que solo el autor puede otorgar.
En cuanto al joven y la dama en cuestión, ¿será amor eso? o solo una pócima mas , bien pagada por supuesto.
Besitos.

Marina dijo...

Y a seguro se lo levaron preso... ni siguiendo al pie de la letra los consejos de la nigromante la vida dejará de sorprendernos porque siempre hay un imprevisto para condimentar nuestros días.
Divertido y ágil, un abrazo.

virgi dijo...

Ha valido la pena el recorrido, eh?
Me ha gustado montón, un recorrido tortuoso, pensando que acabaría fatal y mira...felices los dos!
Besitos (también a la nigromante, se lo merece)

essaldir dijo...

¡¡¡¡ Que buen relato !!!!... Entre pociones, pasiones y despidos.... nigromante, secretarias y jefe de por medio, un final divertido... de amores entre las naranjas del malabarista y los colores de la pintora... De todas formas hago mi solicitud: ¿la direccion de la nigromante?

Un gran abrazo

Arwen dijo...

Excelente Josef me ha encantado. Un abrazo gigante para Lydia y por supuesto también para el protagonista de tan malabarista historia. ;)

Saludos.

Arwen

iliamehoy dijo...

Tortuoso camino, el de la felicidad.
Sorprendente, como siempre.
Una sonrisa

Asun dijo...

Si es que es normal que fueras bueno con los malabares, llevabas tiempo haciendolos en la oficina sorteando secretarias e intentando hacerte visible para Lidia. Vaya trajín jajajaja.

Besos

Manu Espada dijo...

Un texto muy divertido, pasan un montón de cosas. Un saludo.

Cele dijo...

Original, como todo lo bueno, mas de una sonrisa se ha dibujado en mi cara. ¿y si esto pudiese ocurrir de verdad?. Quiero una nigromante en mi vida .....
y es que nunca se sabe.
Un gran abrazo amigo

VeroniKa dijo...

Que bonito! esas son la únicas historias de amor en las que creo. :)

fonsilleda dijo...

Haz el favor de no ser egoista y compartir nigromante, si funciona tan espléndidamente bien...
Gracias por la sonrisa regalada.
Y, por otro lado, claro, ahora entiendo por qué me resultabas conocido: de GB.¨
Hace una temporada larga estaba muy activa allí, pero últimamente, sólo entro y de vez en cuando leo algo.
Saludos y gracias por las visitas.

Unknown dijo...

Como ya nos tienes acostumbrados en ricos relatos, este se suma a anteriores con la msima calidad y riqueza de expresión.

Decanta originalidad y elocuencia sin dejar el rasgo romántico y permite dibujar en lso rostros de quiénes le elemos una especial sonrisa.

Te felicito por tal!!!

Agradecida por tus visiats y decires dejo algo que al leerle te va sorprender y emocionar. luego me lo comentas...

En otro orden te dejo la siguiente invitación dónde encontraras un homenaje especial:


Saludo e Invitación

Dejo mi huella plena de sentires a fin de desar lo mejor, e invitar al

Megaevento Poético


que realice en Homenaje a todos Ustedes, por continentes y países .

Tan solo hice una excepción con

Asturias

dado que la considero mi segunda tierra, por ser el sitio dónde nació mi Abuela Matilde.

Asimismo les invito a los otros blogs que tienen lo suyo.

Un cariño
Una rosa,
Una plegaria, un silencio,
Mi esencia
Depossito a vuestros pies!

Marycarmen



Mis Blogs:
ww.walktohorizon.blogspot.com
Tema: El Silenco

www.cuerposanoalmacalma.blogspot.com
Tema: PAZ

www.lasrecetasdelaabuelamatilde.blogspot.cm
Tema: Recetas de Dulces

www.newartdeco.blogspot.com
Tema: Mandalas

www.cosechadesentires.blogspot.com
Tema:
Megaevento Poético
Poemas por continente y país de quiénes me visitan

A llevarlo a vuestros hogares!

Gastón S. Pérez dijo...

Muy buen relato. Con un poco de todo. Pero al final la obsesion los llevo a perder todo.
saludos
gas

Angeles dijo...

Me encantó!! el amor es magia y tiene muchos matices y efectos secundarios, que siempre nos llevan a un gozoso final, encontrase con uno y el otro es mágico.
Besos:)

NDEH dijo...

Tu si que eres un malabarista de la escritura...

Abrazos Josef.

matrioska_verde dijo...

jamás iré a una nigromante... para que me desbarate la vida, prefiero desbaratármela yo sola...

es un relato agobiante, has conseguido encajar muy bien el tono.

biquiños,

LlunA dijo...

Por fin paso por aquí con calma...y me meto en la historia y la vivo...me encantó la experiencia!!!
Besotes

Dejame que te cuente dijo...

trabajo, pasion y amor...
sera que es posible conjugarlos?
parece que si..
me encanto moderato¡¡¡
:-)
abrazossssssssss

fgiucich dijo...

Qué buena solución!!! Abrazos.

Belkis dijo...

Cuando hay amor, siempre hay una solución para afrontar los avatares del día a día.
Me gustó este relato más que el siguiente. Tu imaginación es grande.
Besitos amigo

Xiomara dijo...

Josef eres un maestro en elaborar estas historias que a mí me encantan vengo a leerlas una y otra vez para luego comentarlas…la historia es divertida y llena de esos matices donde en la jungla de los acontecimientos … no vemos con certeza que queremos …al final …como dices es importante tener riqueza emocional la cual es la que nos hace feliz …un placer leerte …besos

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