lunes, diciembre 15, 2008

Y Tú... ¿De Dónde Eres?

Tu andar desenvuelto, equilibrado, sustentado por piernas armoniosas, preciosamente curvadas, tu cuerpo delgado y esbelto, tus cabellos de platino, tus manos quebradizas, surcadas de nervuras como vetas de amatista, y tus ojos como dos brillantes relumbrantes, de mirada orgullosa y sagaz, traspasando las amplias salas donde desfilabas luciendo prendas de infinito valor que sobre tu cuerpo de escultura, apenas destacaban. Y yo, siempre, detrás...


Londres, Viena, Shangai, Buenos Aires, Santiago, Lima, Caracas, Madrid, Nueva York, París… ¡París! Channel, Versace, Lancome, Lacoste, Chevalier, Tucchi. Algunas de las mejores firmas siempre a tu lado, como yo. Sólo que ellas jamás sabrían apreciar el infinito valor que evidenciabas, en cambio, yo supe verlo y evaluarlo aquel día; la vez que me firmaste el primer autógrafo y te detuviste a mirarme un instante, e incluso me llegaste a preguntar: “Tú... ¿de dónde eres?” Y yo te dije: Soy ciudadano del mundo. Y tú me dijiste: “Yo soy Milla, Milla Jojoviniç”

Ahora lo sé. Sé que sin duda reconociste en mí a tu par y yo fui perfectamente consciente. No lo dudé. Liquidé mi empresa de informática y comencé a seguirte por el mundo, a ser testigo de tus éxitos. Y desde luego, para mí fue todo un honor y un placer comenzar a servirte. Finalizado un desfile los más exuberantes ramos de rosas eran los que yo te enviaba, los mejores regalos, los míos. Y después, en los restaurantes, los cavas y champagnes también los costeaba yo.

No, desde luego. Jamás me agradaron esos hombres y mujeres que te rondaban igual que perros falderos. Pero entendía que eran necesarios para el desarrollo de tu éxito, y te dejé hacer porque sabía que aguardabas el momento exacto para realizarte y ser plena, independiente y poderosa. Incluso soporté y presencié como te encamabas con aquellos sexagenarios podridos de dinero. Recuerdo esos primeros días de decepción; apenas daba crédito a tu comportamiento. Pero después, tras verme encerrado días y noches de desvelo en el hotel, reflexioné que si lo hacías, era con el firme propósito de abrirte camino y despejar las puertas del poder y de la gloria, y tuve la firme certeza de que de ningún modo mancillarías tu hermoso físico – el cual sólo velabas por mí .– 

Noches de ensueño, triunfo tras triunfo, año tras año, lugar tras lugar. Recorriendo nuestro mundo, despegando, aterrizando, hoyando paisajes de ensueño, abriendo caminos a tu preciosa e inmaculada juventud. Todos se rendían. Donde llegabas ocupabas las primeras planas. Sí, tú sin lugar a dudas eras la reina del amor, la belleza celestial, eras mi diosa inmortal…

Pasados unos años comenzaste a rebajar tu calendario. Al principio me extrañó. Sólo tuve que fijarme en ti, en la seguridad que destilabas, para comprender que lo hacías porque ya no necesitabas darte a conocer y porque ya eras la más cotizada entre todas. Al principio de tu carrera habías comenzado a salir en los desfiles en primer lugar, luego lo hiciste en el centro, en cambio ahora, por lo general, solías salir al final – cierta gentuza afirmaba que el lugar natural de las estrellas era el centro – yo nunca estuve de acuerdo. Después de miles de desfiles pienso, es más, estoy seguro, que es al final cuando las estrellas lucen más, y no antes.

Hasta que un día lo hiciste. Llevaste a cabo algo que me sorprendió. Bebiste más de la cuenta. Oh, por supuesto, te embriagabas muchas veces, por diversión, y siempre estaban aquellos perrillos falderos para atenderte, agasajarte y acompañarte al lujoso hotel o a tu casa alquilada de vuelta. En cambio aquella noche ¿qué sucedió? Por qué fue diferente. Los hombres que te acompañaban se limitaron a dejarte, allí, tirada sobre la mesa del local, mientras llorabas. Y claro, yo estaba allí. Acomodado a unas mesas de distancia, con la chica de turno. Pues siempre iba acompañado. ¿Lo comprendes? Necesitaba a esas jóvenes chiquillas. Apenas eran un mero pasatiempo, mientras pensaba en la inmensa felicidad cuando llegara nuestro turno.

Despedí a la chica y te socorrí. Y tocarte, poner las manos sobre tu delicada costura y alzarte sobre la mesa apoyada sobre mí, resultó tan sublime, que estuvo a punto de quebrar mi voluntad. Pero lo hice, te llevé hasta tu hotel.
Entrar en tu habitación y averiguar el estado de suciedad y abandono en que se hallaba supuso un golpe y una decepción. Yo suponía que el “Hotel Piamontesse,” aunque antiguo, era uno de los mejores de Ravenna. Y ahora, de pronto, fui consciente; aquello no era más que un cubil nauseabundo.
No lo pensé. Te hice cambiar con tu equipaje al “Cagliari” de cinco estrellas. Ordené que te bañaran y acostaran y que a la mañana siguiente te enviaran un precioso ramo de rosas, un collar de perlas, y una botella de cava para despejar la resaca y celebrar tu nueva estancia.

Al medio día por fin me decidí. Pasé a hacerte los honores y me llevé una sorpresa, te encontré fuera de sí. Me dijiste que tú hacías lo que te venía en gana y que nadie te cambiaba de lugar. Enseguida comprendí tu razón y mi estúpido error y di orden de que te cambiaran de inmediato. Pero cuando los ordenanzas entraron en la sala y comenzaron a desmontar y a preparar las cosas para el traslado, de repente, me sorprendiste de nuevo con tu magia. Pues variaste de parecer y alegaste que por tratarse de mí, lo permitías.
Hubo un momento de éxtasis, en el que ambos permanecimos contemplándonos, y entonces, por vez primera, viniste a mí con los brazos abiertos me recibiste cálidamente y me ¡besaste! Sin duda fue el acto más grandioso que he experimentado. Yo, ¡verme agasajado por la reina! Me amabas ¡Me amabas! Sin duda no me equivoqué, lo supe siempre.

Después de algunos años nos instalamos en Madrid. Tú, la reina, no precisabas ya de Londres, Nueva York, ni tan siquiera París, para mostrar tus excelencias. Eras mi diamante. Dejaste de desfilar en aquellas horribles pasarelas y tan sólo lo hacías en mi local, ¡para mí! Pasarelas ¿para qué? No las necesitabas. Estabas por encima. Pero había necios, borrachos que expulsaba ciertas veces, que se atrevían a murmurar que qué clase de patochada era aquella de sacar a una sexagenaria vestida de luces a dar una vuelta por el escenario.
Pero ellos no lo sabían, ¡claro! No entendían de modas ni de nada en este mundo. Sólo sabían vomitar sobre fútbol. Y ¡jamás! podrían hacerse idea de que estaban presenciando un momento único. Pues sin saberlo, se hallaban ante la modelo más cotizada de la historia.

Y ahora, hoy, por fin es mía ¿para siempre? No, lo cierto es que ni yo mismo lo sé. No alcanzo a comprender el porqué; tal vez sea lo que sucedió el otro día, mientras ella descansaba. Supe que estaba teniendo lugar la pasarela de Cibeles, me dio por acercarme y la descubrí. Era una mujer... ¡sublime, excelsa y muy especial! Saben... ella firmó. ¡Me firmó un autógrafo! Y a continuación se detuvo me miró de frente a los ojos y me hizo una pregunta que me dio que pensar, me dijo: “Tú... ¿de dónde eres?” Y yo le dije: Soy ciudadano del mundo, y ella dijo: “Yo soy Giselle, Giselle Bunchen.”

José Fernández del Vallado. Josef. Dic 2008.

47 libros abiertos :

Marysol Salval dijo...

Pero que cosas, Moderato...tienes el don de darle un final inesperado a todas tus historias. Este me sorprendió, ya le estaba teniendo lástima al protagonista, pero al final me di cuenta que en gusto y en colores todavía no han escrito los autores...Muy bueno, como siempre.

Glenn K. dijo...

Maestro, sabes como atar a alguien a la lectura y sorprendes con los finales como siempre....

No piensas hacer un libro??? quizña pueda ser una meta para el otro año no lo se..

Un abrazo!

Strigo dijo...

...jajaja jaja amigo Josef, eres muy valiente al dar la piedra... jajaja, resulta ke la palabra de pase es esa: "tú... ¿de dónde eres?" es como el legendario "ábrete sésamo"

Como siempre tus escritos son sorprendentes, muy bien hilvanados y con un final inesperado

saludos

TORO SALVAJE dijo...

El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.

El protagonista creo que tropezaría todas las que pudiera.

Muy bueno.

Saludos.

Esther dijo...

Un relato estupendo,el que ha estado ahi con ella en lo alto y en sus ultimos momentos,el final no me lo esperaba.. el que conociera a otra y empezara el ciclo..Al final se dejó llevar por la corriente del resto que hicieron lo mismo con ella..

besos

Juan Duque Oliva dijo...

Todo un placer leerte, cada vez lo haces mejor.

Un abrazo

KLAU dijo...

OTRA VEZ LA BÜNCHEN JOSE????? JJAJAJAJAJ ESTAS ENAMORADO???????

ME FASCINARAN SIEMPRE TUS HISTORIAS Y DESVENTURAS, QUIERO SABER COMO ESTAS, ME CUESTA TERRIBLEMENTE ENTRAR A LA PAGINA Y DEJAR LA FIRMA !!!

ESPERO QUE ESTES BIEN
TE DEJO MMIL ABRAZOS
MIL BESOS
KLAU ♥

Margot dijo...

Ays la belleza sin más, tan vacía como el aire y una vida desperdiciada...

Y tú describiendo su aire hueco. (o que cada cual lee lo que gusta, jeje)

Un beso, josef.

mia dijo...

Amigo,por favor

pronto el libro,que ya

creo tener la isla...

No me quiero perder

ninguno,éste es

especialmente de los

intensos,y el final,

muy tuyo,nada más!

Besos

Verbo... dijo...

Cada una de ellas, es una reina,
y de donde somos?, somos de aqui y ahora !!

Un beso,
con autógrafo,

M.

LUX AETERNA dijo...

Un remate inesperado por cierto, eso si espero que esta vez con la nueva modelo apure un poco los tantos ya que si se toma así sus tiempos salvo que sea Highlander creo que no va a llegar a besarla.
Abrazo

© José A. Socorro-Noray dijo...

¡Es una gozada leerte!
¿Cuándo vas a escribir un mal relato?

Un abrazo

Cynthia dijo...

Cosas de la vida.. preguntas sin respuestas.. miradas contenidas.. amores y desamores... sueños, esperanzas.. realidad.. fantasia
Todo gira en forma circular..


Besotes.. me encantó sumergirme y sentirme en el texto...

cariños

...flor deshilvanada dijo...

Tropezar dos veces con la misma piedra, pero creo que es por gusto, diría casi devoción.

Que tengas una buena semana José, besos!

Patricia Lopez Lalli dijo...

Es un relato hermoso, que me acarició el alma.
Bellísima tu forma de narrar, José!
Un beso.

Claudia Sánchez dijo...

Cuánta devoción por la belleza!
Aún borrando las fronteras del tiempo.
Excelente amigo!
Besos,

la inkilin@ dijo...

Un modelo de mujer..superficial y caprichosa..hasta que su belleza se desvanece..y luego otra..
¿todo es efímero..hasta el amor?

Un café?

Anónimo dijo...

Aaah acabas de dar en el clavo, la belleza no es eterna, pero la superficialidad si.....que lamentable no?

un abrazo

la inkilin@ dijo...

Con la lectura me he envesado
venia a desearte Feliz navidad..y que el año nuevo..eso propósitos nuevos y esperanzas renovadas
Y ilusiones realizadas

Se feliz

Belén dijo...

es como una historia de desamor anunciado, no me preguntes porqué pero así lo siento yo...

Besicos

Arantza G. dijo...

Te gustan los juegos de magia?
Un gustazo leer tus escritos.
Ten cuidado con ese tipo de enamoramientos...
Un beso.

Anónimo dijo...

WOW! ME ENCANTO! ESTE RELATO POR FAVOR HOMBRE!
LA VERDAD QUE ME IMAGIANDO EL HOTEL LAS FIESTAS ..LA PASARELA...HASTA ME IMAGINE LOS PEEROS FALDEROS ESO ME DICE QUE ME HUNDI EN ESTA LECTURA FANTASTICA!
MODERATO TE DEJO UN BESIN ENORME!
ADIOS Y GRACIAS POR VISITARME !
:)

Libertad dijo...

En busca del amor una y dos veces, las que hagan falta, hasta que nos devuelvan nuestro gran amor tan solo con migajas. Me gusta tu forma de escribir, consigues que lea siempre hasta el final. Y el final es esperanzador en este caso, qué bien.
Un abrazo, mi enhorabuena.

Arcángel Mirón dijo...

Ayer me puse a ver un desfile de Victoria Secret, seguro ahí encontrabas musas para perpetuar esta historia...

:)

Un abrazo!

NDEH dijo...

"Tú... ¿de donde eres?"
Y yo te digo: Soy un fiel lector más de tu blog... y no sé como me llamo... ni mi importa.
Sólo quiero leer tus escritos... aunque seas ciudadano del mundo en busca de Giselle...


Abrazos mi amigo.

Naveganterojo dijo...

Solo se me ocurre una cosa....el amor es ciego, y ve solo lo que le interesa ver, y acepta solo lo que quiere aceptar, pero tambien desaparece un dia igual que aparecio.
Preciosa historia amigo mio.
Un saludo

Capochoblog dijo...

Si, de verdad que el hombre es el único animal que tropieza varias veces por el puro gusto de caer, jajajajaja.

Besos.

Yurena Guillén dijo...

Idolatrar a una persona es engañarse a uno mismo. No existe nadie perfecto... o por lo menos no tanto para sacrificar nuestra propia vida. Tu protagonista buscaba la belleza, la anhelaba... Creo que seguiría cometiendo el mismo error cuantas veces tuviese la oportunidad.
Por cierto, el tema de la moda no es sólo para gente caprichosa y superficial. Hay de todo como en todas partes. Anhelar belleza y perfección si denonta más superficialidad y estupidez que poseerla.
Muy bueno tu relato con un giro inesperado al final. Un abrazo.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Sin tiempo para leerte hoy, amigo Moderato. Solo me he pasado para saludarte y mandarte... ¡UN ABRAZO!

patri dijo...

Cómo lo haces? tus relatos siempre consiguen sorprenderme.
Para cuándo el libro...???
Besitos

Janeth dijo...

Como es la belleza efimera, como la de una flor, las cosas del mundo estan ahi para que la belleza las disfrute solo un momento por que eso es todo lo que dura.
Linda historia
Besitos
Janeth

la-de-marbella dijo...

Genial!!! Muy bueno, por un momento he perdido la noción del tiempo imaginando a tu modelo. Muy bueno

My dijo...

.. te dejé una respuesta en mi blog.
perdoname, no se qué te ha podido llevar a decir eso, no me molesta absolutamente nada de ti, al revés, me enorgullece que vengas a verme y que me leas y me escribas siempre.

te dejo mi dirección de correo por si quieres que hablemos de algo,

neftali_8@msn.com

me siento mal por si te he confundido con algo.. por favor perdona, no me imagino qué ha podido ser.. lo siento.

gracias por venir a regar mis flores..
he venido corriendo a escribirte pero no he tenido tiempo de leer tu entrada, seguro que es espectacular como siempre.

vengo más tarde a dejarte unas letras.

gracias y perdoname otra vez, sea lo que sea.

un abrazo..

Mixha Zizek dijo...

Josef interesante relato con un buen final muy sorpresivo... Me doy cuenta que te gustan las modelos como protagonistas.. El personaje de tu historia buscaba y amaba la belleza mas no la mujer que había en ella interesante representación de tu personaje, me gustó mucho, un beso

Kety dijo...

Por un momento he sentido pena del protagonista. Un final inesperado.

Interesante relato
Un abrazo

isis de la noche dijo...

Ya pues... Que me presente a su amiguito Leo y nos tomamos un cafecito por ahí ¿sí?????

jaja... genial relato..

Un beso

jess dijo...

Heeeey!!!
Los ángeles llegaron ahora a tus relatos ah? ;)

Ese Tom Brady es todo un afortunadote verdad?
Tiene como pareja a una de las mujeres más atractivas no sólo del planeta, sino de todos los tiempos.

Un fuerte abrazo mi estimado Josef!!
Salta Valiente!!

MAYTE dijo...

Me gustan mucho tus historias, te superas en cada escrito.

besos

lys dijo...

Jejejejee!! por un momento pensé que hablabas de sonia bruno y el cornudo de turno(perdón.) Estupenda y bien contada historia.

Salido lindo

Anónimo dijo...

aquí estoy paseando por tu blog!
me encanta lo que escribes........
y éste, en particular con un final inesperado.........
un abrazo!!!!!!!!!!!

pati dijo...

No es oro todo lo que reluce, verdad? ;)

Así es el (des)amor...

Besos :)

PIER dijo...

Insuperable..
JO! Eres el mejor.
Siempre dejnadonos con la boca abierta..
Grandeeeeeeeeeeeeee..
No sabes cuanto me ha gustado..
Y que final madre mia!.. espectacular..
muy bueno..Que estes bien..
abrazos.

Perséfone dijo...

Un final inesperado, desde luego...

Mil abrazos.

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Principio y fin.
Muy bueno, cada ser, elije sus valores...
besos y amor.
je

LUCIA-M dijo...

Ufff me encanto tu historia, y tan real, conocí un amigo
Que hizo eso por alguien, solo que el amor, y la admiración solo
Estaba por parte de uno.
La otra solo vivía los éxitos y la decadencia
en su mundo pero jamás le amo.
Creo que esta historia, es más o menos él amaba
La belleza de ahí el final……
Me atrapo desde el principio
Genial!!!!
Un beso.

Eria.. dijo...

A veces las cosas no son lo que parecen... ni unas ni otros. Sigues narrando de una forma espectacular.
Besitos varios

MAMEN ANZUÉ... dijo...

Fantástico relato, e intrigante hasta el final;).. Enhorabuena Josef¡¡:)

Un beso lanzado desde mi pasarela de sueños¡¡¡

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