Los espacios son muy amplios, todo ocupa más espacio, incluso el frío parece distinto, mucho más enérgico y cortante. Y esos espacios sin rellenar, lugares que en mi tierra siempre están ocupados; ya sea por un perro, un viejo, la llanta desinflada de un neumático, o un pedazo de plástico sucio..
Perros grandes, portales grandes, grandes rascacielos, cochazos y calles extensas, de cuatro carriles, frías y abombadas.
Estoy en Harlem. De aquí parten sonrientes algunos de esos chicos excéntricos que van a Irak sin saber por qué lo hacen. Excepto porque de tan grande como es su país el mundo parece quedárseles pequeño. De aquí parten los paquetes de dinero destinado a cubrir guerras inútiles y a curar heridos, que lo fueron, con sus propias armas. Y aquí, sobre una ciudad como ésta, reflejó Orwell en su profético libro “1984” lo que iba a pasar y ahora ya sucede:
El Gran Hermano se hace llamar “George Bush”, necesita mantenerse en guerra permanente e inexorable, mediante cualquier pretexto o mentira... Estamos a las puertas del 2007.
En Brooklyn también hace calor. Hace el calor de la mentira. De la gran mentira americana. EEUU dejó de ser la panacea para los necesitados a fines de los años setenta. Hoy día deja morir a los pobres de Nueva Orleáns y al mundo entero...
Camino por Wall Street y siento el peso de aquellos dólares ilusionantes sobre mi nuca. Ya no son lo que fueron: Dólares salvadores, prometedores, fascinadores… sino corruptos dólares especulantes y traicioneros.
Se habla inglés pero a la vuelta está el chino, se paga en dólares pero el dólar ya no manda y compite con el Euro el Yen y pronto sucumbirá ante el Yuan.
Me embarco en el Ferry que me conduce a la magnífica Estatua de la Libertad, la encuentro agobiada, más encogida de lo normal y con la antorcha apagada. ¿Hay restricciones de energía? ¿Es esta la protagonista de alegres llegadas a la tierra prometida?
Salgo a cenar por la noche. El Empire State reluce iluminado como un viejo mastodonte que se resiste a caer, pero ya nadie lo secunda…
No veo pandillas de jóvenes, ni grupos de gente, ni el menor movimiento en la calle. La ciudad parece muerta y todo el mundo – o las viejas glorias de antaño – circulan en limusinas de vidrios ahumados.
A la mañana siguiente regreso al viejo aeropuerto John Fitzgerald Kennedy. Aunque de majestuoso ya sólo le queda el nombre. Hoy, hasta Paul Newan, el de los ojos azules, se marchó para siempre.
Embarco. Y pese a que lo intento, desde arriba tampoco consigo ver dónde estuvieron las Torres Gemelas...
José Fernández del Vallado. 16 de diciembre de 2006. Retocado sept 2008.
24 libros abiertos :
Veo que este post es de un viaje que hiciste a EEUU y que no te gustó mucho.Yo no he estado por allí pero creo que tampoco me pierdo mucho,antes iría a visitar Europa hasta el último rincón que quedara que ir a EEUU,no me llama pues como bien dices ya no es la tierra de las oportunidades, el paraíso es más Europa, aun con su crisis..
Un beso
La codicia es la verdadera bandera en Estados Unidos.
Su codicia ha hecho entrar al planeta entero en crisis.
Creo que es el final de un imperio.
China emerge como el faro para todo el mundo.
Saludos.
que cosas
las historias se repiten
sólo cambian los actores...
muakismuakis:-)
Es cierto Josef, eso es Nueva York. Pero también es el cosmopolitismo, encontrarte en la soledad más absoluta y pasar desapercibido entre millones de gente. Correr por Central Park y descansar en el Strawberry Fields o en el Dakota para recordar a Lennon cantando Imagine. Pasear por el Downtown o llegar hasta el Flatiron y recrearte en el viejo Taller de Andy Warhol, hoy convertido en Librería. Ir al teatro en Broadway y disfrutar de una velada inolvidable. Visitar el Metropolitan, el MOMA o el Guggenheim y empaparnos de arte o, simplemente, atravesar el Puente de Brooklyn, tomarte una cerveza fría en Pedro's, y disfrutar de las nuevas galerías de arte que se han abierto en esa orilla. Cenar en el Village, en el Soho o en la Little Italy a la luz de las velas.
Nueva York es eso y mucho más. Pero mi opinión es muy sesgada porque yo amo Nueva York.
Un abrazo.
No me interesa John Lennon y nunca me gustaron los Beatles; prefiero a cien grupos. Paseé por el Downtown y solo sentí opresión y vacío y la oscuridad del sol que ocultan los enormes rascacielos. Sí; quizá lo mejor sean esos museos tan cuidaditos, contienen las riquezas que compraron en Europa y el resto del mundo a base de talonario, cuando no las robaron. No bebo cerveza fría y menos, caliente. Para mi cenar en el Soho, en la pequeña Italy, ya casi inexistente: Está siendo devorada por el inmenso barrio chino, por muchas velas que haya, apenas le encuentro romanticismo: Sin una buena cocina esos lugares carecen de sentido y los percibo vacíos... No encuentro calor en una ciudad de rascacielos, lo mismo que no veo calor en esos cuatro mamotretos que construyeron en la Castellana, aquí, en mi ciudad: Madrid. Destrozando un paisaje antes llano e inmaculado. la verdad amigo Noray, prefiero las ciudades pequeñas y con historia y cuando digo historia me refiero a siglos enteros a sus espaldas, no un par de siglos, sino quinientos seiscientos años o más como por ejemplo Venecia, Cáceres, Cádiz, Segovia, Lisboa, Fez, Marraketch... Eso para mí son ciudades... con sus fantasmas sus pasajes oscuros, sus antigüedades, eso es belleza y armonía dentro de un cosmopolitismo joven y sano. Un saludo amigo!
Yo no amo ni odio N.Y,por algo muy simple, no lo conozco. La única forma de impresionarme ante una ciudad, sería pisar sus historias, casas, iglesias, campos no pisoteados, que aun se niegan a ser olvidados por la arquitectura moderna.
Claro no niego que me encanta todo lo que conlleve luces, sonrisas, noches de glamour barato para extranjería y diversión para uno mismo.Pero tengo una fijación con lo pasado, ese olorcito a historia…debe ser que añoro mi infancia y la única forma de restablecer energía para seguir, es estar con mi gente y todas sus costumbres .
La libertad americana ya no existe, la llenaron de rencores y vicios infundados, impuesto por un poderío infame.
Cariñuss mil Josef.
A mí siempre me ha gustado N.Y, me encanta visitarla cada vez que puedo. Sin embargo, es cierto algunas cosas que menciona, como que el dólar sucumbirá ante el euro o el yuan (fijate lo que pasó justo hoy en su economía), que doña Libertad ya no tiene la misma energía ni alegría para recibir a sus visitantes, y que el JFK no es tan majestuoso como antes... Señales de que una buena era terminó, o sólo es una etapa de recesión?... Quién sabe!...
Saludos desde este otro lado del charco!
para encontrarlas no hay que mirar fuera....
sino dentro de los corazones de los familiares de las victimas...
es alli justo donde quedaron als torres....
un abrazo...precioso tu sitio...y emocionante como siempre la visita...
(la musica es deliciosa)
La música acompaña a la lectura tan suavemente... tu relato (como casi un texto etnográfico) hace que el que lee recorra los lugares y se aproxime a las sensaciones que expresás mentalmente. Yo no conozco Estados Unidos ni muero por conocerla, aunque no despreciaría la oportunidad si alguna vez se diera. Confieso que no he viajado jaja...en mi lista primero figuran otros lugares París, Barcelona..y tantos más... Otra cosa que debo decir: los comentarios que me precedieron, interesantísmos, como yapitas valiosas, un plus a la lectura de la entrada. Un gusto pasar por tu blog. Volveré. Saludos, María
una sola cosilla más. Uno entra a tu blog y no se puede salir en minutos! (es un piropo al blog) por todo lo que hay para ver, y descubrir, de a poquito, como el tiempo me lo permita, lo voy a ir conociendo. bays
Ay hombre para que se complica la vida con NY !!!!!. Cuando llegue a NY hace algun tiempo sali corriendo; sabe para la proxima mejor venga a California aca hay mucho mas que el espejismo de Hollywood. Gracias por su visita.
Nunca he estado allí pero no me llama la atención, no sé.... demasiado edificio para mí ;)
Muuuuuacks!
La sombra de un sueño
Muy bueno
Saludos
Me ecana NY
no soy su habitante
tengo muchas reservas con la política de EEUU
pero.....
mejor no digo nada
por ahora
Creo que la soberbia se paga y bien caro....quien hubiera pensado que USA iba a tener tan randes poblemas económicos??? si parecía un gigante! pero hasta goliat fue vencido por un pequeño como David...."Nada es para siempre" y "todo se paga en esta vida"....
La gente joven es EEUU no sabe donde queda Chile ni Suecia....
Todo lo que hay para abajo de EEUU es México y en Suecia se venden chocolates y se hacen los mejores relojes jajajaja....Eso es lo que dicen.
Si la ignorancia matara......
Me pasee este verano un mes por tierras americanas, entre ellas pare por NY que a pesar de ser impresionante sus rascacielo visto desde el otro lado del puente, como ciudad yo no la quiero ni en pintura, gente viviendo deprisa por la calle, que parece su casa, suciedad por doquier, y todo el mundo intentando mandar dentro de sus niveles, me recuerda a la empresa donde he trabajado bastante años, por supuesto americana, donde hasta al botones les hacen creer que son alguien o puede llegar a ser presidente, no hay nada mas elemental que alabar el ego de las personas para tener borregos.
Despues salta a recorrer toda california, nevada y arizona, y lo mismo, parecian cortado por el mismo patron, me recordo a la pelicula de "Un mundo Feliz" , donde estaban loa alfa (americanos que no vi), los betas y los gamma y a los que alimentaban son "somma". Eso si me gusto muchisimo todo lo que era lo diferente, sus parque naturales a lo grande, toda la zona del desierto, gran canyon, sedona etc. donde los horizontes parecen mas lejanos que aqui, era la sensacion de todo a lo grande..
Saludos
Jose...
si supieras como y cuanto
te entiendo,lo mismo siento
al leer Lorca en su denuncia...
Uno de Federico García Lorca
NEW YORK
(OFICINA Y DENUNCIA)
A Fernando Vela
Debajo de las multiplicaciones
hay una gota de sangre de pato;
debajo de las divisiones
hay una gota de sangre de marinero;
debajo de las sumas, un río de sangre tierna.
Un río que viene cantando
por los dormitorios de los arrabales,
y es plata, cemento o brisa
en el alba mentida de New York.
Existen las montañas. Lo sé.
Y los anteojos para la sabiduría.
Lo sé. Pero yo no he venido a ver el cielo.
He venido para ver la turbia sangre,
la sangre que lleva las máquinas a las cataratas
y el espíritu a la lengua de la cobra.
Todos los días se matan en New York
cuatro millones de patos,
cinco millones de cerdos,
dos mil palomas para el gusto de los agonizantes,
un millón de vacas,
un millón de corderos
y dos millones de gallos
que dejan los cielos hechos añicos.
Más vale sollozar afilando la navaja
o asesinar a los perros en las alucinantes cacerías
que resistir en la madrugada
los interminables trenes de leche,
los interminables trenes de sangre,
y los trenes de rosas maniatadas
por los comerciantes de perfumes.
Los patos y las palomas
y los cerdos y los corderos
ponen sus gotas de sangre
debajo de las multiplicaciones;
y los terribles alaridos de las vacas estrujadas
llenan de dolor el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.
Yo denuncio a toda la gente
que ignora la otra mitad,
la mitad irredimible
que levanta sus montes de cemento
donde laten los corazones
de los animalitos que se olvidan
y donde caeremos todos
en la última fiesta de los taladros.
Os escupo en la cara.
La otra mitad me escucha
devorando, orinando, volando en su pureza
como los niños en las porterías
que llevan frágiles palitos
a los huecos donde se oxidan
las antenas de los insectos.
No es el infierno, es la calle.
No es la muerte, es la tienda de frutas.
Hay un mundo de ríos quebrados y distancias inasibles
en la patita de ese gato
quebrada por el automóvil,
y yo oigo el canto de la lombriz
en el corazón de muchas niñas.
Óxido, fermento, tierra estremecida.
Tierra tú mismo que nadas
por los números de la oficina.
¿Qué voy a hacer?, ¿ordenar los paisajes?
¿Ordenar los amores que luego son fotografías,
que luego son pedazos de madera
y bocanadas de sangre?
No, no, no, no; yo denuncio.
Yo denuncio la conjura
de estas desiertas oficinas
que no radian las agonías,
que borran los programas de la selva,
y me ofrezco a ser comido
por las vacas estrujadas
cuando sus gritos llenan el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.
Perdona el espacio,he estado en la calle Miño,Nº6,he pensado en ti lejos de Nueva York ;)
Besos
Ante todo a los que os gusta New York debo deciros que me parece muy bien. Estuve allí y encontré gente amistosa y honrada; entre ellos a mi prima de mi misma edad que vive allí y le encanta esa ciudad. Cuando hablo de la ciudad no me refiero a su gente, sino a su ambiente, a su estructura que a mí, acostumbrado a ciudades menores, personalmente, me parece gélida. Aunque a otros pueda pareceros lo contrario. Quiero agradecer las muestras de cariño y comprensión general que dais a menudo acerca de mi blog (no de este post) sino del lugar en general; de lo que estoy haciendo; del espacio que estoy construyendo para todos nosotros, porque es para todos nosotros. agradezco vuestras opiniones a favor o en contra de New york; al fin y al cabo es una de las grandes ciudades del planeta y bien se me rece un respeto. Un saludo muy cordial a todos los que por aquí pasáis! josef.
A mi no me gustan las ciudades en que la gente no tiene identidad.
Independentemente del tamaño, lengua, color y altura!
Beijo!
Que realista y oportuna tu entrada...parece que todo pierde su explendor, este mundo capitalista se desmorona. Un abrazo.
Estimado Josef, es la primera vez que te visito, y te aseguro que me has dejado completamente sorprendido, por la calidad y la cantidad de tus blogs. América, la ambión y la codicia, rebujada con la lujuria y la vanidad.... Yo quiero ir, jajajaja. Me gustaría conocer Nueva York. Algún dia iré, seguro.
Un fuerte abrazo. Te espero por mi blog.
A veces creo que nos sumergiremos en un film de ciencia ficción, de esos que ellos mismos crearon donde un don nadie se equivoca y oprime el botón prohibido y como por arte de magia y de un plumazo dividimos el planeta en dos y aparecen los androides... el resto ya lo sabes.
Mil cariños
Estuve de viaje.. recien llego y me encuentro con un relato muy humano. He caminado por esos mismos lugares, que pudieron ser los de Los Angeles, Chicago o Miami cuando la noche avanza. Gracias.. y que los dias con sol regrese y permanezcan.
Querido Josef
Creo que me has entendido mal. No es que Nueva York sea mi ciudad ideal, pero tiene su atracción. Yo siempre prefiero ver la parte positiva de las ciudades, para negativo ya me basto yo solo. Todas las ciudades que has relacionado, Venecia, Cáceres, Cádiz, Segovia, Lisboa, Fez, Marraketch, junto con otras muchas más, como Estambul, Atenas, Florencia, San Gimignano, Volterra, Siena, Praga, Gante, Brujas, Lucerna, Salzburgo, Garmisch Partenkirchen, Passau, Regensburg, Landshut, y un largo etcétera, tienen más historia, más arte y son más humana que Nueva York. Y yo también prefiero perderme antes en la humanidad de esas callejuelas que en las grandes avenidas de la megalópolis americana. Sin embargo, aún pensando todo ello, me sorprendió grátamente la ciudad de los rascacielos porque yo creía que era una ciudad moderna y bulliciosa solamente y me sorprendió encontrar edificios antiguos tan bien conservados y casas unifamiliares que yo creía que no existían. Me fascinó la gran variedad de razas y fisonomías que conviven en la gran manazana.
En cuanto a Lennon y The Beatles, sobra decir que tampoco son de mi devoción más absoluta, ya ves la música que tengo en mi espacio, pero no dejan de ser grandes e iconos de la música moderna.
Un abrazo
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