El hombre que hay dentro de mi daña mis articulaciones, oídos y pensamientos. No quiere dejarme avanzar, desea volver allí, abajo; a la carnicería. Casi domina mis instintos, mis acciones, pretende ser más fuerte que yo. En cambio yo sigo ascendiendo encuentro la cueva y entro.
Lo primero que veo son los ojos, sus ojos intensos clavados en mí. Y lo reconozco. ¡Es Laskar! Un compañero del pueblo. Ya no me detengo, me arrojo sobre él, nos abrazamos, le digo quien soy y lloramos juntos nuestra miserable derrota. Después descansamos un rato hasta que él me mira y avergonzado, bajando la cabeza, confiesa.
“Oh Tomek, Tomek, soy cobarde, odio la guerra y me asusta. No tengo valor para combatir. Debo decírtelo a ti sólo a ti: Soy... homosexual.”
Permanezco mirándolo a los ojos. No acierto a articular palabra. Estoy asombrado, peor aún: ¡Escandalizado! Grito:
“¡Maricón! ¡Has abandonado a tus compañeros, tus parientes, tus familiares ahí abajo y permites que los asesinen!”
E irritado le pregunto.
“¿Acaso no eres capaz de batirte como un hombre?”
Eleva la mirada, sus ojos claros, azules, penetran dentro de mi alma y la desgarran de dolor, está llorando. Sus manos callosas acarician mis muslos aún doloridos por la ascensión. Niega con la cabeza repetidas veces.
Tomo el fusil y fuera de mí disparo. El balazo le alcanza una pierna. Aúlla, Gime, cierra los puños. Permanezco lívido unos instantes. Él murmura.
De pronto algo se derrumba en mi interior. Me echo a temblar, tiro el fusil lloro, comprendo y me doy cuenta emocionada: ¡Lo he amado toda mi vida! La mujer que hay dentro de mí asume el mando, domina mis acciones, empieza a mostrarme cuales son mis necesidades: Su boca, sus brazos, su tacto, su olor, su sexo de hombre. Yo, soy una mujer con cuerpo de hombre y él... un hombre invertido. Estamos hechos el uno para el otro. Esa noche nos amamos intensamente.
A la mañana siguiente los oímos. Están a la entrada. Nos conminan a rendirnos. ¿Rendirnos? Jamás. Ahora lo sabemos; por separado estamos incompletos, indefensos, en cambio juntos, somos uno solo. Somos inmortales.
Luchamos durante días con tal valor que nos ofrecen rendirnos sin matarnos. Pero eso no es posible. De día somos asesinos, de noche amantes perfectos. Ambos lo sabemos, apenas durará dos, seis, veinticuatro horas más. Mientras tanto, somos el matrimonio perfecto: Hombre y mujer, mujer y hombre, amándose intensamente hasta el instante final sin un solo resquicio de duda, inseguridad, y mucho menos, miedo.
José Fenández del Vallado. Josef. Oct 2008.
28 libros abiertos :
La guerra puede trastornar la vida de cualquier persona y te hace cuestionarte tu vida en segundos...
un abrazo Josef
No he vivido ninguna guerra ni espero vivirla nunca, yo soy muy pacífica, jajaja...
Muuuuacks!
Lástima que se diera cuenta en lo alto de la montaña y cuando faltan tan pocas horas.
Tendría que ser más valiente en la guerra del día a día.
Un abrazo, me encantó.
Excelente otra vez.
Tienes que editar todos estos relatos. Ojalá que si.
Saludos.
Fantástico relato. Tienes un estilo particular y unas características que voy descubriendo poco a poco en cada nueva lectura. Estupendo. saludos.
Qué historia tan extraña.
El desertor se encuentra casualmente, en el refugio, con su querido amigo y lo primero que le confiesa es que es gay (que yo no creo que influya el valor, sino en la elección sexual de cada uno)
:)
Odio la guerra y si fuera militar seguro que sería un desertor!
Tambien me escondería porque me niego a morir tan indignamente....
Un beso!
Estuve unos días de vacaciones, compañero. De ahí mi ausencia.
Pero vuelvo a deleitarme con tus historias. ¡Qué habilidad tienes para narrar! Es asombroso.
No tuve mucho éxito con mi propuesta por cierto, así que habrá que seguir solo. Ya me contarás si te animas tú a hacer lo mismo.
Difícil esto del amor. Llevas razón.
Un abrazo muy fuerte.
Increible relato, me ha encantado, normal que te dediques a esto, de pequeña queria ser escritora, pero ni siquiera acabe el graduado,asi que no me voy hacer escritora jeje, Tambien quise ser, mecanica, y profesora eso cuando era muy de peque jajajajaja,soy una persona idecisa, solo hay una cosa que hago con seguridad, cuando amo, lo hago de verdad y no dudo , amo las letras por eso escribo. Bueno un besazo y gracias por pasarte siempre por el lado del olvido, un besazo.
Una rosa entre espinas.
Un delicado sentimiento en medio del mar de asco, incomprension, miedo y brutalidad que es la guerra.
Precioso relato. Que lindo post.
Un cordial saludo!
¡Otra maravilla!
No sé si tendrás publicado algo, pero esto debiera estar en todas los Colegios en Institutos. Es un bellísimo alegato contra la guerra, incluso la que vivimos cada día en nuestra vida cotidiana.
Un abrazo
Hola cordial saludo. De nuevo por este gran espacio. Te invito al mio: www.mandalaspoemas.blogspot.com
Un abrazo,
Víctor
La guerra envuelve de tal manera que se miran realidades comprensibles.
Un excelente relato , te felicito Moderato_dos_ Josef.
Un abrazo
María
Wow!!! que relato!!!! me encanto, aunque odio la guerra.
un beso
Incómodo y terrible lugar rodeado de guerra y muerte para encontrar el amor, como siempre una delicia leerte. Un abrazo.
Esta historia tiene tantas lecturas y análisis... abre esa posibilidad. En un ambiente de dolor y de muerte el amor... te felicito por este texto y saludos! María
Hola me encantó lo que escribiste y la imagen de esos pinos nevados.
Muy bueno. Bss. Por suerte acá nunca hubo guerra.
Nos vemos. ¿si?
Dicen... que importa el sexo cuando el amor es puro?
Preciosa tu historia, dura, como todas las que escribes, pero tienes tanta sensibilidad que llegas siempre al corazón, querido niño.
Es un verdadero placer leerte :)) gracias
Besos y PAZ y AMOR
Por cierto ayer te vote, te lo mereces.
Si alguien se anima a votarme en Blog Personales:
Vota a Luz de gas Blog de Juan Duque en categoría Blogs Personales
Esto es un poquito de publicidad pero bueno, confía en que sabrás perdonarme.
Un abrazo
Hola mi querido JoseF,
Por alguna extraña razón recordé una canción que George Michael cantó hace varios años. Es un cover, el tema original ignoro quien lo interpretaba. La canción es cuestión se llama "The Grave" y la letra es muy similar al inicio de tu relato.
Extraño el final, pero me gustó :)
Besos chilangos
La guerra, la muerte, me causa tanto terror...
mil besos
joer.... no había visitado todavía este santo lugar. bueno, todo lo santo que pueda pecibir un ateo como yo.... XD
José, me encantó la historia, genial, como todas las que escribís!!!
si, creo que deberías recopilar y editar un libro.
Abrazos
desertor sin lugar a dudas que peleen ellos los ricos
saludos
Amigo Josef, aquí no hay respuesta a tu pregunta, el ser humano es un misterio que nunca conoceremos plenamente, sencillamente se es, sin posibilidad de abarcar su totalidad.
De nuevo un relato sorprendente.
Un abrazo amigo.
El cobarde es el que hace la guerra para salir corriendo de la dialectica donde sabe que no puede ganar....
Jo..Tengo problemas cada vez que intento entrar en la pagina de comentarios...
La realidad, el dolor, el vivir lo llevas a letras y desgarras con la historia.
Sigue.
Abrazos.
Hola! aqui estoy para ponerme al día que con el cambio de plantilla he andado algo liada.. y yo perdiéndome esto tan bonito, ¡no puede ser!.Me ha encantado eso de que juntos son invencibles y por separados son débiles.. sigue asi.
Un beso
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